16.5.08

Arqueología

Lecturas superficiales y de las otras

Estas son dos cosas que he hecho con frecuencia en el blog: la primera, quejarme del limitado rango de lecturas que tienen muchos jóvenes estudiantes de literatura e incluso, a veces, escritores de la última generación, que limitan su canon personal a la narrativa contemporánea, y, dentro de ella, a poco más que la novela anglosajona y la hispanoamericana actuales; la segunda, recomendar con insistencia la lectura de los clásicos, o, por lo menos, de escritores consagrados de generaciones previas.

Hay un argumento que no he usado hasta ahora, según me parece, aunque es el más obvio y el que coloca los dos asuntos anteriores en una misma cadena de consecuencias: quienes sólo leen literatura contemporánea, no pueden disfrutar sino su superficie, pierden la oportunidad de gozar con el descubrimiento de su arqueología, de sus fuentes, de sus orígenes, de aquello que movió a sus autores a la escritura. Considerando que muchos de los adoradores de lo contemporáneo caen rendidos a los pies de novelas profundamente metaliterarias y postmodernas, es decir, hechas de citas y referencias, de parodias y alusiones, esa carencia resulta incluso paradójica y, ciertamente, castradora.

Porque, ¿cuánto puede disfrutar de Auster quien no ha leído a Borges, y de Borges quien no conoce a Homero, a Shakespeare, a Coleridge, o quien ignora a Chesterton, a Kipling, a De Quincey? ¿Cómo puede intentar una comprensión abarcadora de Vargas Llosa quien desconoce a Flaubert, a Victor Hugo, a Tolstoi? ¿Hasta qué punto puede decir que comprendió los mecanismos de Bolaño quien no leyó a José Bianco o los de Caicedo quien no leyó a Cortázar o los de Vila-Matas quien no leyó a Pérec?

¿Cuán adentro de una novela de Onetti o de García Márquez llega quien olvidó leer a Faulkner? ¿Qué sabe de Carver quien esquiva a Hemingway, o de Bukowski quien desatiende a Burroughs o a Kerouac, o de Levrero quien prefiere no leer a Kafka, o de Kafka quien deja de lado a los místicos alemanes? ¿Cómo comprender cabalmente a Javier Marías sin fijarse antes en Cervantes, en Sterne, o disfrutar a Fernando Vallejo sin prestar atención a Quevedo o a Thackeray? ¿Qué les dice Antonio José Ponte a quienes no han leído a Carpentier y Lezama Lima, o Lezama Lima a quienes no han leído a Góngora o a Valéry?

Hay una diferencia notable entre un buen lector y un observador de superficies, y no hay buen escritor que no sea un buen lector. Cada obra literaria de importancia, como quería Borges, es siempre una reescritura, una inscripción en la tradición y a su vez una reforma de ella. Leer un libro sin comprometerse en el tejido dentro del cual ha sido engendrado es mutilarlo, esterilizarlo, amputarle una parte; es como ver una película con un ojo cerrado y los oídos tapados: es leerlo sólo en parte, silenciar mucho de lo que tiene que decirnos.

Imagen: Laurence Sterne. Quienes adoran la novela postmoderna no deberían pasar por alto su Tristram Shandy, no importa que sea de 1759.

42 comentarios:

Anónimo dijo...

En el Perú, los escritores y agentes culturales de las décadas pasadas formaron lectores muy limitados. Son culpables de fomentar lectores que se deslumbran por el fetiche de la literatura contemporánea como mercancia. Un amigo tuyo que se muere por la serie Narrativa COntemporanea de Anagrama tuvo un programa de tv durante un chupo de años y jamás trató a los clásicos y se deleitaba exhibiendo los libritos amarillos... No escupas al cielo

Anónimo dijo...

Estimado Gustavo, estoy muy de acuerdo en la importancia de la tradición, pero haciendo de abogado del diablo, ¿qué opinas acerca de la idea de que cada obra tiene una autonomía, por lo cual debería considerarse su independencia estética en su evaluación?

Enrique Prochazka dijo...

Hola Gustavo.

