5.10.07

Una lección de ética

"¿Por qué Guzmán? Porque vende"

Entre la vilipendiada ética del escritor comprometido con su sociedad, la ética del escritor comprometido con su oficio y la ética del escritor comprometido con su billetera, ¿con cuál se quedan?

Antes de responder, lean este pasaje del primer capítulo del último libro de Santiago Roncagliolo, La cuarta espada, dedicado a contar la vida de Abimael Guzmán.
"¿Por qué un reportaje sobre Guzmán? Porque vende. O porque yo creo que vende. O porque es lo único que puedo vender. Siempre he sido un mercenario de las palabras. Escribir es lo único que sé hacer y trato de amortizarlo. Ahora vivo en España y trato de hacerme un lugar como periodista. Necesito algo novedoso, y el tema de actualidad en el último año, tras el 11-M, es el terrorismo.

"Para mi encuentro con el editor de
El País Antonio Caño, preparé una batería interminable de argumentos sobre lo necesario y vendedor que podía ser un reportaje sobre Abimael Guzmán: un vistazo al terror desde una perspectiva nueva, un tema violento y poco visto en la prensa, una encarnación del mal. Pero en realidad no era una idea brillante; era sólo mi única opción. Y él lo sabía:

"—¿Has pensado qué te gustaría escribir?


"—Pensé en una historia de Abimael Guzmán. Quizá una entrevista, si se puede.


"—¿En serio? Entonces ya está. Eso es lo que yo iba a proponerte. Pero tiene que ser rápido.


"Antonio
es un hombre práctico.


"Un mes después, aterrizo en mi ciudad con la sensación de que me he metido en un lío. Para empezar, no sé nada realmente".
No menos sorprendente que la declaración de que el interés de Roncagliolo en el tema del terrorismo es básicamente financiero, es el hecho de que también confiese no saber "nada realmente" sobre el tema un año después de haber promovido su novela Abril rojo como un hito en la recuperación de la memoria peruana sobre la violencia polítiica.

37 comentarios:

Anónimo dijo...

el cinismo de Roncagliolo raya con lo lumpenesco. El y su editor se reúnen como lo hacen los mafiosos para ver qué medidas toman con respecto a la competencia, tienen que ser rápidos y productivos finacieramente. ¿Y la literatura dónde se perdió en todo esto? Lo peor de todo es que grandes editoriales se prestan a que jóvenes escritores perpetran cualquier barbaridad que sea vendible y cause sensación. No me importa si escribe bien -se dirán los señores editores-, lo que me importa es que venda y que sepa vender sus temas. Roncagliolo encaja perfecto en esa lógica. Es un vendedor. Pero, ¿alguna vez será un intelectual?, ¿tiene moral para ser considerado un escritor? Hasta Celine, que fue colaboracionista, tenía una moral férrea y no transaba con nada en su forma de asumir la escritura.

Anónimo dijo...

Correcto, pero... ¿no dices que es el pasaje de la novela? No sé que tan válido sea atribuirle la opinión de un personaje a su autor... digo, es un decir.

Litho dijo...

Ja. No hay que quitarle a Roncagliolo el valor de su honestidad, que si bien es cínica, es veinte mil veces mas aceptable que una actitud hipócrita de querer convencer, sobre algo, que creeríamos puede conocer.

Eso probablemente nos llevaría al hecho de tener a un escritor famoso, que sabe que no sabe, pero que ya lanzado a un ruedo en el que se le permite todo, (escribir sobre sendero o sobre la literatura peruana, domo diste cuenta en un post anterior), podría perpetrar cosas que las daría como verdades inquebrantables y terminar el mismo por creérselas completamente.

De seguro, y me da pena, terminara por lamentarse de haber sido tan honesto con sus lectores, lo cual lo llevara a no exponerse en futuras entregas y a utilizar una mascara que terminara por perder su talento, en caso contrario, ojala, su trabajo se tiña de honestidad y compromiso hacia el mismo y lo que cree son sus temas, y pueda, sino desligarse, al menos aprender a sortear los arrebatos de sus editores que como mastines de campo le piden algo y él, señorito preocupado por su trabajo, entrega.

