5.7.07

Extraña entrevista a Alfredo Bryce

Escritor habla de plagios, complots y enfermedades mentales

Es extraña, pero supongo que, a su manera, también es imperdible, la entrevista que Maribel de Paz le ha hecho a Alfredo Bryce Echenique y que ha sido publicada en el Caretas de hoy.

Reproduzco largos pasajes de la entrevista:


(Tomado de Caretas, No. 1983, 5 de julio del 2007):

LA PELÍCULA DE ALFREDO BRYCE

–¿Se va usted a España para olvidar todo el asunto de los plagios?
–Bueno, lo que me interesa ahora es ver a los famosos plagiados catalanes que son mis amigos y saben que se trata de un montaje. Un montaje del señor Herbert Morote que le paga a un periodista peruano. Si se han metido conmigo me van a conocer, porque mi reputación ha estado en entredicho, aunque desde que me convertí en plagiario mis libros se han vendido más que nunca. La gente en las calles me vuelve loco, me felicitan, se solidarizan. Es una cosita provinciana.

–Pero no puede negar el rebote que ha tenido esto en el exterior.
–Bueno, en un periódico donde es un honor que te traten mal. En el Inmundo, como le llaman en España a El Mundo, aunque allá no pueden ser tan inmundos como acá porque no ha habido Fujimori que degrade a la prensa.

–Ha dicho usted que se trata de un complot fujimontesinista.
–Bueno, ya no creo que sea fujomontesinista. Sé quién lo paga. Morote, en concreto. La delincuencia periodística está instalada en Lima, en el Perú. Eso es lo que hizo Fujimori, desmembrar el Estado, envilecer el periodismo y emputecer al pueblo.

–Alfredo, ¿en serio no cree que haya podido cometer un error involuntario en algún momento?
–Creí que lo había cometido en el primer texto, el texto del embajador De Rivero, pero después me dije, “¿cómo es posible que yo o mi secretaria saquemos un artículo de una revista llamada Quehacer en Lima y lo publique en El Comercio?” Eso no lo hace ni un subnormal.

–Ya no cree entonces en lo del complot fujimontesinista.
–No dejo de creer, porque mis amigos periodistas y sociólogos insisten en que sí ha podido haber una campaña de desprestigio de ciertos intelectuales con cara al retorno de Fujimori (...)

–Dice usted que es un lío provinciano, pero ha rebotado en España, Argentina, Chile…
–Pero sin que nadie entienda nada, es el cochabambismo: cuando no sabes bien de algo o no quieres a alguien, insúltalo, dile maricón o plagiario.

–Pero no puede negar que el “chaparrón” lo moja de todas maneras.
–Bueno, sí, sí, ha llovido y me ha llovido a mí sobre todo.

–Para algunos es obvio que usted ha plagiado. Para otros, está demasiado enfermo para darse cuenta de lo que está pasando. Yo lo veo saludable.
–Pues ya ves. En los seis meses que llevo aquí he terminado una novela y estoy escribiendo otro libro de cuentos, he viajado, he releído todo Anna Karenina, hago mis caminatas cada mañana durante dos horas. Siempre he tenido fama pues de loco, de bohemio, de borracho, de todas estas cosas que me han permitido esconderme muy serenamente y hacer una vida en la que ya voy por los 25 libros. He estado desaparecido en una playa del sur escribiendo mientras ocurrían todas estas cosas.

–¿No le afectó enterarse de lo que estaba pasando?
–En el primer momento sí. Me llamó la atención que me acuse un señor muy respetable que ha hecho un texto muy bien preparado. Tiene todo el derecho de ponerse furibundo. Entonces no veía tan claro cuál era la confusión y dije que mi secretaria había mandado el texto equivocado. En el primer momento estuve perturbado. Después ya me doy cuenta que es mucho más que un error. Yo no puedo acusar a nadie porque no tengo pruebas.

–Pero usted ha dicho que Morote es quien está pagando para que lo ataquen.
–Bueno. Es probable, es probable.

–O sea, según su teoría, Morote le paga a Álvarez Rodrich para que lo acusen de plagio.
–Bueno, yo creo que sí, pero no puedo afirmarlo.

–Alfredo, lo último que ha salido a la luz es sobre el artículo de Niño de Guzmán que usted habría plagiado en febrero de 1993.
–Bueno, eso es que Oiga era un desastre. Yo que he dictado cátedras enteras sobre Cortázar en Estados Unidos, ¿voy a tener necesidad de copiarme un artículo periodístico de un gran amigo? Es que en Oiga hicieron uno de esos cambalaches típicos de una revista en decadencia y mezclaron cosas de un artículo de Guillermo con cosas de un artículo mío o han tomado un artículo que yo mandé... Guillermo trabajaba ahí.

–No me diga que el propio Niño de Guzmán es culpable de haber sido plagiado.
–Él no recuerda ni yo tampoco. Es igual a lo que le sacaron al pobre Alonso Cueto, un texto del 93, por supuesto que ahí Perú 21 cerró filas con su colaborador. Y, bueno, Cervantes fue el gran plagiario de la historia, y Shakespeare fue un monstruo que se comió todo. No es el caso de estos artículos de porquería que citan ahora... el plagio es el más grande homenaje, y bueno, yo creo que plagio y contagio son palabras sinónimas (...)

–Con el primer caso, el del embajador, usted dijo que su secretaria se había equivocado...
–Sí, sí, sí. Eso no es verdad, mi secretaria era yo. Claro, pero es que me desconcerté, porque yo no tengo ese material acá.

