31.1.07

Dekalog

No siempre tenemos tiempo en casa para darnos el lujo que nos estamos dando desde ayer: ver cada noche una cinta de las diez que componen Dekalog, la obra cumbre del cineasta polaco Krzysztof Kieslowski.

Dekalog
es, entre muchos otros motivos, peculiar por su doble estatuto: es una pieza (o mejor: un conunto de piezas) de culto; es admirada como uno de los frutos más depurados del cine-arte europeo de su tiempo (las diez cintas se produjeron entre 1988 y 1990), célebremente calificada por Stanley Kubrick como la única verdera obra maestra de su generación.

Pero también fue un éxito masivo en Polonia en el momento de su lanzamiento. No un éxito de taquilla, sino un éxito de pantallas: las diez películas fueron dirigidas por Kieslowski para la televisión de su país, disfrutadas por el público medio de la tv polaca, no restringidas al ámbito hermético y segragado de los cineclubes, sino a la simple señal abierta.

Por suerte, nadie fue tan infeliz de cuestionar en Polonia la oportunidad y el acierto de ese lanzamiento: nadie dejó escapar la triste idea de que "el pueblo" no comprendería a Kieslowski, que la televisión no estaba hecha para las complejidades de la "high art", que exhibir los diez mediometrajes en la tele sería lanzarle perlas a los cerdos, etc.

Tampoco lo dijo nadie en Alemania, ni en Inglaterra, ni en Estados Unidos, las más de veinte veces que empresas de televisión de esos países confiaron en estrenar obras de Rainer Werner Fassbinder ideadas desde un inicio como telefilmes. Otro tanto se puede afirmar de series enteras como la famosa Twin Peaks de David Lynch, en Estados Unidos. Los ejemplos, en verdad, son innumerables: acaso hice mal en decir que el doble estatuto de popular y culto del Dekalog era un rasgo peculiar.

Lo realmente peculiar es que haya quienes insisten en pensar que, para alcanzar a un público no especializado, el arte tiene que limitarse y autocensurar su inteligencia, achicarse y esponjarse, simplificarse hasta ser aburrido de tan transparente, titubear ante el riesgo de la complejidad y agacharse para conversar con "la gente", como si "la gente" fuera siempre más chata que el artista.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Leíste la entrevista?, hablando de tirar perlas a los cerdos...

Entrevista: Pérez-Reverte
31 enero, 2007
En el transcurso de mi vida académica he realizado muy pocas entrevistas, me cuesta trabajo efectuarlas, es uno de los géneros que considero nada sencillos de llevar a cabo. Leyendo la entrevista que le hacen a Pérez Reverte en El cultural, percibo molestia en el escritor ante preguntas a veces no muy ¿amables? ¿sería la palabra? A ver ustedes qué opinan:

Arturo Pérez-Reverte
“El diálogo de civilizaciones consiste en hacer las maletas”