Anónimo dijo...

a veces es bueno darse cuenta que sobre una serie de temas, sobre los que uno puede estar muy informado, en realidad no sabe nada. bien por roncagliolo que ese es un buen punto de partida para una nueva investigación. tu blog descontextualiza la información para para dejar a roncagliolo como un farsante, cuando simplemente hace su trabajo, escribe sobre lo que le interesa, sobre un tema le interesa a la gente y al editor y claro que puede vender. escribe para poder comer y finalmente no lo hace tan mal. fuera los envidiosos! como hubiese dicho mufarech, fuera los corruptos!

Anónimo dijo...

Por qué los anónimos buscan justificar cualquier lesera cometida por el Santiago. Parece que poniendo la cara de niño bueno ya los convenció de que él no puede ser culpable de nada. Lo que hace se llama traficar con la memoria de los caídos.

Vicky dijo...

Particularmente, no tengo nada en contra de ver que un ser humano se gane los frejoles haciendo su trabajo; en este caso, escribiendo. Juan Rulfo no pudo darnos más de su genio porque no tenía tiempo para escribir: necesitaba subsistir y proveer para su familia y su trabajo como funcionario público era primordial para él. Qué bello hubiera sido que existiera en esa época una editorial que le dijera, no hombre, deja éso y dedícate a escribir, que yo te pago por ello. Todos hubiéramos ganado. Y así, tantos otros escritores y poetas alrededor del mundo.

Roncagliolo tiene esa suerte, y a quien Dios se lo dió, San Pedro se lo bendiga: hay gente que apuesta por su trabajo y le hace encargos. Él tiene derecho a vender su arte y a decidir sus temas, por las razones que estas fueran. Igual hacen los pintores, no siempre pintan lo que quieren, sinó lo que les encargan, y éso es válido, se ganan la vida honradamente.

A lo que Roncagliolo no tiene derecho es a ir por el mundo representándonos y diciendo lo que quiere para beneficiar su producto. No tiene derecho a tergiversar las cosas porque simplemente le conviene, porque así vende más.

Que vaya representando a su editorial, promocionando sus libros, que éso es su negocio. Pero que forme parte de paneles y que representando a Perú diga lo que le conviene de la realidad que enluteció nuestro país, simplemente para seguir vendiendo, es una falta de respeto para todas las víctimas, no sólo las fallecidas, sinó a todos lo que sobrevivieron esa época y a los que fuimos testigos de excepción de aquella tragedia.

No he leído aún este libro, pero ya él mismo dijo que está incompleto porque adolece de la voz de su protagonista: Abimael Guzmán. ¿Y éso? porque lo hizo por encargo, y los encargos tienen deadlines: si seguía persistiendo en su empeño de entrevistarlo, (por aquello de la contínua gota horada la piedra) se le pasaba el tiempo, perdía el encargo, y por lo tanto, el dinero.

A ver si un día consigue otro encargo para que siga persistiendo, y si lo logra, entonces nos entregue la segunda parte.

Anónimo dijo...

Roncagliolo explica con claridad las exigencias del mundo editorial en nuestro actual sistema. Que diga no saber nada del tema del terrorismo hay que tomarlo como un recurso narrativo para llamar la atención del lector hacia el proceso de descubrimientos y hallazgos que sostendrán su historia. La gran narrativa del siglo XIX y XX se ha hecho con el ojo pegado a las ventas y al dinero, pero el tiempo ha decantado las obras realmente valiosas de las que son sólo de vigencia limitada. Celebro que Roncagliolo haya tenido la oportunidad de plantear su proyecto a un editor y conseguir cierto apoyo a su idea. No está engañando a nadie, ni cae en la hipocresía. Es recomendable menos emotividad y más realismo a la hora de apreciar casos como el suyo. En Europa la vida es sumamente cara, y sigue subiendo; no es fácil para un escritor subsistir como tal. En usa un autor puede proponer un proyecto a una fundación y obtener una beca, quizá lo critiquen por esto también. En méxico, el estado da becas, pero puede terminar de esclavo del estado. En el perú la gente escribe cuando puede y como puede, también puede hacer algunas transas más nebulosas, y le dicen mafioso etc. En fin la condición del escritor está siempre en cuestión, es un incomprendido incluso por sus colegas o, mejor, rivales.

Anónimo dijo...

Es el personaje quien dice todo aquello por lo que se le está criticando al autor. La pregunta es: cuánto de Roncagliolo tiene el personaje, y esto es especulación pura. No defiendo a Santiago pero si la narración estuviera en tercera persona, ¿evitaría las críticas? Ojo con eso.

Anónimo dijo...