Mencioné algo parecido (que publicaste en PA) durante la presentación de Lecciones de Origami, de Augusto Effio. El caso es que tu afirmación "escritores de la última generación, que limitan su canon personal a la narrativa contemporánea, y, dentro de ella, a poco más que la novela anglosajona y la hispanoamericana actuales" apenas roza, a mi entender, lo castrante -como dices-de la situación. No se trata sólo de que estos escritores nuestros no lean narrativa de otras épocas o algo más que novelas hispanoamericanas. El volumen de lo que se privan abarca desde la Astronomía hasta la Zoología contemporáneas. Si bien estoy completamente de acuerdo en que la sustancia nuclear de la narración (contemporánea o clásica) no puede escamotear aquello que es estudiado por sicólogos, sociólogos, antropólogos, filósofos o semiotas, tampoco la veo completa si quien narra no entiende también el mundo contemporáneo en sus tendencias más materiales, manías tecnológicas, afanes medioambientales, etc. De esto los autores a los que pareces referirte leen poco o nada. Para usar el famoso ejemplo de CP Snow, es verdad que pocos de ellos podrían recitar a Shakespeare, pero me parece claro que ninguno entiende el segundo principio de la termodinámica. Y me pregunto si será distinto, digamos, entre los noveles autores de Ciencia Ficción.

Saludos, E

Anónimo dijo...

Pero existe otro peligro de considerable importancia, sobre todo para críticos, reseñistas profesionales y académicos. Ese peligro consiste en interpretar las obras incidiendo una y otra vez en las fuentes literarias de las que se nutre; como ocurre cuando uno lee críticas a las novelas de Vargas Llosa, no hay crítico que no mencione a Flaubert. ¿Es eso conocimiento verdadero o rutina? Ahora, no veo por qué el placer de leer a Auster se incrementaría si uno conociese a Borges; las posibilidades y ángulos de lectura, para cualquier obra significativa, son siempre mútiples, casi infinitas, y tan profunda puede ser la lectura de un académico como la de un hombre inteligente que ha encontrado en un libro valores que exceden lo literario.

Jorge Rodríguez Gil dijo...

Gustavo:
Cuando hablas de literatura, como en este post, es cuando sale lo mejor de ti (aquí eres muy interesante y a veces brillante). En cambio, cuando hablas con el hígado sobre x personas, eres uno más (critico tu post donde despotricas despectivamente de blogs ajenos -ahí no cuestionas los argumentos sino vas al plano de lo personal-.)

Siga escribiendo más posts como este último, porque ahí radica el valor de Puente aéreo.

Saludos,
Jorge

Anónimo dijo...

Como yo lo veo, están exagerando. Creo que un escritor puede nutrir su práctica mucho más traduciendo obras fundamentales de dos o tres autores fundamentales que leyendo decenas de autores con afanes "todistas", es decir, con la pretención de saber un poco sobre todo. Traducir -que es una lectura atentísima en todos los niveles y que implica la revisión de muchas otras fuentes- a dos o tres es, quizá, creo, mejor que dar clases sobre diez.

Anónimo dijo...

Que conste que,una vez, en Notas Moleskine, al ver el retrato de Prochazca, hice un comment allí,yo que no lo conozco y que todavía no lo he leído,diciendo que su rostro (el de Prochazca)expresaba una gran inteligencia.Para convencerse de que di en el clavo,léase el comment de 2:16 AM.
R. B.

Anónimo dijo...

eso de superficiales les cae como anillo al dedo al ZONZONETE y su grupito de siempre, (sifuentes y cia.)

Anónimo dijo...

Yo, no me siento tocado, ni aludido por el texto de Faverón. Ya que soy un lector variado y me gusta descubrir las influencias, fuentes detectables de las obras contemporáneas. Incluso trato de mantenerme actualizado leyendo otras materias como menciona Prochazka (astronomía, zoología).
Ahora bien, que un porcentaje considerable de lectores no aprecien en su máxima dimensión la tradición literaria, eso es cierto.

LuchinG dijo...

Uno hace lo que puede con lo que tiene. Si puedes ser Sherlock Holmes y estar al tanto de los detalles, excelente; pero si los detalles están fuera de tu alcance, no te queda más remedio que ser Arsenio Dupin. Una mirada ignorante no necesariamente es poco profunda. Pero con eso no quiero decir que para la flojonería haya disculpa.