Pregunta: ¿Cuáles son los peores corsarios a los que se ha enfrentado?
Respuesta: Corsario es un término honorable, y la patente de corso no se la dan a cualquiera. Los peores individuos son los que navegan sin patente: los aficionados y los soplacirios.
P: ¿Los corsarios literarios son mejores? ¿Quiénes, por ejemplo?
R: Hay corsarios literarios espléndidos. Montero Glez, por ejemplo, antes Roberto del Sur. De todas formas, más que corsario, Montero es pirata. El me envidia la patente de corso y yo le envidio la botella de ron.
P: ¿Y hay mucho corsario en la Academia?
R: En la Real Academia Española, los únicos corsarios en activo somos Paco Rico, Álvaro Pombo y yo. Los otros son respetables padres y madres de familia. O casi.
P: Dice la crítica que ahora Alatriste está más desesperadamente solo que nunca... ¿los héroes deben olvidarse de aquéllos a los que sirven, éstos siempre los traicionan?
R: Los amos traicionan siempre. También los dioses, pero eso es más difícil de probar.
P: Le proclaman reo de “patriotismo testicular”... ¿Cómo se declara?
R: Leísmos aparte, no plura-lice. Eso lo proclamó aquí, en El Cultural, un cantamañanas en concreto, con nombre y apellido. Que ustedes cobijen a ese novelista frustrado y le rían los chistes, no obliga a tomar en serio las bajezas semanales que perpetra para ganarse el pan. Así que me limito a declararme por encima.
P: ¿Qué tiene que ver su novela con el “espíritu nacional” franquista?
R: ¿Esa tontería se le ha ocurrido a usted sola, o viene inducida?... Hágame un doble favor, querida señora: no se equivoque de autor, ni me toque los cojones.
P: ¿Por qué escribir de España y su grandeza escuece?
R: Hoy la veo a usted algo imprecisa. En cada Alatriste yo escribo de España, su grandeza y sus muchas miserias. Lo que de verdad escuece a su tiñalpa de plantilla (no me obligue a señalar currículum literario del sujeto) no es lo que otros o yo escribamos, sino que nadie lea los libros que él escribe. Y sí. Comprendo que debe de ser un pelín jodido.
P: ¿A usted lo de la “memoria histórica”…
R: Depende en boca de quien. En la de políticos oportunistas y analfabetos que no han leído un libro en su puta vida (o sea, en la de nueve de cada diez políticos españoles), eso me da mucha risa, tía Felisa.
P: ¿Hoy, como en el XVII, el diablo no tiene color, ni nación, ni bandera?
R: Bonita frase, oiga… ¿Es suya?
P: ¿Ni siquiera se siente un poco antiyanqui, como tantos de sus colegas?
R: ¿A qué colegas se refiere? ¿Novelistas? ¿Académicos? ¿Patrones de velero? ¿Bibliófilos? ¿Jugadores de ajedrez? ¿Compañeros del metal?... Insisto en que no me toque la flor. A estas alturas, usted sabe perfectamente que yo cazo solo.
P: Su Alatriste vivía en un mundo donde lo políticamente incorrecto no existía... ¿qué haría hoy en una misión de la ONU en Afganistán, por ejemplo?
R: Se me hace difícil imaginarlo en nuestras Pacíficas Fuerzas Armadas Desarmadas de Género Marca ACME, dándoles biberones a los huerfanitos. En el XVII, un hijo de puta era un hijo de puta, y le pagaban para que lo fuera.
P: ¿Y en Iraq?
R: ¿Alatriste besando en la boca a los yihadistas islámicos para convencerlos de la necesidad de una alianza de civilizaciones, con Moratinos haciendo du-duá, du-duá?... Le juro que pagaría por ver eso.
P: ¿A qué político le regalaría la serie completa de Alatriste y por qué?
R: Si se trata de aprecio, a Leguina, por ejemplo. O a Paco Vázquez, hoy embajador ante el Vaticano. Pero ya la tienen. Se la compraron ellos.
P: ¿A quién no, porque no valdría la pena?
R: Ya conoce el viejo refrán de echar perlas, etcétera. No habría perlas para tanto cerdo.
P: ¿Sólo la técnica diferencia la guerra del XVII de la del siglo XXI?
R: La técnica, y que antes nos metían en guerras los ambiciosos o los malvados. Ahora nos meten los tontos. Y a veces también nos sacan. O creen que nos sacan.
P: ¿Qué les diría Alatriste a los habitantes actuales de Ceuta y Melilla, más acosados hoy que en el XVII por sus vecinos magrebíes?
R: Que vayan haciendo las maletas. El diálogo de civilizaciones en versión española consiste en eso: en hacer las maletas. Con tenacidad, con tiempo y con temple.
P: Sor Amaya Elezcano, “abadesa del convento de las adoratrices benitas” en su libro, además de escribir versos a Alatriste, ¿qué le escribe cuando ve el número de lectores que conquista cada nueva entrega?
R: Teniendo en cuenta que sor Amaya Elezcano es mi editora, lo que me escribe son avisos de reedición. Es mi correspondencia alatristesca favorita.
P: ¿Y sabe ya cuándo recibirá sus nuevas aventuras?
R: No lo sabe. Ahí está la gracia. Que no lo sabe. No hay nada como tener a la editora de uno poniéndole velas a San Pancracio.

Nuria Azancot
Etiquetas: Entrevistas, Pérez-Reverte
http://apostillasnotas.blogspot.com/

Tanque de Casma dijo...

Porsiaca
El lunes empiezan a dar El decálogo en Europa, Europa (75 del cable). Lo malo es que al horario inhumano de las 8 dea mañana.
Slds

Anónimo dijo...

Gracias por el dato, pero voy a ver si alguno de mis amigos tiene esa pela, porque mi VHS hizo caput hace rato.
Ayúdenme a recordar ¿"Yo Claudio" (precursor romano de Betty La Fea) tuvo un buen rating en los ochenta? Me parece recordar que sí. Aunque en aquella época la clase media era la mayor parte del grupo objetivo. Alemania e Inglaterra deben tener una clase media bastante grande y una clase baja compatarivamente mucho mejor educada que la nuestra; Estados Unidos tal vez sea así en la costa este; Polonia, quizás el régimen comunista dejó una clase baja educada. No lo sé, hago conjeturas. Yo dudo mucho que en Lima "Odisea 2001" llegue a tener un alto rating, si me guío por el rating que esa película tiene en mi propia casa, a menos que hagan un montón de propaganda, salgan artistas nacionales conocidos a promcionarla...

