30.10.07

La reina segregada

Literatura de mujeres vs literatura femenina

Vi que, en el campeonato sudamericano juvenil e infantil de ajedrez, Perú obtuvo cuatro medallas de oro y quedó primero en la tabla general. También vi, si no recuerdo mal las edades, que dos de nuestros campeones ganaron el oro en la categoría sub-17. ¿Es que empataron? No, lo que pasa es que hay sub-17 de hombres y sub-17 de mujeres.

¿Alguien tiene una buena explicación para el hecho de que el ajedrez esté dividido, cual si fuera salto largo o levantamiento de pesas, en una rama de mujeres y otra de hombres?

¿Será que las mujeres juegan el ajedrez de una manera típicamente femenina y los hombres de una manera típicamente masculina, y que todo ello hace el contraste directo inválido, poco interesante o descartable?

Supongamos ese escenario: que hay un ajedrez masculino y otro femenino. Si así fuera, y considerando que "femenino" y "masculino" son construcciones sociales y culturales, nada impediría que un hombre se inscribiera en un campeonato de ajedrez femenino y una mujer en uno de ajedrez masculino: no es una cuestión de sexo, sino del tipo de ajedrez en que han sido formados y que ellos reproducen o recrean (su género de ajedrez).

Pasemos del ajedrez a la literatura: si hay algo que llamamos literatura femenina, y el factor que determina su especificidad no es el sexo del autor, claro está, sino el haz de construcciones culturales que convergen sobre autor y obra, entonces cabe suponer que hay autores hombres de literatura femenina (nada que ver con Cortázar y sus lectores hembras y machos, por si acaso) y autoras mujeres de literatura masculina.

Esto último ha sido largamente argumentado desde el femenismo, por cierto: la manera en que muchas autoras mujeres reproducen y refuerzan modos de representación aprendidos y heredados de sociedades patriarcales; la forma en que, por decirlo así, una escritora mujer puede ser un autor masculino.

Y creo que puedo pensar en ejemplos de lo otro: siempre he tenido la impresión, sin ir más lejos, de que debería ser difícil dejar al García Márquez de los años sesentas y setentas fuera de una historia de la literatura femenina latinoamericana: sus matriarcados secretos, sus universos concentrados en la casa --la forma en que sus personajes devienen espejismos cuando se alejan del hogar y encarnan nuevamente cuando entran en él--, su manera peculiar de convertir a la pareja en la cifra mínima y el lugar de subversión de todas las tensiones de jerarquía y poder.

Eso para no señalar la gigantesca impronta que la literatura de García Márquez deja sobre escritoras como Rosario Ferré, Isabel Allende, Laura Esquivel, Laura Restrepo, todas ellas highlights frecuentes de estudios, historias y cursos de literatura femenina en América Latina.

Ahora bien, y esto es más que nada una pregunta que hago para quitarle base a mi propia especulación: ¿cuál es la diferencia entre aceptar que hay una literatura femenina distinta de la literatura masculina y aceptar que hay un ajedrez de hombres y otro de mujeres? ¿Quienes se indignen al ver a hombres y mujeres jugando ajedrez por separado, no podrían indignarse también con esa categorización literaria?

Pues no, creo yo. Porque lo indignante de la división en el ajedrez es que uno sabe que detrás de ella se esconde la idea (prejuiciosa) de que el ajedrez es poco menos que un test de inteligencia, y sus categorizaciones son, así, directamente discriminatorias.

En cambio lo otro, lo de la idea de una literatura masculina y una femenina, establece dos campos conmensurables, distintos en tanto son distintos sus consideraciones culturales y sus historias, pero de ninguna manera signado por un afán jerárquico (de hecho, tienen que ser campos que se intersecan). Sin embargo, nada de eso puede argumentarse si uno entiende femenino y masculino como perfectamente equivalente de hombre y mujer, porque lo determinante debe ser, una vez más, los rasgos culturales y sociales de género, finalmente sólo reconocibles en el libro, y no el sexo de su autor(a).

Obviamente, estuve leyendo la última columna de Rocío Silva Santisteban, y quiero comentar su último párrafo: tal vez ese curso fundado en San Marcos por Esther Castañeda se vuelva más atractivo para los estudiantes si deja de llamarse Literatura de mujeres y pasa a llamarse Literatura femenina, y, sobre todo, si el sílabus se abre para aceptar que la literatura femenina no es exclusivamente producida por autoras mujeres. (Y que esto no se tome como una invasión machista en un reducto ajeno, porque no lo es).