Es una novela o un reportaje? Si fuera una novela, cuál es el problema? No es ficción? Por qué identificar al autor con el personaje? Si fuera otro autor amigo de Faverón, entonces, sí distinguiría esos planos, pero como es Roncagliolo conviene identificarlos.

Anónimo dijo...

¿Por qué le buscan tantas excusas a roncagliolo? Ese libro es un reportaje, él mismo lo ha dicho mil veces. Ninguna de esas cosas las dice "el personaje". Que asuma sus responsabilidades y los demás dejen de buscarle tres pies al gato.

Anónimo dijo...

Y este anónimo que dice que "en Europa la vida es sumamente cara" y entonces se puede vender cualquier cosa para sobrevivir? Una croniquilla sobre futbol, una croniquilla sobre vedettes o una croniquilla sobre sesenta mil peruanos muertos. Todo es mercancía.

Anónimo dijo...

Pues...que bien. Al final de eso se trata: dinero para subsistir. Al menos creere por un tiempo que el señor Roncagliolo no es hipocrita.

¿Etica del escritor? ¿Acaso dios tiene alguna?

Anónimo dijo...

el critico es el primero es vender su palabra: media entre el productor o creador y el mercado o publico, y lo hace por plata, prestigio y poder.
Vargas llosa respondio hace un tiempo una entrevsita de un periodista chileno sobre una de sus ultimas novelas, no recuerdo cual, y Vargas llosa respondio ufanandose del dinero que ganaria con la novela.
No justifico ni condeno la frase cinica de Roncagliolo -dada en un texto y contexto que dan para mas de una lectura.
Lo que si parece claro es que nadie es senor de la etica, aunque algunos criticos quisieran parecerlo -y cobrar mientras tanto.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Es una pena ver que los comentaristas confunden ser profesional y recibir un sueldo con entender la literatura y el trabajo intelectual como una forma de compraventa. Nadie critica a Roncagliolo por recibir un beneficio económico por su trabajo. Eso es lo justo y se lo merece, como todos.

Algo muy distinto es elegir un tema como el de la violencia política por los dividendos que pueda rendir antes que por cualquier tipo de preocupación intelectual, moral, social o política.

Ya en su artículo de El País, Roncagliolo dejó en claro que él juzga a la literatura peruana según el éxito comercial que obtenga en el extranjero, sobre todo en España. Ahora añade a eso su manera de considerar el tema de la violencia política exclusivamente en función del interés comercial que el tema pueda despertar en España.

Otros podrán pasarlo por alto; yo, lamentablemente, creo que es necesario criticar esa actitud. ¿Eso es en verdad tan discutible?

Anónimo dijo...

La literatura como compraventa la asumen hace tiempo –y cada vez mas- los escritores “profesionales” o aquellos que quisieran serlo o parecerlo (como puede ser el caso de Roncagliolo por ahora). Vargas llosa hace tiempo es un autor de compraventa, por ejemplo. Si lo dudas, preguntale a su agente editorial, y a Ivan thays.
La critica como compraventa siempre ha sido asi, al menos la critica periodistica, la del mediador ante la masa publica.
Lamentablemente cada vez mas el trabajo intelectual tambien esta siendo metido por el mismo embudo de la compraventa.
V.LL. escogio el tema de la violencia politica en el Peru por los dividendos, y para tomar una especie de revancha ideologica contra aquel pais que no lo eligio como presidente, mandandose de taquito contra Arguedas. Nadie podria tomarse en serio la careta de investigacion intelctual mitica con que el autor justifica el texto.
Afortunadamente estos problemas de compraventa abundan en el negocio o negociado de novelas. La poesia esta fuera, aunque algunos “poetas” hablen de “proyectos” mirando con envidia –como tantos narradores y criticos- el éxito relativo y posiblemente efimero de autores como Roncagliolo.

Anónimo dijo...

a mí me parece una discusión necesaria. Roncagliolo es un mal escritor, eso es todo, y ahí podría quedar. Pero se arroga una representatividad, necesita ser representativo para que su negocio funcione. Pienso sobre todo en Abril rojo, una novela complaciente, correctísima, hecha a la medida de una reflexion "profunda". Necesita cómplices y espaldarazos. Por eso es bueno no seguirle el juego.

FERNANDO999 dijo...

Por qué le sigues el juego, Gustavo, déja que el tiempo entierre las falacias y los deseos crematísticos. Deberías preocuparte en difundir la verdadera literatura peruana, la que escriben los jóvenes como Galagarza, Gabriel Rimachi, Carlos Rengifo, Rodolfo Ybarra, Max Palacios,Donayre,etc. por citar sólo algunos nombres.
Saludos

Anónimo dijo...