Odisea la vi por primera vez con mis padres a los 7 años. Pensaban que, como habían estrenado La Guerra de las Galaxias y Galáctica - Astronave de combate, esta iba por el estilo. ¿Y crees que nos fuimos? No señor, ya habíamos pagado el boleto, así que la vimos hasta el final. Para mí esa película era el ya-no-ya de la tontería hasta que la agarré por la mitad en la tele (no me acuerdo si todavía estaba en el colegio, creo que sí). Mulholland Drive... mmm... quizás si veo todo lo que ha hecho Lynch, y al final veo Mulholland Drive... Sólo he visto El Hombre Elefante, Dune y Terciopelo Azul... Pero no creo, para mí las películas cuentan una por una, así que por ahora va a seguir guardada entre el DVD de Benny Hill y los de Bob Esponja.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Es absolutamente imposible juzgar una película como si fuera una mónada, aislada de toda otra cosa. Es justamente en el contacto de obras, perspectivas y discursos donde está eso que llaman cultura. Da la impresión de que tú creyeras que esa "clase baja educada" polaca no fue formada por el contacto permanente con el arte sino por un acto de magia. Ahora se entiende por qué, en el caso peruano, pareces rechazar cualquier exposición del pueblo al "high art": estás esperando primero el milagro de que la gente adquiera el placer del arte sin ser expuesta a él.

Anónimo dijo...

http://www.elhablador.com/blog

Anónimo dijo...

Justamente por que no podemos esperar milagros, ni tenemos el presupuesto de los países del primer mundo ni un comité central para que decida lo que saldrá en la tele los próximo treinta años (qué digo, ni siquiera podemos pedirle a Bill Gates que incluya "Vagina" en su corrector ortográfico) es que para mí es más eficente usar otro camino.
Me explico de otra forma: acabo de pasarme el día liquidando gastos de viaje de la fuerza de ventas, contestando un montón de mails que para colmo hay que leer en voz alta porque nadie usa tildes ni signos de puntuación, contestar sepetecientas llamdas en las que tengo que repetir lo mismo cuatro veces, escuchando chistes que tal vez me habrían hecho reir en la primaria, de ahí tengo que embutirme en el micro con la maleta, llegar a mi casa, jugar con mi sobrino, y a eso de las 10:30 pm recién puedo contar con algo de tiempo para mí. ¿Crees que me voy a poner a leer el Tratactus? No cuenten conmigo. Ahora que si alguien sabe de una novela tan divertida como "La consipación de los necios" o un libro de microrrelatos como "La sueñera", que me pase la voz. Bueno, y si ese es mi caso, ¿te imaginas el de una persona con un bajísimo nivel de lectura? Por eso digo que, al menos en este caso, el microrrelato es una alternativa: están emparentados con el chiste, se pueden leer prestando atención en tandas de un minuto. Tal vez eso para el artista esto sea censurarse, achicarse, enclaustrarse, etc, pero la promoción cultural no es para promocionar artistas, es para -al menos es lo que yo creo- que la gente expanda sus horizontes.

Tema aparte: ¿No te parece que dormirías mejor si nunca hubieras visto el Padrino III? Yo habría preferido no verla. ¿No te pasa a veces que estás leyendo una novela y dices "nooo pues, así no... mejor hubieras dicho esta otra cosa... ya sé, me voy a imaginar que sí lo dijo" y sigues leyendo? Así yo las disfruto más.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

La cifra del millón y medio de visitas a la Bienal de Lima en su última versión (antes había llegado al medio millón) es incontestable: si se le ofrece a la gente arte importante y complejo, la gente responde. Tus ideas de emergencia, simplemente, no son interesantes porque pretenden resolver un problema que tí mismo estás inventando. ¿Microrrelatos? ¿O sea que, aunque todo el planeta encumbre a la novela como el género más popular, los peruanos sólo debemos aspirar a leer textos de cien palabras?

¿¡ !?

Anónimo dijo...

"agacharse para conversar con "la gente", como si "la gente" fuera siempre más chata que el artista" genial.

Anónimo dijo...

La última vez que escuche un comentario sobre una pellícula de parte de un compañero de trabajo (clase media, educación superior, IQ >= 100) fue sobre Monster Ball: "¿Viste la pelóicula de anoche? A la negra le dieron por acá, por allá por todos lados, de perrito, de ....", etcétera, etcétera, etcétera, etcétera, etcétera, etcétera... Ahora, tienes razón, yo no puedo hablar por el millón y medio de personas que fueron a la bienal ni por el millón doscientos mil kilómetros cuadrados del resto del territorio peruano, pero si me preguntan por lo que ocurre a cien metros a la redonda de esta computadora, diría que hay un problema; acerca de lo que pasa al otro lado de la vía expresa sólo te puedo contar mis sospechas.