3.3.09

Para quitar el susto

Gabriela Wiener sobre La teta asustada

Desde Barcelona y un día después de ver La teta asustada, la escritora peruana Gabriela Wiener me envía este texto, que cuenta tanto sus expectativas antes de la película de Claudia Llosa como sus reacciones al verla.

(Gabriela, dicho sea de paso, me cuenta que ya está casi listo su
nuevo libro, que aparecerá dentro de medio año: un híbrido de crónica y ficción sobre la experienca de la maternidad).

Para quitar el susto

Gabriela Wiener


La teta ha asustado a muchos. La teta impone. A algunos les asusta que la película toque a sus cholos sanos y sagrados, a otros les asusta que no esté ahí retratada la verdad sobre el drama de la violación de las mujeres durante las décadas de violencia en el Perú, hay a quienes les asusta que la directora peruana más exitosa del momento sea rubia, tenga ojos azules y sea sobrina de Vargas Llosa, hay muchos otros a los que realmente les asusta que pueda ser una buena película y hasta hay algunos a los que les asusta la posibilidad de que sea mala.


Yo fui a verla también un poco asustada, sobre todo después de leer las polémicas en los blogs peruanos que estaba llenos de opiniones de gente que no la había visto. Fui a verla con mi hermana que es la compañía perfecta para ir al cine y para ver La teta asustada, pese a que es antropóloga y pese a que trabajó para la Comisión de la Verdad. Y digo “pese” porque un curriculum así podría hacer presumir lo peor. Un científico social podría decir en cualquier momento: “esto no es así” o “esto no sucedió” y aguarme toda la diversión. Sin ir muy lejos, Madeinusa fue al paredón por algo parecido a su falta de compromiso con la realidad. ¿De qué no podrían acusar los adictos a la sociología barata a una cinta que trata el tema de las secuelas más íntimas del conflicto interno?


Pero mi hermana no es de ese tipo de gente. Así que las únicas voces que escuché fueron las (horribles) voces en mi cabeza: a mí no me van a dar gato por cuy en lo que a mundo andino se refiere, mi viejo escribía sobre agro, mi mamá hacía pagos a los apus, una vez chacché coca con un brujo en el lago Titicaca y fui al entierro de los ocho periodistas.


Pero Llosa se había colocado nuevamente en un lugar incómodo desde donde narrar y cuestionar lo narrado, y haciéndolo nos había colocado a todos los espectadores en ese mismo delicado lugar. Y que por eso mismo, y no solo por eso, me pareció que era la mejor película peruana que había visto nunca. Y la mejor película sobre el Perú que había visto, pero una película que es sobre el Perú tanto como las películas de Ripstein son sobre México o las de Berlanga sobre España. Es decir, una película. Llosa no intentaba hacer un tratado etnográfico, intentaba contarme una historia, con una mirada (porque la película tiene una mirada) que penetraba con sutileza y lucidez en nuestros asuntos más dolorosos.


Claudia Llosa trabaja con este material en bruto de historias vivas –como la anécdota de la supuesta enfermedad de “la teta asustada”, un extraño mal que aqueja a las hijas de las mujeres violadas durante la guerra, testimonio que ha sido recogido, según la directora, por la Comisión de la Verdad- con el mismo celo con que la protagonista de su primer largometraje, la niña Madeinusa, guardaba las baratijas femeninas que pertenecieron a su madre prófuga y con el mismo deslumbramiento con que abría la maleta y se ponía a jugar con ellas frente al espejo. Así Llosa se apropia de antiguos y modernos fragmentos de mitología local y universal, fragmentos de realidad y fantasía, de memoria personal, colectiva e histórica, todo lo que está en la maleta sensible de la autora, para reutilizarlos y reinterpretarlos poéticamente. Poco importa si esos ataúdes pintados con los colores de la U o de la Alianza que le ofrecen a Fausta para enterrar a su madre en realidad existen o si los creó la pintora Susana Torres. Lo importante es que podrían existir.