Prochaska: No me acordaba cuál es el segundo principio de la termodinámica. En wikipedia encuentro: "Esta ley regula la dirección en la que deben llevarse a cabo los procesos termodinámicos y, por lo tanto, la imposibilidad de que ocurran en el sentido contrario (por ejemplo, que una mancha de tinta dispersada en el agua pueda volver a concentrase en un pequeño volumen)." Como puedes ver en el ejemplo, esa ley es sentido común. Pero incluso si no lo fuera, los principales defectos en una historia de ciencia ficción no tendrían que venir de allí, sino de qué ha querido hacer el autor con lo que está contando. En Soy Leyenda hay varios detalles técnicos, que aun si fueran absurdos (no los recuerdo en este momento) no se tirarían abajo la historia. Para eso está Will Smith.

Anónimo dijo...

Habría que hacer una lista de contraeejemplos de esas que confecciona Faveron, sobre lo que dice Prochazka: una lista de escritores excelentes que ignoran el segundo principio de la termodinámica. Intuyo que no serán pocos (solo contando escritores del siglo XX pa' delante) y que el más bajetón de la lista está muy por sobre lo que hasta ahora ha mostrado Prochazka.

Me parece que el criterio es demasiado cerrado, sean más abiertos con la creación. Lo que dicen es una posibilidad entre otras. Faulkner o Bellatin, dos autores más que diferentes, pero a años luz de Prochazka, son más flexibles con sus ideas sobre los principios de la creación literaria.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Mario: lo que propones es un experimento de laboratorio, en la práctica irrealizable. No puedes leer un texto sin ponerlo en contacto con lo que tú sabes de la tradición. Por otro lado, ignorar la tradición no es un método, es simplemente renunciar a un modo del lenguaje que es precisamente el que las obras actualizan.

Anónimo dijo...

en notas moleskine casi nunca se habla de los clásicos y no me parece un mal blog, no estarás exagerando?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Enrique: estoy de acuerdo contigo. Uno de los fenómenos más extraños que yo percibo es el de quienes celebran que la novela contemporánea rompa los diques de la separación entre la narración y el ensayo y, sin embargo, nunca leen ensayo. Para mí, al contrario de lo que piensan los pesimistas, lo que llamamos postmodernidad es una nueva forma de humanismo, y en ese sentido, para recurrir a una paráfrasis conocida, nada de lo humano le debería ser ajeno. Tú dirás "ni nada del universo físico y metafísico": no te voy a contradecir en eso tampoco.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con las palabras de Jorge. Cuando te pones de comadre y metiche, Puente aéreo es una porqueria.

Enrique Prochazka dijo...

Pues bien, pensé que obtendría reacciones algo más acaloradas con mi intervención, pero en cambio veo opiniones interesantes y muchos aciertos, que quiero comentar. Para mí, pese a lo que parecen haber interpretado algunos, el tema de si la LECTURA se enriquece, y cuánto, con el conocimiento de los antecedentes literarios (o de los otros) es antigua e indecidible. Publiqué un ensayito sobre esto en "Un año con trece lunas: el cine visto por los poetas peruanos" (Óscar Limache, compilador; Colmillo Blanco, 1995) pp. 231-235. El texto se llamaba “Paradoja de Aquiles y las Tortuninjas”. Sé que el libro es difícil de conseguir, y no tengo una versión electrónica, pero veré de colocar un enlace y hacérselo llegar.

En su respuesta, Gustavo cita una frase del personaje Cremes en "El enemigo de sí mismo". ”Nada humano me es ajeno” le gustaba a Marx y de tanto decirla muchos creen que es suya. Recuerdo que primero me enseñaron que era de San Agustín, pero es de Terencio, otro magrebí cuatro siglos anterior. Terencio la emplea para justificar a un metiche. ¿No la habrá dicho nadie antes? ¿Será acaso una expresión popular de la latinidad norafricana, que Agustín recogió honestamente sin conocer el precedente? Gustavo, obviamente, conoce el precedente, pero ¿es el de Marx? ¿Acaso el del obispo de Hipona? Acaso la frase, quizás robada de otro, de Terencio? ¿Acaso importa? (¿Importa, pues, que las Tortuninjas se llamen Donatello, Miguel Ángel, Rafael y Leonardo?).