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya que hablamos de ajedrez, recién sale a la venta "Bobby Fischer se fue a la guerra" de Eidinow y Edmonds, la vi en Ibero. Un año de retraso, pero vale la pena.

Anónimo dijo...

En el Discovery salió lo siguiente: una chica en tratamiento para cambio de sexo, empezó a experimentar aumento en su capacidad matemática y disminución en la del lenguaje. También sus capacidad para dar rienda suelta a sus sentimientos. Explicaban en el documental que el tratamiento de hormonas estaba causando un cambio en el perfil neurológico de la chica (o chico), haciendo que en tomografías se acerque más al tipicamente masculino.

Yo no creo que eso justifique una categoría a parte en Ajedrez, ni en fútbol, ni en box, ni en tiro al blanco (donde las mujeres compiten con los hombres). Lo único que lo justifica son las ganas de ver un campeón femenino. ¿Esas son las razones por las que algunas creen que "literatura femenina" sólo puede ser escrita por mujeres? ¿Por qué no hacemos una categoría en box especial para blancos?

Anónimo dijo...

Alguna vez hice la misma pregunta sobre el ajedrez a distintos periodistas deportivos. La respuesta, en resumen, fue por dos vías:
A. Dado que no se sabe si existe algo en el cerebro masculino y femenino que podría ser una desventaja o ventaja para el ajedrez, se prefiere evitar la posible injusticia.
B. Hay un miedo de que se descubra que todos los campeones de una competencia mixta son de un sexo; eso podría traer discusiones interminables y frustraciones terribles.
A propósito, ¿se podría hacer la misma pregunta sobre el golf? también se divide en damas y varones.

Anónimo dijo...

Eduquen a sus hijas igual que a sus hijos y déjense de cojudeces:

http://en.wikipedia.org/wiki/Judit_Polgar

Anónimo dijo...

Detallito 1)la literatura femenina no existía antes de que mujeres la hicieran. A sus productos literarios,con toda naturalidad se le llamó en su conjunto literatura femenina.
Detallito 2)Absolutamenmte todo hombre con poca práctica en el ajedrez,no podría nunca ganarle una partida a una ajedrecista formada.
Detallito 3)¿Qué es eso de que Cortázar no tiene nada que ver con esto si el dijo bien claro : "En todo escritor se esconde una mujer"
Detallito 4)Yo no tengo nada de machista y soy concienzudamente feminista: me gustan mucho las ingratas.
Detallito final:es rotundo y evidente que el hombre y la mujer son distintos, que tienen cerebros distintos.Volvamos a los orígenes:la literatura escrita por un hombre es masculina y aquella escrita por una mujer es femenina.Punto.Haciendo abstracción de la literatura escrita por chimbombos y tortilleras (respectivamente masculina y femenina,"malgré tout")

Anónimo dijo...

Algunos "chimbombos" y "tortilleras" que habria que "abtraer" (dejar de lado, no incluir) en el canon literario del anonimo que dice no tener "nada de machista": Safo, Shakespeare, Lorca, Moro, Eielson, Whitman, Sarduy, Lezama Lima, Ginsberg, Truman Capote, Arenas, Wilde, Virginia Wolf, Sor Juana Ines, y un largo etc.

Anónimo dijo...

Gustavo, la poeta Rocío Silva en un comentario del post que citas dice textualmente a uno de sus comentaristas que se vaya a leer a Foucault y que después regrese para conversar. En otro comentario Rocío rechaza el título de señora y reclama que se le diga doctora. Me pregunto si estas exigencias forman parte del pliego de reclamos de las feministas ahora. Excelente post.

Anónimo dijo...

Has leído mal 10:43 PM.Sí los estoy incluyendo: sería una salvajada excluirlos.Y no aludo,con "salvajada" a prejuicios sexuales sino a ignorancia supina en literatura Lo que he querido decir,con algo de humor que podría despertar algunas iras totalmente infundadas, es que no habría que hacerse problemas suplementarios con la literatura que ellos producen.

Anónimo dijo...

porquè solo escriben anònimos???

Anónimo dijo...

Porque me meto demasiadas veces acá y ya estoy cayendo pesado.

Anónimo dijo...

¿Y qué de no anónimo tiene el solo poner Antonio y nada más?

Anónimo dijo...

