Es curioso que, pese a la larga tradición de road movies que atraviesa la historia del cine americano, On the Road, la novela de Jack Kerouac (foto), acaso la primera que viene a la memoria entre las novelas de viaje en lengua inglesa, jamás haya sido llevada al cine.Esa aparente injusticia (digo aparente porque, bien vista la tarea, no debe ser nada fácil convertir esa narración delirante y múltiple en película) está a punto de rectificarse. ¿Quién emprenderá el proyecto? La idea viene de Francis Ford Coppola (quien compró los derechos de adaptación en 1979), pero el director será el brasileño Walter Salles, acompañado de su guionista de cabecera, José Rivera.
La cinta, norteamericana obviamente, y en inglés obviamente, será además en blanco y negro, y se perfila como un negocio redondo: con Diarios de motocicleta, Salles ya les probó a los productores norteamericanos que, incluso sin presupuestos desbordantes, es capaz de hacer lo suyo en el subgénero de las road movies.
¿Quiénes harán los papeles de Sal Paradise (el narrador de la novela, alter ego de Jack Kerouac) y Dean Moriarty (el Neal Cassady de la ficción)? Se ha voceado a algunos actores. Los que más suenan hasta ahora son Billy Cudrup y Brad Pitt, aunque sigue siendo bastante incierto quién sería quién.
A los fanáticos beat lamento decirles, eso sí, que la cinta recién sería estrenada en el año 2009. Por ahora, vayan a ver la road movie por excelencia del año 2006: Borat.
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3 comentarios:
Gracias, Renzo. Es un error sin duda, una confusión, pero no veo por qué es grave.
La potencia de la "cámara en mano" es una de las virtudes de "Diarios de Motocicleta", cuya concepción global no me gustó mucho porque sentí demasiado protagonismo del director, o mejor dicho, mucha evidencia de su mano en una película que fue concebida para retratar a dos personajes con vida propia; más todavía cuando uno d ellos era un Che Guevara iniciático, en una faceta desconocida por muchos: su juventud.
"On the Road" de Kerouac, viene como bien dices con toques delirantes, plagada de un dinamismo por momentos perturbador que ojalá Salles pueda amoldar a su poética visual sin mermar el carácter de aquellas hermosas y locas travesías literarias.
Saludos.
El (posible) problema de Salles adaptando a Kerouac es que Salles, cuando se lo piden, se sumerge por completo en las convenciones de Hollywood (ya lo hizo al inicio de su carrera, y lo repitió al adaptar Dark Waters para Estados Unidos).
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