La posmodernidad es una forma de humanismo, es cierto; quién sabe si nueva. Creo que hemos pasado por estas melànges ya antes. Esta nos permite, por ejemplo, anónimo de las 3:34:00 PM , que Notas Moleskine ignore a los clásicos aunque éstos floten en ese (encantadoramente monomaniaco) blog como témpanos, y lo que vemos han de ser sus afiladas facetas contemporáneas. No me desespera que Iván no suela hablar de otra cosa. Me habla de algo que yo en general ignoro, y esto me basta para gatillar los resortes del aprendizaje. Se lo agradezco.

Lo del Principio de Carnot es, como dije, una vieja diatriba de CP Snow a propósito de que, en los 30s, la palabra “intelectual” ya no parecía incluir a gentes como Paul Dirac o Ernest Rutherford. Sugiero que le echen una mirada --especialmente, el anónimo que emplea la expresión, tan astrofísica, de “años luz”, para ilustrar (interesante verbo) mis handicap literarios, sin duda verísimos--. Creo que no me ha entendido, pues no se trata de encontrar Grande Escritores que No sepan Nada de Física (ni siquiera lo que es un año luz) y en vez de trascribir la cita entera le recomendaría aquí el enlace a Weakypedia. No tiene pierde, pero esa fuente ha sido oficialmente tachada de Puente Aéreo, me parece, y no deseo faltar a esa delicadeza. A mí Weaky me divierte cantidad, como decía mi prima de Pozuzo.

Luching: bravo. Creo que le das al blanco con aquello de “uno hace lo que puede con lo que tiene”. Creo recordar que por allí iba la conclusión de mi "Paradoja de Aquiles y las Tortuninjas". Y también lo era la obversa de tu otra frase: una mirada profunda no necesariamente es sabia. El erudito corre el riesgo (y muchas veces cae en la trampa) de enmarañarse en sus referencias y perder otra condición esencial de la apreciación estética, que es el ritmo. Desde luego, es más rico poder dilettar entre Terencio y Marx y Agustín, pero probablemente eso arruine la lectura para muchos, y no creo que tan solo por flojera. Quizá debimos dejarlo en las líneas finales del anónimo de las 7:58:00 AM. Es lo que hace que el tema, me temo, siga siendo indecidible.

Saludos, E

schatz67 dijo...

Una discusión interesante.Sin duda una de los mejores alegatos sobre la importancia de leer a los clásicos la dió Italo Calvino en un libro de ensayos de título similar.

Pienso que hacer esta reflexión en una época donde lo superficial e inmediato parecen ser los únicos paradigmas válidos es absolutamente razonable.Más aún, cuando ciertos atavíos adánicos son la característica más resaltante de algunos narradores contemporáneos.En la literatura-como en la música-todo lo que se escribe hoy en día es de alguna forma tributario de lo que se hizo en una época anterior a la nuestra(and so on).Y reconocerlo no tiene nada de malo pues a la larga solo nos ayudará a entender la génesis y a deconstruir mejor aquello que consideramos único y novedoso.

Saludos

Jorge

Anónimo dijo...

Vaya que, Prochazca, cree que una opinión "acalorada" es sinónimo de no interesante (aburrido, tedioso, etc). Pensé que los "intentos" de escritores "interesantes" eran más dotados de lo que parece.
Y de dónde sacas eso de "weakypedia", otra errata, imagino, salvo que te estés refiriendo a un enlace de youtube.

Anónimo dijo...

Acá la gente es un cague de risa. Creo que es necesario lo que dices, y creo que apunta a un balance: conocer tan bien lo que se escribe ahora como la tradición. Cada obra tiene su autonomía: rescata una serie de relaciones, conversa con libros, los reescribe, los emula o supera en algunos aspectos, en otros registra una deuda o una carencia. Pero acá no solo hay desconocimiento de tradiciones, también hay desconocimiento de lo que pasa afuera ahora, del presente. Eso se nota en la narrativa peruana joven, que desmedidamente recurre a Cortazar, como si hubiera publicado todos sus libros juntos hace dos semanas. No sé que tienen contra los libros de Anagrama, que ha publicado tanto clásico contemporáneo, tanto libro desconocido hasta para los reseñistas de periódicos que solo han leído rayuela y sueñan con tirarse a la Maga versión peruana. Su línea editorial es ampliamente mejor que la oferta de Alfaguara, o la adefeciera Planeta (ni que decir de sus filiales peruanas: mucho desacierto editado).

