A la reja

A la reja debería ir el fiscal del caso Patiño

Desde un primer momento dije que en la medida en que me quedara clara la inocencia de Melissa Patiño, no dudaría en apoyar los pedidos para su liberación. Gracias a un correo de Rocío Silva Santisteban, leo un fragmento importante del auto de apertura de instrucción preparado por la fiscalía en el caso de la estudiante sanmarquina. Llamo al fragmento importante porque es la primera pista visible de cuál es la supuesta culpa que el Estado quiere encontrar en Patiño. Hay otros adjetivos que valdría la pena usar para calificar al documento: es estúpido, es incoherente, es antijurídico, es cantinflesco y es miserable.

El fiscal quiere acusar a Patiño de cosas que, para comenzar, no ocurrieron en el país y que por cierto no constituyen delito ni en el Perú ni en Ecuador, ni probablemente en ningún lugar del planeta salvo en los que estén regidos por las dictaduras más perversas como la cubana o autoritarismos desaforados como el venezolano (por ejemplo: el auto acusa a Patiño de haber leído ataques contra Alan García escritos por manifestantes de la Coordinadora Bolivariana en muros de Quito). Yo, que nada sé de leyes, me permitiré decir que debería haber una ley contra la imbecilidad manifiesta de personajes como el fiscal que redactó ese texto, que cito aquí:

"Melissa Patiño Hinostroza, a quien se le imputa ser responsable del delito de terrorismo al formar parte y prestar apoyo a la organización terrorista MRTA, que a su vez forma parte de la Coordinadora Continental Bolivariana - Capítulo Perú, y participado en el II de la Coordinadora Continental Bolivariana llevada a cabo en Quito - Ecuador, al cual también forman parte las FARC - EP en la Casa de la Cultura de Quito y en el Politécnico del citado país, habiendo asistido en calidad de invitada por intermedio de un amigo del movimiento cultural Círculo Luis Enrique Amaya Alvarez, conforme se desprende de su manifestación de fojas ciento cincuenta y ocho a ciento cincuenta y nueve, continua a fojas doscientos veintiséis a doscientas treinta y cinco, en la cual señala también que conoció a Roque Gonzalez La Rosa y que sus gastos de viaje para asistir al evento de la CCB fueron solventados por los conocidos como "Richard" y"Jaime", a quienes no los identificó plenamente; asimismo se tiene que la denunciada Patiño Hinostroza habría participado de una marcha de protesta en Quito - Ecuador con el rostro semi-cubierto, lo cual indica que lo hizo como una cuestión de solidaridad con la marcha "Anti Imperialista", así como para "Evitar el ingreso de los soldados Norteamericanos a Latino América", habiendo empleado las arengas "Alerta alerta que camina la espada de Bolivar por América", "Y no queremos y no nos da la gana ser una colonia Norteamericana", "Y si queremos y si nos da la gana América Latina socialista y soberana", negando haber participado en estas acciones; que, en relación a las pintas que se efectuaron en la ciudad de Quito que señala "Alan genocida", indica que pudo ver dos pintas, desconociendo quién las hizo, pero que estás tenían la firma de la Coordinadora Continental Bolivariana, comforme se desprende de su declaración preliminar antes citada; que, asimismo se tiene que la denunciada habría tenido una participación dentro del desarrollo de las actividades de la CCB en Quito - Ecuador, como integrante del CAPITULO PERU, en la cual forma parte el MRTA, habiendo compartido diversas mesas de trabajo, así como el haber participado en la visualización del video mensaje de saludos a los "delegados" por parte del integrante de las FARC, Raúl Reyes".

Una vez más quiero dejar en claro mi posición: yo no creo que valga la pena dudar que Hugo Chávez, acaso el más triste accidente en la historia latinoamericana de la última década, está desfalcando al Estado de su país para invertir dinero del pueblo venezolano en la construcción de una red política que lo tiene a él como principio y como fin.

Chávez, un populista autoritario, retardatario en términos culturales, moralmente engorroso, corrupto y fronterizo en lo intelectual, ha de alguna manera convencido a buena parte de la despistada izquierda latinoamericana de que su gorilismo verborreico y su defensa de terroristas y narcotraficantes es, de alguna manera incomprensible, el camino hacia algún tipo de revolución.

Para mí, cualquiera que se trepe al carro de Chávez es o muy tonto y despistado o muy descarado y oportunista. No me interesa en cuál de esas esquinas está Patiño, porque ni el despiste ni la tontería ni el descaro ni el oportunismo son delitos. Pero debe quedar en evidencia que no sólo son infames los veinte años que este fiscal absurdo está pidiendo para ella; también es infame el favor que la idiotez aprista le está haciendo a la causa de los desorientados que apoyan a Chávez dentro y fuera del Perú.

Los comunicados cada vez se multiplican: unos quieren tomar la carcelería de Patiño como un ataque contra los universitarios; otros, como un atropello contra poetas y artistas; otros, más dados al drama nonsense, como una especie de guerra de Estado peruano contra el Jirón Quilca; otros menos imaginativos desempolvan adjetivos como macartista, fascista, polpotiano, cada uno más arbitrario que el otro; otros, rayando en la autocaricatura, alzan la ceja y dicen, como si lo creyeran, que ya todo esto estaba anunciado en la polémica andinos vs. criollos.

Cada quien parece empeñado en llevar agua para un molino distinto, cuando aquí lo que hay que hacer es dejarse de politiquería y decirle al Poder Judicial que tiene que mandar a su fiscal de regreso al quinto de secundaria y que si el Palacio de Justicia va a seguir teniendo el nivel de la Tremenda Corte, los peruanos en algún momento preferiremos resolver nuestros problemas jugando yanquempó antes que acudiendo al sistema judicial. Nadie merece que su futuro esté en manos de funcionarios incapaces y magistrados sin la menor preparación ni seriedad, y cuando digo esto lo digo por Patiño y por todos.