–Ahora cree que no se equivocó. Entonces ese texto no era parte de ninguna bibliografía, como usted decía.
–Todo eso me lo inventé porque estuve aturdido, pero cuando salen dos, tres, cuatro, yo digo “no puedo haber cometido ocho errores porque entonces estoy para una casa de ancianos”. Para darme un poquito de importancia dije que fue mi secretaria. Mira, ahora estoy en los títulos de otro libro que se llama “Historietas y Cualquiercosarios”: “Cesítar o la historieta de un tamañito” y también “Augusto o la historieta de un estreñimiento”. Cualquiercosarios son los que son cualquier cosa menos algo, y entre ellos tengo a Alonso Alegría, que no es nada al lado del padre. Y ahí también estoy plagiando a Gregorio Marañón *.

–¿Le parece vil el periodismo peruano?
–No, no es el periodismo, es la mezcla de lector-periodista. Pero soy optimista con el Perú. Tuve un primer retorno frustrado y me fui enfermo de tristeza. Llegué en un mal momento, justo el final de Fujimori. Desarrollé una paranoia a todo. Muchas cosas me agredían, la fealdad de muchos sitios. Fue una espiral de locura y terminé en un hospital en Barcelona. Huía, huía, la paranoia estaba dentro de mí, la llevaba por donde iba, el Perú me perseguía por todos lados. Rodrich ya se insinuaba detrás de una puerta, ja, ja. Pasé una temporada en un hospital psiquiátrico atado en un calabozo o algo así. Y pastillas e inyecciones y calmantes y quitarte la copa por completo.

–Con un síndrome de abstinencia espantoso, me imagino.
–Brutal. Brutal. Sin embargo, la recuperación fue impresionante. Fue en una psicoclínica en las afueras de Barcelona. Un manicomio. Un sitio entretenidísimo.

–No faltará quien piense que usted no se ha terminado de curar y en realidad esto de los plagios es parte de su locura.
–Bueno, yo te voy a decir que sí, eso lo ha pensado alguna gente. Yo lo he rechazado profundamente porque soy una persona que hace todo con un método maniático en mis horarios y mis cosas. O sea, que no me voy en olor de santidad, pero sí de literatura. Y me voy contento aunque, como dicen los mexicanos, no soy monedita de oro para gustarle a toda la gente.

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* Gregorio Marañón (1887-1960): médico y escritor español que, por cierto, no es Gregorio Martínez.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

"Sin embargo, la recuperación fue impresionante."

Mmm, psi

PVLGO dijo...

Ahora sí todo queda claro.

Anónimo dijo...

eh... creo que tu copy/paste tiene un error.

Anónimo dijo...

No sé si interesante, pero sí bastante sensacionalista ¿no?
Un Bryce hablanndo de hospitales psiquiatricos, en dimes y diretes, acusaciones sin pruebas, etc...
Más que Bryce se lee allí el estilo busca escandalo de la De Paz.
Esa parece ser la única manera que sabe de hacer noticia...
Qué lástima

Anónimo dijo...

Veo que en el blog Utero de Marita te están lanzando insultos otra vez. Eso del copy/paste. ¿Puedes explicar?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Hola, Julio. Ya veo a qué te refieres. Lo de Bryce lo copié literalmente del blog de Víctor Coral, porque en la computadora que tengo a la mano los textos de Caretas se reproducen con demasiados errores (y luego añadí un párrafo adicional directamente de Caretas, que tuve que corregir manualmente). Al parecer, Coral había copiado su texto del Útero de Marita cometiendo cierto error, que se reprodujo en mi blog. Parece que algunos creen que eso es suficiente para ser insultado como si se hubiera llevado a cabo un crimen. Ellos sabrán; a mí francamente me interesa muy poco.

jorge riveros cayo dijo...

"Sensacionalista", brama el Anónimo de las 7:26 p.m. Y añade, "Más que Bryce se lee allí el estilo busca escandalo de la De Paz". Qué postura para más ridícula.

Ahora resulta que Maribel De Paz poco menos se ha inventado las respuestas de Bryce para hacer noticia. O lo ha forzado a decir lo que ha dicho para escandalizar. Es decir De Paz es responsable de lo que dice Bryce...

Lo que veo yo, es que Bryce no tiene la hidalgía de admitir de manera responsable -y de una buena vez- que ha plagiado. Punto.

Primero minimiza el tema tildándolo de "una cosita provinciana". Después lanza una serie de acusaciones disparatadas que más se asemejan a las teorías conspiratorias dignas de un episodio de los X-Files: que el fujimontesinismo está detrás de las acusaciones de plagio, que Morote le pagó a Augusto Álvarez Rodrich para despretigiarlo, que los de La Vanguardia que tienen en proceso iniciarle un juicio, lo van a recibir más bien con almuerzo de bienvenida... Al menos admite que lo de la "secretaria" fue una mentira suya.

El pobre Bryce está mal de la cabeza. Y nadie se atreve a decirlo en alto porque claro, se trata de una vaca sagrada de la literatura peruana. Al menos en esta entrevista y por boca propia da luces de que está desvariando (aunque para la creatividad literaria -supongo- esta condición es más un plus que un bemol).

Ahora no me sorprendería que salga a decir que Morote también le paga a Zileri para desprestigiarlo y hacerlo quedar como un loco a través de la entrevista que le ha dado a Maribel de Paz.