Enrique Prochazka dijo...

Hola de nuevo. He colgado el texto al que hago referencia en:

http://cartasarchipielago.blogspot.com/2008/05/paradoja-de-aquiles-y-las-tortuninjas.html

Veo que probablemente me he estado contradiciendo a mí mismo. Como Whitman, será porque a mi edad contengo también a ese pata de 30 años que escribió ese ensayito.

Anónimo de las 8:38:00 PM: yo expuse un contraste, no ofrecí un sinónimo. Lo de Weaky es una broma. Remember jokes?

Chau, E

Anónimo dijo...

creo que la frase no es de Agustin. hasta donde tengo leido es de Ciceron.

Salve
R

Andrea Naranjo dijo...

Tal vez los autores de ciencia ficción no entiendan la segunda ley de termodinámica... Francis Bacon en La nueva atlantida imaginó la manipulacion artificial agricola, el avion y el submarino pues él era político.
En todo caso existe un buen blog llamado "Física en la Ciencia Ficción" - http://fisicacf.blogspot.com/
Lo de la segunda ley de termodinámica a gradísmos rasgos va así:
La primera ley de termodinamica nos recuerda que la energía no se crea ni se destruye.
La segunda Ley de termodinámica determina el flujo de energía entre sistemas. Para analizar la cultura y producción de cultura por ejemplo, la segunda ley de termodinámca establece que siempre que se hace un trabajo enra el principio de entropía : se usa energía y ésta se transforma, implicando cada transformación un grado de orden o "desorden" jugando ya el factor de incertidumbre.
saludex

Andrea Naranjo dijo...

Hola Luching¡
A mi gusto Soy Leyenda se va abajo cuando la chica brasileña suelta un discurso religioso sobre el refugio reeeeeee loco :( aburrido o seráque yo misma me aguo la fiesta... fuera de eso hay un montón de detalles que no explican qué pasó exactamente, qué virus, cuál y por qué es la degradación y transformación genética de los infectados etc etc etc.
saludex¡

Andrea Naranjo dijo...

En Iromn Man el discurso del papel de la ciencia e investigación a favor de la guerra y de la maldad inhgerente de la especie humana para aceptarla tal cual ( sin la guerra no hay paz) es bien fuerte de comic ... xD

Anónimo dijo...

Saludos,

cuando leí la primera intervención de Prochazka me pareció importante que reforzara el argumento de Faverón en una arista no contemplada por el gendarme. Si un escritor debe conocer el canon literario pues que entienda también que el entramado de las referencias es más complejo que un título específico y que alberga también al conjunto de textos y de conexiones temáticas que puede hacer con su entorno. A pesar de que salude el comentario pertinente del buen escritor, no comparto el énfasis y el enfoque de lo que vienen discutiendo.

Me parece un exceso fanático el elaborar recetas tan parciales de lo que es ser un buen escritor. Un escritor, es cierto, debe tener un conjunto de lecturas para nutrirse y elaborar un perfil crítico ante la creación. Comparto esa afirmación y creo que nadie podría rebatirla porque es simple lógica. En lo que sí disiento es en el hehco de que, por lo menos Faverón, establezca que el perfil lector es el perfil académico, el que puede formar uno en las aulas universitarias y en los post-grados. La educación académica sirve, entre otras tantas cosas, para poder entender espacios y títulos del canon que probablemente nunca habríamos conocido si no tuviésemos una formación académica. Hay muchos aprendizajes valiosos y centrales a lo largo de la carrera pero ostentar ese perfil lector no asegura proezas narrativas exitosas. Un buen escritor puede conocer con fervor un canon personal disímil que no necesariamente atraviese un ordenado grupo de referentes universales, pero hacer una literatura grandiosa. Thomas Pynchon es un escritor magnífico, una proeza en muchos niveles y, es cierto, tiene una avalancha de conocimientos físicos, psicológicos, biológicos, etc. que le dan una versatilidad única en su narrativa, pero un escritor puede tener un dominio magistral con un canon no estrictamente académico y ordenado, y conseguir obras igual de significativas. Me parece que están excediéndose en fomentar una visión de la literatura enclaustrada en las aulas y no están tomando en cuenta que la dinámica creativa es menos acartonada que leer sólo contemporáneos o leer sólo clásicos.