YO ME QUEDO CON EL CRITICO RECONTRA ENVIDIOSO QUE PUEDE SER MAS BRUTAL QUE EL MISMO ABIMAEL GUZMAN. ESOS SON DE LOS PEORES.

ESPERO QUE ESTES CONFUNDIDO. POR FAVOR, GUSTAVO, ESTE POST ES UN ENGAñA MUCHACHOS. ME PARECE UNA FALTA DE RESPETO QUE LO HAYAS PUBLICADO. ME PARECE ALUCINANTE QUE CON TU EXPERIENCIA CONFUNDAS LA LITERATURA, LA FICCION, CON LA REALIDAD. O CREES TU QUE SANTIAGO TAMBIEN FUE EL CABECILLA DE SENDERO LUMINOSO. NO ME HAGAS REIR.

POR FAVOR, LO QUE ESTAS HACIENDO ES BAMBEAR, CUTREAR, TERGIVERSAR, ALUCINAR, PASAR POR AGUA CALIENTE,QUERERNOS ENGAñAR,AGARRARNOS FRIOS, VERNOS LA CARA DE SONZOS, AL PONER EN BOCA DEL AUTOR LO QUE SIMPLEMENTE DICEN UN PAR DE SUS PERSONAJES, EN " EL PRIMER PASAJE DEL PRIMER CAPITULO DEL ULTIMO LIBRO DE SANTIAGO RONCAGLIOLO", COMO LO HAS ENTRECOMILLADO.

UNA NOTA ASI, TE LO JURO, NO LA HABIA LEIDO NI EL PEOR DIARIO CHICHA QUE SE HAYA PUBLICADO EN EL PERU. ES DE LA MAS BAJA CALAñA.

SI LA ENTRADA DE LA NOVELA ES ASI, COMO DICES, ME PARECE EXCELENTE, PORQUE ES UNA NARRACION VALIENTE SOBRE COMO SE MANEJAN LAS MAYORIA DE EDITORIALES.

ADIOS.

Rodrigo Valera

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Excelente. El problema es que "La cuarta espada" no es una novela ni ningún otro tipo de ficción. Por lo tanto, lo que dices en tu ataque de verborrea con mayúsculas es falso.

Anónimo dijo...

Mi comentario no tiene que ver con el post pero de todas maneras si considero que es una excelente noticia y oportunidad para quienes no estan al tanto de la nota que a continuacion les comento.
Estoy suscrito desde hace un par de años a esa excelente revista gringa Smithsonian(www.smithonian.com) y en el pasado mes de setiembre lanzaron un numero especial celebrando el 37 aniversario, titulado

"37 under 36 America's young innovators in the arts and sciences" Special Issue...

Y para mi sorpresa aparece en la portada, foto de Daniel Alarcon y en la pagina 84 un excelente articulo de Marie Arana
(editora del Washington Post's Book World y escritora) sobre Alarcon... aqui un breve parrafo:

"The world of Alarcon's fiction is raw (crudo,aspero), harsh (duro, severo), filled with calamity and dislocation. But for all its broken dreams, it is a world where humanity reigns. From great suffering -from war, chaos and mass migration- he seems to be telling us, comes a new order, an unanticipated fusion. Not all of it bad. And some of it filled with a rare beauty."

Bien por Alarcon, tendremos que obligarlo a escribir en castellano!

Anónimo dijo...

Oh, no es una novela. Ese es el detalle que faltaba. Mil gracias. Muy buena aclaracion, (sorry pero mi teclado esta en ingles, no tiene acentos). En el blog de Thays acabo de leer que se trata de una gran cronica, vaya cronica, cuyo redactor no logra entrevistar al personaje del que habla. Si es asi, es una cronica fallida. O es un perfil, pregunto. En caso que no sea una creacion literaria y haya publicado un libro periodistico, alli si que Roncagliolo se cachetea solo con ese parrafo que lo va a dejar mal parado. Hace unas semanas, cuando se realizo la pantomima del Bogota 39, lei una entrevista donde Roncagliolo decia que esta seria su ultima novela inspirada en la violencia. Total, es una novela, una cronica, un perfil o un libro de historia.

Ahora el confundido soy yo. Y prefiero reirar mis opiniones del comentario anterior hasta leer el libro de marras. Gracias.

