29.11.06

La crítica retrospectiva


Ahora que la recepción crítica de la última novela de Thomas Pynchon se ha vuelto asunto de conversación en círculos literarios, hay algo que me intriga muchísimo: la insitencia de ciertos periódicos y revistas (sobre todo del mundo hispano) en afirmar que los críticos anglosajones han destrozado la novela.

Hace unos días fue El País. Ahora es el suplemento Radar Libros de Página/12, que hace referencia a "una catarata de críticas demoledoras", pero, curiosamente, cita las únicas dos que todos los carboneros hispanos andan citando en estos días: la de Time y una de las dos reseñas del New York Times.

A la otra reseña del New York Times, que fue enormemente positiva, la ignoran por completo, como pasan por alto la media docena de comentarios que mencioné en un post anterior.

He hecho un seguimiento de las críticas formuladas por comentaristas calificados en la prensa anglosajona y debo decir que hay algunas muy duras y negativas, pero es absolutamente falso que sean la mayoría.

El País y Página/12 están inventándose un fenómeno que no está sucediendo. Página/12 lo hace, además, con un toque contrafáctico realmente absurdo. El redactor (lamentablemente no aparece su firma) escribe lo siguiente, estableciento una comparación entre la manera en que fue recibido Pynchon en décadas pasadas y su recepción hoy:

"Las voces en su contra, como las de Gore Vidal o Dale Peck, quedaban asordinadas en la algarabía. Hoy los críticos, sin decirlo, parecen coincidir en que esta última novela le daría la razón a Vidal".

¿Alguien quiere explicarme cómo es que un libro escrito entre 1997 y el 2006 puede dar la razón a quienes, antes de esos años, dijeron que los libros previos de Pynchon no merecían ser bien recibidos? Incluso si este libro fuera malo, una afirmación como la del redactor de Página/12 sigue siendo descabellada: es como decir que si
Cervantes hubiera escritola tercera parte del Quijote, y hubiera sido mala, entonces las dos primeras partes se habrían vuelto restrospectivamente malas.

Alucinante.
¿O es que alguien en Página/12 ha leído "Kafka y sus precursores" y lo está aplicando al revés, y yo no he entendido la broma?

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