Sólo quería hacer ese comentario, creo que ha sido extenso. Lo he hecho tratando de ser respetuoso, pero excúsenme los excesos, si los hay.

Antonio Tuya

Anónimo dijo...

Estimado Prochazca: veo que usas el término "indecidible" y no estoy tan seguro,aunque no me extrañaría que sí, de que sepas a cabalidad qué significa (en todo caso la expresión "seguir siendo indecidible" no es estrictamente correcta).Algo indecidible es algo que es simultáneamente falso y verdadero y en Matemática,verbigracia,el ejemplo más famoso de indecibilidad es la llamada Hipótesis del Continuo.Pero este ejemplo, sofisticado enigma durante mucho tiempo,hasta que lo demostrara Cohen allá por los 60 (creo que el 62),no es que "haya sido indecidible" antes de Cohen (algunos sostenían que era "indemostrable",lo que es muy diferente y que al parecer sí se podría aplicar al tema que tratabas) .Recién lo fue después de él.Un abrazo.
R. BARTHES

Anónimo dijo...

Un regalo de Año Nuevo,por todos los numerosos que le esperan,para Enrique Prochazca:

http://www.youtube.com/watch?v=RQV3Na9B6Is&feature=related.

Extendido,por cierto,a Gustavo y a sus fanáticos en el amor y el odio.
R. B.

Anónimo dijo...

Yo no me siento tocado ni aludido por el post de Faverón, en el sentido que no me encuentro entre los lectores que sólo se centran en la literatura contemporánea. Yo me considero un lector variado (en cuanto a épocas, temáticas) ya que rescato lo sugerido o apuntado por Prochazka: uno debe tratar de leer otras materias (astronomía, zoología las cuales cito porque se pusieron como pertinentes ejemplos).
Para descubrir, identificar las fuentes o influencias de muchas obras recientes es saludable reconocerlas dentro de una tradición literaria. Y lo digo porque yo mismo me doy cuenta que muchos lectores prefieren leer lo más "actual" sin importarles que dicho libro recoge materiales creativos de diversas fuentes de inspiración.

Anónimo dijo...

Buen post. En efecto en el medio existen lectores bastante limitados. Coincido con Faverón en la necesidad de conocer la tradición no para volverse un erudito sino simplemente porque de otro modo se pierde buena parte del placer que implica leer.
Tampoco se deberían eludir las referencias vinculdas al ámbito de las ciencias, aunque ello complique el panorama para una negada de las mismas como yo. Finalmente quería acotar que sigo este blog hace apenas unos meses y creo que los posts referidos a temas literarios son los que aportan más a la discusión.
R.

Anónimo dijo...

Interesante discusión. Ruego se me permita la 'inmiscucción'.

Enrique P.:

Lo de WEAKYPEDIA estuvo bien. (Es inmanente al sistema esa característica.) Y lo del ritmo me gustó, porque apuntaste algo que se suele olvidar en el tema tratado.

Pero, ¿y qué decir de 'SEMIOTA' o de 'LA OBVERSA'?

Leí tu artículo recuperado y estaba a punto de dejarlo a pesar de su buen ritmo, cuando te apareciste a pagar la pensión alimenticia de Boslough y compañía, salvando el final de mi (muy amena) lectura.

En la vida siempre habrá entendidos, especialistas, expertos, eruditos y sabios. En muchos campos. Creo que ningún sabio, justamente por serlo, podría pretender -qué va, desear- que todos lo fueran.

Por lo demás, me cansan aquellos que piensan que su Acumulación de Conocimientos puede/a tener un mérito por o en sí misma.

Si algo he aprendido de mis más de dos décadas en Europa es que los más interesantes, verdaderamente cultos e inteligentes eruditos -de cualquier disciplina- no tienen necesidad de estar pregonando todo el tiempo ni sus conocimientos ni su condición.

Saludos desde Colonia

HjV

Anónimo dijo...