El planteamiento de Llosa se centra en el rostro perfectamente congelado por el miedo de la “enferma”, Fausta (Magalí Solier), y en su silencio solo entrecortado por las bellas canciones en quechua que son el lenguaje de comunicación con la madre muerta y con un tiempo mítico, que recuerdan a los cantos chamánicos de consuelo y sanación. La música y la ausencia de la música serán los signos de identidad de las vidas que se cruzan en La teta asustada.


“Tu madre está muerta”, dice el personaje del tío de Fausta, como diciendo “la guerra terminó”, ya no hay peligro, pero no es cierto. El complejo tramado simbólico del film va conectando las distintas capas de realidad: la del mito -la de la imaginación, la del sueño, la del pasado, la de la vida después de la muerte- en la que habita Fausta; y la otra - la de fuera, la de Lima, la de la “enfermedad real”, la del hospital, la del mercado, la de la familia, la de la casa patronal, la de los “asquerosos”, los saqueadores de ese mundo idílico y de esa intimidad de raíces cortadas con cortaúñas que siguen siendo una amenaza latente. Inesperadamente, el cruel mundo de afuera, el del presente, es también el de la comedia, el del ingenio cotidiano, el de la convivencia y el de la redención final.


Polémica y la vez reflexiva (toda reflexión interesante engendra polémica), Llosa construye una minuciosa e intimista alegoría sobre el miedo y las huellas invisibles que deja el horror de la guerra en las personas pero también un alegato para sacudirnos el terror, a partir de una tensa partitura de notas blancas y negras, castellanas y quechuas, de iconos rotos y reconstruidos, de canciones que podríamos cambiar por perlas (¿como los niños que cantan en las combis por monedas?), violaciones que se evitan con tubérculos en la vagina y una tumba que es también una piscina casera. La pianista seca (¿neo pistacho?) quiere robarle la voz a la Sirenita andina que teme a los hombres, mientras sus allegados organizan bodas masivas a su alrededor; y en medio de todo el cadáver de la madre que no puede ser enterrado y la fosa abierta de nuestro drama reciente. Y al final, al final de todo, mi personaje, mi símbolo favorito, el modesto jardinero que hará florecer la papa.


En esta ficción visual e imaginativamente desbordante, con el fondo costumbrista de la Lima chola post Sendero y sus invariables fronteras culturales y de clase, que siempre en Lima son fronteras físicas y violentas, esas que tan bien quedan retratadas por el portón que separa la barriada del caserón donde va a trabajar Fausta, la protagonista va recorriendo con su secreto a cuestas ese laberinto que es nuestro pasado irresuelto y nuestra identidad cruzada que cabalga entre la picardía de la cumbia y el canto quebrado de una mujer, el camino de la mortaja a la luz de neón.



21 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi también me gustó la teta,
se ve mayor consistencia en el guion comparado con madeinusa,
la foto y el arte estan de la putamadre, y el personaje trabajado por magaly es super verosimil (nada estereotipico como algunos dicen). Si, esta en otro nivel que la mayoria de las pelas peruanas que he visto hace tiempo (esas que dan verguenza ajena como paloma de papel por ejemplo). Hay una propuesta etica y una estetica propia por parte de la realizadora, alejado de todo tipo de exotismo a lo ciudad de dios. Mas alla de que sea peruana o irani o japonesa, es ver que en algunas secuencias de la teta se revela lo universal del ser humano y uno se olvida de la nacionalidad o de la lengua del film, y la historia vuela por si sola.
Carlos Chang Cheng

Yani dijo...

interesante opinion, igual me interesaria mucho que Gabriela o su hna. antropologa opinen sobre el trabajo de la dra. iliana pagan t. - hardvard unv.(disponible en http://www.antropologiavisual.cl/imagenes12/imprimir/pagan_imp.pdf) pues aunque es cierto que el barullo es sobre una pelicula y no sobre una etnografia, las peliculas son vehiculos reproductores de prejuicios y mitos hegemonicos, como lo son los adds/comerciales de tv y la prensa en general. un saludo cordial,

yanina sanchez arimborgo
universidad de amsterdam

Anónimo dijo...

