10.11.07

Cinco dedos de furia

La asombrosa rapidez de Eloy Jáuregui para el plagio

El artículo de Eloy Jáuregui en La República de hoy (titulado "El chino D") debe ser el peor comentario de un libro aparecido en la prensa peruana en lo que va del año (dicho esto en noviembre, podría ser dicho en noviembre de cualquier año, me temo). Pero, al menos, eso es casi una garantía de que su autor lo ha escrito con su propia manito.

Más lamentable que el poco nivel de ese artículo es que, si uno hace clic sobre el enlace que aparece debajo del nombre de Jáuregui en el website de La República, llega al blog del autor y se encuentra con otro artículo, "El interminable suplicio de seguir escribiendo: la amistad, la traición y la envidia", una suerte de reseña de la última novela de Alfredo Bryce, que no es otra cosa que el enésimo asalto a mano armada que comete Jáuregui en su blog: el texto es un plagio total del artículo "La amistad traicionada en la novela de Bryce Echenique", de Concha Carrón, redactado para la agencia EFE.

Dicho sea de paso, los textos que vienen después en esa cueva de reducidores que es el blog de Jáuregui también son producto del saqueo indiscriminado del seudoperiodista y seudoescritor: su artículo sobre Paul Auster está armado con retazos de una entrevista aparecida en La Razón, bajo el título "Pienso que el arte es como el sexo: si no te relajas no disfrutas", y su post sobre Doris Lessing es una vergonzosa copia textual de otro ("Así es Doris Lessing") que Marianne Ponsford publicó en El Tiempo. Jáuregui sólo le cambia el párrafo de entrada y el título.

A quienes siguen preguntando por qué me molesto en enumerar los constantes e interminables plagios de Jáuregui, les respondo: no tengo ninguna esperanza de que este expropiador de textos rectifique su conducta, pero sí abrigo otras dos esperanzas vagas: la primera, que La República se dé cuenta de que no debería contar a una persona así entre sus columnistas; la segunda, que los periodistas y los bloggers que nunca se cansaron de denunciar otros casos demuestren su consecuencia señalando las culpas de este señor, que es doblemente colega de ellos (y, para mi desgracia, mío también).

Fotomontaje gfp.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La prosa de Eloy está dirigida principalmente a damas culturosas,¡todas las que le liguen!, eso está clarísimo para este humilde suscrito. Que no deben ser muchas, también lo veo claro, y el poeta Eloy se parece a Bryce en la impostura de querer ser un don Juan de éxito,algo falso por ambas partes.Ya he sostenido que el periodismo nacional y el ambiente teatrero está saturado de culturosos.El barroquismo chicha de Eloy es libidinoso y no intelectual.

Anónimo dijo...

Eloy: "Último señor de los señores que bailó mambo con Pérez Prado, cantó con los Áscuez y Romerito, comió felino con agua de tablón donde Falcón".

Más respeto, Gustavo, por los que han comido gato.

Anónimo dijo...

que tal concha la de este tipo¡
¿y la república? ¿no dirá nada?