He tenido la oportunidad de asistir a jornadas de estudiantes de Literatura, tanto de San Marcos como de La Católica. Los estudiantes mostraban un nivel bastante bueno del conocimiento de la teoría literaria, manejaban bien los conceptos, eran campeones de las citas, etc. Sin embargo, como que el dominio de le teoría no calzaba con el conocimiento de la obra de la que estaban hablando, sino que sus ponencias tenían la base de lecturas críticas. Me explico: un alumno de San Marcos se mandó una ponencia sobre Poderes Secretos de Miguel Gutiérrez, para una persona ajena al léxico académico, se trataría de un conocedor, pero grande fue mi sorpresa al enterarme, porque nos fuimos a un bar en grupo, de que no había leído la singular novela de Gutiérrez, sino que había armado su ponencia en base a lo que otros críticos habían escrito de ella. Lo mismo he notado en la PUCP.
Da la impresión de que para ciertos alumnos de literatura, espero que no sea la mayoría, el dominio de la teoría es más importante que el conocimiento de la obra estudiada.

Andrea Naranjo dijo...

He leído todo el debate y mis intervenciones parece el sonido de un tenedor sobre un plato de metal.

De hecho la crítica literaria no es nada mi tema pero creo que soy buena lectora y no hay que andar haciendo alarde cuánto o qué se lee o no ese tipo de detalles hacen sumamente aburridas las relaciones sociales, las cuales se llenan de posturas y más posturas.

Otro punto es que muchas veces la especialización profesional exige tanto que no se tiene más tiempo que leer sobre ello,por lo que puedo decir que puedo decir que soy una completa ignorante de la literatura contemporánea habiéndome quedado en la lectura de los clásicos los quecreo se deben leer en la adolescencia , que es cuando Balzac, Tolstoi shakespeare Vargas Ll. G García Marquez, Homero, Becquer, Cervantes Borges etc se viven con toda lan intensidad del mundo...
saludex

PORTON dijo...

Ah! ya entendí. ¿O sea que para poder gozar más de una mujer primero me tengo que tirar una mona, luego una pitecantropus, después quizás una cromagnon, después una homo sapiens y de ahí recién poder tener relaciones con una mujer del siglo XXI?
Hay una cuestión de evolución de la escritura y de la lectura misma, no lo niego; pero también hay algo que es muy importante: el placer por la lectura y por la escritura. Si utilizamos los planteamientos y los referentes obligados para poder enteder a Auster o Roth que usted plantea, estaríamos seguramente ante el aniquilamiento de la lectura como vía cultural y de entretenimiento y presenciaríamos a una sarta de ingenuos montándose libros en la cabeza como coronas inútiles. Por mentalidades como la de usted, nadie quiere saber nada de la literatura y sale corriendo cuando le presentan un libro.
Felicito su sapiencia y su amplia cultura académica.

Andrea Naranjo dijo...

Portón
La mujer u hombre del siglo XXI
SON homo sapiens...
Creo que es bonito saber algunos antecedentes (aunque no necesario si quieres experiencias efímeras y olvidables) para poder gozar a plenitud
saludex.

PORTON dijo...

Andrea tiene toda la razón, pero lo escribí pensando en el homo sapiens sapiens, grupo al que pertenece el Sr. Faverón al denominar "superficiales" a algunos lectores (jaja).
A mí, particularmente, me alegra que haya lectores, no me importa si superficiales o "de los otros" (no sé a qué se refiere). con que los haya... creo que podemos continuar creyendo en una cultura nacional que se desarrolle. Pero, estadísticamente, el nivel de lectoría en el país es casi nulo.
Ahora, hay un nivel de referentes que puede enriquecer cualquier experiencia (ya sea lectora o de otro tipo), pero no tenemos por qué creernos con el derecho de poder decidir qué lectura es más o menos superficial, porque si quizás el Sr. Faverón ha leído cuanto libro puede existir en el mundo... quizás sea pobre en otro tipo de experiencias, por lo que tal vez no ha podido disfrutar de muchas cosas como hubiese podido hacerlo una persona menos "preparada".

PORTON dijo...