Excelente comentario, despierta interés. Y Gabriela Wiener escribe muy bien.

Anónimo dijo...

Es un texto entreverado y desprolijo, pero destila buena onda. Bien por Llosa.

Julio Gómez dijo...

gabriela, eso de que “la critican sin haberla visto” no es cierto, lo que ocurre aquí es una especie de chauvinismo pituco de obligar a reventar cohetes a los “triunfos” de la burguesía y su pequeño circulo amurallado: y sino revientas cohetes eres un mezquino, un envidioso, un antiperuano (ja!) y peor si la cuestionas, ahí eres un miserable (faverón dixit).

las críticas y/o puntos de vista que se han visto en blogs se basan en trailers, opiniones de quienes la han visto y antecedentes (madeinusa), solo el blogger carlos quiróz ha señalado que ha visto completo el film. no entiendo porque gustavo si puede sentenciar de mamarrachos e imbéciles a autores y libros que no ha leido, a partir de un par de videos de 5 minutos sobre un conversatorio que duró una hora y media (ver cerocanal.com).

si en el trailer de la teta asustada ya hay muestras de desprecio criollo (como en su primer film) a la cultura y a los migrantes andinos en lima ¿no puedo intuir y opinar que es más de lo mismo? porqué solo faveron puede tener ese derecho de expresarse?

cuentanos gabriela si en españa todas son flores para penélope cruz por su oscar.

Yani dijo...

pd. lo importante de discusiones como esta es identificar como un film, una "obra de arte" puede servir perfectamnete para retransmitir prejuicios racistas. Hablando de este tema lo invito a ver este video (unir el link):

http://asihablopetizustra.

blogspot.com/2009/01/

una-chica-como-yoa-girl

-like-me.html

Saludos blogeros!

Julio Gómez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

¿No será "neo pishtaco" lo que quiso decir?
Dice "neo pistacho".
Fuera de eso, bien redactado el comentario. Si la película tiene el nivel de consistencia, humor, intimismo y doble sentido del comentario de Wiener, me doy por más que satisfecho.

Anónimo dijo...

El texto del crítico peruano Emilio Bustamante, que ya la vio, aquí:

http://paginasdeldiariodesatan.blogspot.com/2009/02/la-teta-asustada-por-emilio-bustamante.html

Anónimo dijo...

Estuve leyendo a Benedetti, la explicaciones del genial Hernando de Soto sobre porque las crisis global es legal y no financiera; pero sin duda esta ultima frase de Gabi me descoloco: "el camino de la mortaja a la luz de neón". Esa es otra movie. Asi va Lima.

El Faro.

Anónimo dijo...

SOLIDARIDAD CON IBARRA Y CASTIGO CON FAVERÓN...

Anónimo dijo...

Los comentarios críticos de Liliana Pagan y Juan Carlos Ubilluz sobre Madeinusa, más allá del "novedoso" aparato teórico y crítico, no se diferencian en su entraña de la polémica surgida hace 40 años contra Todas las Sangres, de Arguedas. Un tipo de crítica política y policial (es decir, de burda comisaría), que acusa a la obra artística de distorcionar y encumbrir de la realidad real del hombre andino. Los criticos se zurran en el aspecto formal (desde su perspectiva, mero maquilaje) para denunciar tergiverzaciones que irían en contra los movimientos de liberación social del campesinado andino, en contra de sus posibilidades de autorrepresentación auténtica, en contra de la erradicación de prejuicios atávicos en las capas criollas, etc, etc, etc.

Lo terrible es que no utilizan un solo argumento cinematográfico. Nadie repara en su condición de artificios.

