Un amigo me escribió hace poco, en un correo electrónico, que el título de la antología Toda la sangre era "provocador".
En vista de las respuestas, entre violentas y alteradas, que el libro ha generado en un par de comentaristas, mi amigo decía, en son de broma, "cuando se habla de sangre en el Perú se le abre el apetito a muchos antropófagos".
En serio. Indicios de antropofagia hay en el Perú desde hace tiempo.
Estuvieron en crónicas y libros de viajeros; más tarde en libros de ficción. Luego aparecieron en memorias inverosímiles, como las del mitómano americano Tobias Schneebaum. Ahora empiezan a notarse en las calles.
¿Cuánto faltará para que lleguen a nuestras mesas redondas, nuestros simposios, nuestros congresos de literatura?
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1 comentario:
por lo menos, recientes investigaciones (ya no tanto, en realidad) de josé pablo baraybar a un material óseo que excavó luis lumbreras en las galerías de ofrendas en chavín de huantar, revelaban huellas de desgarramiento de carne en huesos de humanos.
ver: Chavín de Huántar: excavaciones en la Galería de las Ofrendas / Lumbreras, Luis Guillermo
(Materialen zur Allgemeinen und Vergleichenden Archäologie, 51), 1993
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