Rodrigo Valera

Anónimo dijo...

El libro ya está en Lima, ayer lo vi en una libería de Miraflores.

Anónimo dijo...

Para comenzar, creo que es oportuno decir que no todo escritor, por el solo hecho de serlo, tiene ya garantizados el conocimiento y la lucidez necesarios para opinar sobre cualquier tema, especialmente los grandes temas que interesan a la opinión pública, tales como la política, la ética, la memoria histórica, entre otros. Es culpa de la prensa, que suele preguntar de todo a los escritores, como si necesiariamente fueran antorchas morales para el resto, y el culpa también de los propios escritores, o de sus egos.

Creo también que en el caso de Roncagliolo, se trata de un oportunismo genético, si no recuérdese la trayectoria política y profesional de su padre Rafael, quien trabajó en el SINAMOS de Velasco, dirigió un diario expropiado por la dictadura velasquista, y hoy promueve la democracia en una ong internacional, luego de haber pasado por el Acuerdo Nacional.

Anónimo dijo...

Creo que el principal problema de Roncagliolo es la superficialidad y desidia intelectual con la que trata sus temas y de asumir que los demas vamos a considerarlo un lider de opinion. Una cosas es que como escritor cree ficciones y que los lectores se la creamos, pero en ensayos se requiere de un rigor analitico que lamentablemente no tiene.
El tema de la violencia ha sido extensamente estudiado en el pais, bien pudo documentarse mas, las declaraciones de Roncagliolo, asi como sus articulos, pasan no solo por un problema de ignorancia y voluntad de engaño intelectual sino por un problema moral. Altamente cuestionable.
El hecho de ser escritor le da una responsabilidad adicional y agrava su posicion ideologica.
El ser mediatico no es sinonimo de calidad intelectual sino que le pregunten eso a la Amiga de todos.

Anónimo dijo...

Por qué le tienen tanta envidia a Roncagliolo? ¿Porque publica en España y escribe en el País? Cuantos mamarachos de aquí quisieran estar en su pellejo. ¿Cuántos? Lo que pasa es que ha tenido suerte pues el muchacho. Que sean buenas o malas sus novelas, eso lo juzgará el lector que tenga en sus manos sus libros. Para unos Pudor es horrible. Para otros, no. Para unos Abril rojo, es una novela que no tenía por qué ganar ese premio. Tal vez no lo merecía, pero resulta que hoy en día la literatura es un producto de venta. Personalmente prefiero mantenerme al margen. Veo como patalean unos corren a las feria, otros saltan en los aviones, unos lloran porque no se les publica y otros quisieran con toda su alma que se les invite, unos publican y otros no, unos serán recordados y otros no. Al final habrá nuevos, nuevas historia, pero se impondrán las que estén verdaderamente bien escritas. Hace unos días llegó a mis manos ZAMA de Antonio Di Benedetto. Vaya manera de trabajar.
No tiene nada que ver esto con la venta o no venta de los libros. Entiendo que todos quieran su lugarcito en el infierno. Pero entiendan que las llamas no son para todos. Así que a sentarse a trabajar y hablar menos, que el pez por la boca se retuerce antes de morir.

Anónimo dijo...

Hoy apareció una entrevista en el diario El comercio, donde Roncagliolo hablaba al respecto.
Llamá la atención la siguiente frease:

"Creo que la terapia se puede dar por terminada".

De qué terapia habla el autor de Abril Rojo:¿ directamente fue él victima de la violencia politica de esos años, y, lamentablemente, perdió a un familiar por lo cual tiene un trauma? ¿O es que a los ojos del mundo globalizado Roncagliolo está usando esto del "trauma" -y él obviamente lo encarna, al ser "peruano" - para vender su novela?
Da qué pensar.
saludos

Anónimo dijo...

Hay gente que habla de ética, pero que tiene la moral de las abuelas o piensa que una frondosa cultura puede darle la piedra filosofal del asunto. Es curioso que, a pesar de que apelan al profesionalismo, en esta página nunca haya opinado un filósofo espcialista en ética

Gustavo Faverón Patriau dijo...

La ética de la creación literaria es obviamente un tema de la crítica y la teoría literarias.

¿Y el comentarista quiere que salga alguien a encañonar filósofos para obligarlos a opinar en este blog?

Anónimo dijo...

Es también un tema de los lectores y también de los que se sientan afectados por las creaciones literarias.

Anónimo dijo...