Curiosamente las atletas mujeres se han acercado muchisimo a los hombres en algunas marcas que van desde carreras cortas hasta Marathon. Pero donde no aún se mantiene mucha distancia es en algunas disciplinas donde el musculo no juega ningún papel. Estamos hablando del Ajedréz y los deportes de la familia del billar.
La razón es que el cerebro masculino tiene mas elevada la capacidad de abstracción y memoria en Ajedréz asi como la percepción del espacio geométrico en conjunción con la velocidad de movimiento de las bolas en billar. En billar no hay separación de sexos, solo que las mujeres no alcanzan las categorias mas altas. Por eso no figuran. Esta afirmación no es machismo, es la cruda realidad. Ahora las mujeres porsupuesto tienen otras cualidades cerebrales, sensoriales y de expresión. Que de hecho se notan en la literatura. Tampoco espero me tilden de machista si considero que Isabel , Allende, Laura Esquivel y Gioconda Belli no son escritoras geniales. Pueden vender muchos libros eso si, lo mismo que Dan Brown o Coelho.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Y seguro que Bayly y Beto Ortiz son superiores a Virginia Woolf, Jane Austen, sor Juana Inés de la Cruz, Emily Dickinson, Charlotte Brontë o Emily Brontë.

Y otro dato: hay una número gigantesco de mujeres en el ajedrez que han alcanzado puntajes más altos que los mejores jugadores sudamericanos de cualquier época. ¿Quiere decir que el cerebro del peruano es menos capaz de pensamiento abstracto? Tonterías.

La única respuesta es que hay menos mujeres que jueguen ajedrez o billar porque ambos juegos son tradicionalmente practicados en espacios masculinos y como rituales masculinos.

LuchinG dijo...

Juancho: lo curioso es que, si es cierto que las mujeres tienen una mayor capacidad para el lenguaje que los hombres (los documentales que he visto dicen que sí), haya tan pocas mujeres dedicadas a la literatura.

Anónimo dijo...

Es mas bien de extranhar que las mujeres hayan logrado establecerse y tener exito entre mujeres en actividades que pueden ser mas tradicionales y brutalmente masculinos como el futbol y el box. Extranhamente no en el ajedrez o el billar.

En entrevistas a billaristas mujeres profesionales ellas mismas reconocian que no podian competir con hombres para clasificar a puestos importantes.

No se si tiene que ver con talento. o alguna predisposición hormonal para situaciones extremas. En la cúspide de Gabriela Sabattini y Steffie Graff se decia que la argentina tenia mejor juego que la alemana, pero esta última siempre ganaba porque tenia mas agallas y mas equilibrio emocional. Desde ahí empecé a sospechar que la Graff se dopaba (comentario muy personal), no habia controles para el tenis en esa época.

En entrevistas a billaristas mujeres profesionales ellas mismas reconocian que no podian competir
con hombres.

Ese es el tipo de respuesta que da caretas. Siempre tratando de encontrar alguna argumentacion para dar la contra a los lectores.
En el momento que haya que reconocer cualidades a las mujeres, y si estas se encuentran mejor calificadas para algunas actividades que los hombres como ser jefes u organizadoras lo voy a hacer. Se trata de ser sincero con respecto al tema tratado y no de tratar de caer bien con todos o ser policamente correcto.

LuchinG dijo...

No se trata de querer caer bien, sino que es bien fregado hacer este tipo de afirmaciones. Si nuestra mente trabajara limpia y tranquilamente, no habría problema; pero a cada rato estamos haciendo generalizaciones que afectan lo que percibimos. Podemos decir: los negros son más fuertes, por eso triunfan en el box, y presentar las pruebas científicas que lo corroboran. ¿Cuántos blancos se desanimarían en seguir esa carrera? En el 2006 la mayor parte de los campeones de peso pesado era blancos de rep´blicas exsoviéticas, quizás porque no tenían el prejuicio de "los blancos no pegan fuerte". CUando uno hace una generalización (varias veces he recibido jalones de orejas en los blogs por no explicarme bien) tiene que balancearla para evitar confusiones. ¿Qué hace que esas ajedrecistas hayan descatado? ¿Exactamente qué razones daban las billaristas cuando decían que no podian igualar a los hombres?

(Y aparte, también podríamos decir que no tendríamos por qué es neceario establecer una escala en la que el que triunfa es mejor que el no. Podríamos decir -aunque para este ejemplo estoy metiendome en un tema del que sé casi nada- que el fútbol de la época de Pelé era mejor porque era más bello, aun si no era tan eficiente como el futbol que se juega hoy).

Anónimo dijo...

Ninguno de los comentarios habla de las diferencias culturales en lo que es la competencia. Pregunto hay diferencias en la forma de competir de hombres y mujeres? Comó es la competencia entre una alemana y mujer mestisa indigena, o mestisa africana