Andrea tiene toda la razón, pero lo escribí pensando en el homo sapiens sapiens, grupo al que pertenece el Sr. Faverón al denominar "superficiales" a algunos lectores (jaja).
A mí, particularmente, me alegra que haya lectores, no me importa si superficiales o "de los otros" (no sé a qué se refiere). con que los haya... creo que podemos continuar creyendo en una cultura nacional que se desarrolle. Pero, estadísticamente, el nivel de lectoría en el país es casi nulo.
Ahora, hay un nivel de referentes que puede enriquecer cualquier experiencia (ya sea lectora o de otro tipo), pero no tenemos por qué creernos con el derecho de poder decidir qué lectura es más o menos superficial, porque si quizás el Sr. Faverón ha leído cuanto libro puede existir en el mundo... quizás sea pobre en otro tipo de experiencias, por lo que tal vez no ha podido disfrutar de muchas cosas como hubiese podido hacerlo una persona menos "preparada".

Andrea Naranjo dijo...

igual te pasaste unos miles de años con la variación HSS :)

LuchinG dijo...

Mi primera reacción a este post también fue: “¿…que tengo que leer todo lo que leyó Borges para sólo entonces leer a Borges…? Me muero…” Pero no, lo que he entendido –luego de contar hasta diez– es: si tenemos un hijo, vamos a criarlo según nuestras creencias y pareceres; pero sería irresponsable de nuestra parte no pedir opiniones ajenas, no leer libros sobre el tema, no consultar a especialistas, no investigar aunque sea un poco. Si la literatura es un pasatiempo (si somos tíos y no padres), no hay mucho problema; pero si la literatura es nuestra vocación, tenemos que exigirnos más.

Por otro lado, también sospecho que tratar de abarcarlo todo sería un error (a menos que uno sea Da Vinci, claro). Así como uno debe tomarse el trabajo de conocer a sus hijos, en literatura uno tendría que concentrarse en los modelos que mejor lo ayuden a definir lo que quiere o puede hacer. A mí lo que me atrae de Borges son los juegos mentales, los giros argumentales, el humor, y sobre todo cómo hace para decir tantas cosas en sólo cinco líneas. Conocer los orígenes de cada una de las referencias que tienen sus cuentos debe ser muy interesante, pero no creo que me ayude mucho. Por el contrario, me fatigaría fatigándolos.

Anónimo dijo...

no te pases, ese senor de la imagen no es otro que el critico literario Ricardo Gonzales Vigil

Anónimo dijo...

que bacan y gracioso ese senor Prochasca
escribe igualito a Borjes

Anónimo dijo...

Me gustaria saber entonces que podria leer de "antes", para leer "correctamente" a Martin Adan, por ejemplo. O al poeta Ginsberg.

Me gustaria saber, estimado Faveron, que tenemos que leer previamente, para leer como se debe al poeta Coral.

Me cuesta entender el significado de la poesia de Montalbetti. Pero al leerla experimento una tremenda sensacion de incertidumbre, y de verdad absoluta y ahi se agota. Y esto es mas que suficiente.
Que deberia leer antes?
Sofocles, Homero, Esquilo, Lucrecio, Virgilio, Dante?

Bellatin, es uno de mis escritores favoritos, a veces pienso que vive en las antipodas de Borges. Que original, es un gran escritor (Borges tambien)Creo que es el unico de los escritores "cripticos" que se entiende como agua cristalina. (en la misma linea Montalbetti o el poeta Watanabe)
!Que diferencia con este senor Lacan, que no se le entiende nadita de nada!

Estoy leyendo dos libros, uno de Sebald (Anagrama) y otro de Roth (tambien Anagrama) Desde hace un par de anos tengo una obsesion por los libros de Anagrama, y los clasicos me parecen totalmente prescindibles aunque no deberia de ser tan injusto con ellos y por ahi deberia empezar a leerlos.

Dejo de leer? Me dedico a matar mi tiempo libre -que es breve- a otra cosa?

Ayudenme, necesito un consejo.

Gracias y disculpen la franqueza, pero asi son las cosas.

Anónimo dijo...

El silencio puede resultar cómplice. Lo digo porque pareciera que tu aceptación de publicar la "ocurrencia" del anónimo de las 2:43 radica en que coincides acerca de que la imagen es González Vigil. Yo sólo digo que más pareciera ser Abelardo Oquendo y lo menciono como inquisidor porque su columna se titula "Inquisiciones". Nada más...