Si se puede metafóricamente "encañonar" a los escritores, ¿por qué no a los filósofos? Aquí ya se hizo eso antes con Pepi Patrón. El asunto es este: ¿tiene fundamento profesional la postura ética de los teóricos literarios y críticos bloggeros asociados a puente aéreo? Qué viva la especialización

Anónimo dijo...

Anónimo: La ética no son matemáticas, podemos opinar sin tener un fundamento profesional; además, de una forma u otra, todos nos hemos visto en dilemas parecidos a los de Roncagliolo, creo que de alguna forma podemos hablar por experiencia.

Anónimo dijo...

Hace varios años tuve esta discusión con una persona cuando yo y otro amigo hablamos sobre adaptar cuentos de Bukowski a comic. A esa persona le pareció terrible "prostituir" la literatura de Bukowski, porque sólo lo estábamos escogiendo porque "vendía", y encima ni siquiera nos gustaba mucho. Yo le dije: 1) Uno de nosotros necesitaba la plata (y no exagero). 2) De ninguna forma vamos a hacer una versión aguachenta sólo para cumplir y sacar la plata (que era lo que hacía el que dibujaba cuando andaba de mercenario en alguna agencia publicitaria) 3) Habían algunas cosas de Bukowski que sí nos gustaban, y se iba a hacer énfasis en ellas, es decir, no se iba a buscar hacer un resumen de las partes más estridentes, que seguramente era lo que hacía que la gente se acerque a esos cuentos. La persona que me cuestionaba me dijo que prostitución es prostitución; yo le respondí que es posible que sea cierto, pero que el tema no era tan grave, que esto era sólo literatura y que se iba a tratar bien. Esta persona me mandó a la M.

Me puedo imaginar a Roncagliolo diciendo más o menos las razones que yo di en esa ocasión, pero el tema de la violencia sí es muy grave como para tratarlo a la ligera. No sabremos cómo está tratado el tema hasta que leamos el libro, pero por lo que pone Faverón en este post... parece que Roncagliolo tienen todas las de ganar el premio "Ándate a la M - 2007".

Daniel Salas dijo...

Les propongo a quienes ponen en duda la posibilidad de juzgar las posiciones morales simplemente comparando la ética de José Watanabe y la de Santiago Roncaglolo. Tal vez se trate de una comparación abusiva, pero necesaria. ¿Cuál de los dos es nuestro modelo es escritor?

viteh dijo...

choca por su excesiva honestidad. el publico no esta acostumbrada a tanta dosis de transparencia acerda de las motivaciones personales de alguien...prefiero q roncagliolo haya dicho eso a q venga con cojudeces demasiado culturosas o academicas para justificar un escrito. como dice Sloterdijk en su critica de la razon cinica. "calificar a un político de refinado y de cinico es lo más cinico que pueda haber en estos tiempos"... no vengan con uevadas tanto el articulista como los comentadores...no vivan en el mundo de barney dejen para las peliculas esa vision romantica de la literatura. por lo demas el libro lo terminé hoy y es el primero q leo de este tio...ni pan ni pizza...hubo una parte en q equipara a Abimael con luke skywalker...bueno ahi ta pe señor Duchamp esto es lo que pasa por colgar waters en exposiciones de arte...todos estos son tus hijos...

Anónimo dijo...

La ética parece una cuestión de conducta pública para Daniel Salas. ¿Y si en la vida privada se es todo lo contrario?

Tanque de Casma dijo...

Una acotación a tu post, Gustavo.
Al leer todo el libro se entiende que ese pasaje que citas es de una época anterior a cuando escribió Abril Rojo, por lo que la confesión de Roncagliolo sobre que no sabe nada de Sendero no tiene el agravante de haber sido él autor de una novela sobre terrorismo.
Saludos
ECG

Anónimo dijo...

Gustavo, sé que las tendencias modernas de la teória literaria no están encajadas dentro de un horizonte teórico que contemple asuntos como la oferta o la demanda. Quizás no este enterado de nuevas tendencias, más recientes, pero no asumo como posibilidad una crítica que descontextualice un parrafo para configurar una postura moral, no es que no consideré chocante la sinseridad de Santiago, porque lo es y quizas ese sea el exceso. Ojo que el mismo comenta contextualizando el texto del post que todo lo dicho es en la entrevista con el editor de El País, al que no tenía que darle una explicación del fenómeno de la violencia sino cuan vendedor podía ser su artículo y se autodenomina mercenario.