Como decía, estuvimos unos días en Boston y pasamos la noche del sábado en la última función del Charles Playhouse, en Warrington St., viendo el famoso show de Blue Man Group.
Famoso y curioso: es uno de los pocos espectáculos teatrales que forman parte de la cartelera permanente en Boston, está lleno de bote a bote todas las noches, a veces en dos funciones por jornada; tiene el respeto de la crítica y una celebridad mediática enorme, con apariciones esporádicas en la televisión y referencias igual de frecuentes en las páginas de espectáculos y en los suplementos culturales.
Lo más llamativo de Blue Man Group es que su aire vanguardista y su aparente reclamo postaurático no bastan para despejar la impresión de que, en el fondo, el suyo es un espectáculo conservador o, por decirlo de algún modo, menos vanguardista de lo que quisiera ser.
En el discurso de Blue Man Group, por ejemplo, y en la puesta en escena, la idea misma de autoría está colocada en entredicho: los tres actores sobre el escenario están siempre pintados de azul y sus personajes parecen no tener caracteres que los distingan, además de no pronuncirar nunca una palabra ni hacer un solo gesto que los dote de indentidades diferenciadas.
Las primeras secuencias son un claro enjuiciamiento de la noción de originalidad y la idea de la obra de arte como propiedad individual, y esa es la piedra de toque del show en adelante (los hombrecitos azules pintan cuadros sobre el escenario, con tinta que parece chorrearles del estómago o que escupen o lanzan azarozamente sobre un lienzo; incluso componen un cuadro embadurnando en pintura a un miembro de la audiencia y arrojándolo sobre un bastidor).
Pero, si se me permite una observación no del todo trivial, diré que yo jamás en mi vida había estado en un espectáculo en el que se pidiera tantas veces y con tanta insistencia al público que no fotografíara ni filmara ni reprodujera por ningún medio pasaje alguno de la representación: para ser la suya una performance que propone, un poco a lo Benjamin, un poco a lo Derrida, la caducidad de la idea de originalidad en el arte contemporáneo, los miembros de Blue Man Group parecen demasiado preocupados de que su show no aparezca en YouTube.
Pero sí aparece, y aquí les dejo algunos pasajes:
Este otro video incluye una breve presentación de los instrumentos que Blue Man Group usa en escena (y en sus discos: olvidé decir que tiene un lado Les Luthiers: construyen sus propios instrumentos y muchas veces su música es altamente paródica).
Las imágenes de este otro video proceden todas del espectáculo en su versión más reciente, justamente el que vi este sábado: la música es la de la secuencia introductoria.
Esta es la secuencia de los televisores (similar a la del primer video), en una versión que permite imaginar mejor cómo es la secuencia cuando queda montada en el escenario:
Aquí los tienen acompañando un divertido (y un tanto delirante) cover de The Who:
Finalmente, uno de mis pasajes preferidos: la tubería-percusión; tienen que verlo subiendo el volumen:
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7 comentarios:
Tremendo espectáculo! Gracias a tu nota pude averiguar que Nueva York también tiene su Blue Man Show. Los mantendré en mi agenda.
Ese cover de Baba O´Riley (Teenage Wasteland) de The Who es muy bueno. Recuerdo una vez que Nigel Kennedy se mandó una tocada adrenalínica en el violín, justo en ese tema.
G.
Que buena información. Intentare ir a ver este show en Baltimore este mes. Buena descripción y me gusta su blog. Saludos desde DC.
Quedaría mejor que no saludaran al público, eso los hace menos extraterrenales.
Disulpa que mi comentario vaya por otro lado, pero qué pasó con Quipu. No sé si se ha actualizado.
Attem
ALAN LUNA
mandé dos reseñas para Quipu y nada. Sigue activo?
Hola, Alan. Apenas tenga tiempo publicaré algunas de las cosas nuevas que han llegado a Quipu.
Anónimo: si no me dices tu nombre, ¿cómo podré saber a qué reseñas te refieres?
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