29.9.06

Un iceberg llamado poesía

El poeta Pablo Guevara sigue a la espera de posibles donantes de sangre o plaquetas. Iván Thays ha colocado online una página con datos sobre los horarios del hospital y los trámites del donativo.

Para quienes disfrutan de la poesía de Guevara y también para quienes no hayan leído aún a este poeta imprescindible, dejo aquí un fragmento de su Un iceberg llamado poesía, y los invito a leer otras cosas suyas en el website de Educared.


UN ICEBERG LLAMADO POESÍA (4)


Y de pronto apareció por ahí ese maldito iceberg
llamado Poesía o Literatura o Aburrimiento o lo que fuera
con la única condición precisa de no devenir en Aburrimiento

ni por un instante…

Los viajes se podían repetir hasta el Aburrimiento
pero una vez llegados allí / a ese cape borrascoso o Cabo
de Nueva Esperanza o cabo furioso ¿vencería una vez más
el Aburrimiento / el más temible malhechor de la Antigüedad
¿el más temido de los Tiempos Modernos?

2/3 de humanidad padece de hambres crónicas
-con frecuencia el tercio restante y muchos de los 2/3 se
aburren se aburren inexorable-mente-demencial-mente
tonta-mente se aburren se aburren se aburren….
Naufragando a cada momento en un mar de dementes aburridos
navegando en los bajeles rutinarios del más tonto aburrimiento
en un mar de aburridos aburrimientos…

Y había que vencer el Aburrimiento en el mismo huevo
a como diera lugar
antes que un campesino enorme musculoso se volviera un
guerrero lleno de astucias ¡Herakles
antes que fueran las Columnas de Hércules!
el Peñón de Gibraltar o Escila y Caribdis en el
Estrecho de Messina… que nos llenarían de pavor
y harían del barco miles de fragmentos aburridos
flotando sobre el mar…

¡Y no aburrirse durante cinco días y cinco noches!
¡y poder atravesar el Cabo de Nueva Esperanza con la
promesa de poder vencerlo! ¡cómo no salir corriendo
a comprar pasajes para esa travesía famosa!

Parafraseando a Stevenson:
"un barco es como una isla, una porción de sólido
rodeado de aburrimiento por todas partes"

¡Qué podía pasar entonces con este mausoleo flotante
prometido a la vida y no a la muerte! con más de
trescientos metros de eslora y unos ochenta metros de ancho
y alto como un edificio de once pisos
que parecía haber tenido a la muerte larvada en su seno
y estar lleno de adormideras rojas y blancas (opio)

Y como yo no era heredero de nada
-y no prometía nada a nadie… salvo unas palabras sueltas
unas letras apenas garrapateadas… letras por escribir
a mediano y a largo plazo aún por redactarse…

Yo no podía condenar a nadie
a vivir en mi compañía a vivir entre la luz y las tinieblas
las tinieblas y la luz y las soledades
por muchos años luz…

Y yo debía… ¡Jamás aburrirlos!...
si sucedía ya sabía a que atenerme…


(De Un iceberg llamado poesía)

1 comentario:

Daniel Salas dijo...

Quiero agregar que, hasta donde recuerdo, para donar sangre a un paciente no se necesita tener el mismo tipo de sangre, ya que el Hospital Rebagliatti se encarga de darle al beneficiario el tipo que le corresponde. Esto significa que la donación no tiene que ser directa. Eso sí, no hay que haber estado expuesto a la hepatitis. Ojalá nuestro poeta pueda se recupere.