Tengo una creencia: Si una película como Madeinusa o un libro como La hora azul no te gusta por malinformado, sesgado, tendencioso, obtuso, racista, infame, mal escrito, etc, no deben gastarse las energías en arduos devaneos mentales como los de Pagan o Ubilluz. Sería más productivo escribir un libro y filmar una película como respuesta. Entonces uno cae en la cuenta de que lo único que importa es la técnica.

Javier

Anónimo dijo...

Ya pes tocayo Julio,tu criticas la peli por que la hace una pituca y no por su calidad, si nos pusiesemos a analizar prolija e ideológicamente todo, el resultado haría sospechosos a los que les gusta el fútbol o el arroz con pollo, además ese premio que desprecias ha sido ganado por los mejores cineastas del mundo, ya pes tocayín, ese cuento de yo firmo con mi nombre por que soy macho, a un tío como yo, le suena a peliculina, todos quieren reconocimiento y fama, lástima que algunas de nuestras hembras aceptan las reglas del juego de esta sociedad y ganan, triunfan, mientras personajes mucho más "inteligentes", "preparados", "no alienados", etc., etc, viven de queja en queja porque quieren que les acomoden el partido, quieren, antes de triunfar, que modifiquen las reglas por injustas, imagínate si la pituca Kina cuando se paró frente a la antigua campeona mundial se pone a decir: no peleo hasta que mejoremos el mundo, o si el penúltimo Inca Atahualpa (al parecer Leo Z es el último...) a los españoles captores les pidió que le acomodasen las reglas del ajedrez: porque soy un Inca ignorante y no es justo..., pero el protocholo aprendió a jugar y los venció, y al parecer selló su suerte porque el ajedrez es el juego de la guerra, así, mi tocayo, a ver si se quejan menos de las desigualdades y hacen algo bacán para disfrute de todos; un anciano pescador amigo de mi viejo nos decía: donde trabajas y tienes tus hijos ese es tu país..., y nadie tiene derecho a cuestionar eso, si no, Peruanista Quiróz, Platanito, El franchute, y todos los peruchos del mundo, tendrían que nacer de nuevo, ya pes tocayo Julio...

Julio Gómez dijo...

no pues tocayo, ya conté por qué y con qué me animo a cuestionar el asunto.

ya que hablas de kina, chévere que haya logrado ser la campeona mundial 2009 de la categoría pluma, pero de ahí a darle los laureles deportivos porque lo exigen nuevamente los chauvipitucos, no te pases.

y mediocres encima porque es como si dijeran que ya no volverá a ser campeona: "que aproveche y que agarre sus laureles", como si estuviese en las postrimerías de su carrera. pero "como es hija del pata con quien yo corría tabla y pertenece a la gentita, hay que darle los laureles aunque se vaya contra las normas“. qué ridículos los amurallados, que faltos de “triunfos“.

el jockey peruano edgar prado que durante 20 años ha ganado innumerables carreras y premios, recién el año pasado ha sido propuesto para los laureles deportivos ¿hubo el revuelo que hay ahora?

no pues tocayo, lo que cuentas se desarrolla en un perú ideal, en el perú real además de racismo institucionalizado persiste la desigualdad y la exclusión, mira a tus y mis hermanos de casapalca, los tratan como a perros y encima los meten a lurigancho por reclamar sus derechos. películas como madeinusa y, todohacesuponer la teta… colaboran con este statu quo perverso.

lo que indigna a peruanista es lo mismo que indigna a “cualquiera que se de una vuelta por aquí“: http://www.youtube.com/watch?v=FT4rm6JPJpM

Héctor Huerto Vizcarra dijo...

Mi humilde comentario sobre la pelicula, despues de verla, lo pueden encontrar aquí:

http://ahorahistoria.blogspot.com

Es verdad que la Teta asusta mucho y que probablemente lo mejor de la pelicula sea el hecho de que nos haga debatir temas como la discriminación o el racismo. Pero debo aclarar que a mi no me asusta ni el éxito ajeno ni que la directora sea rubia.

Mis expectativas antes de ver la película fueron altas, pensé encontrar, no una descripción fidedigna de la realidad, una trama que me hiciera sentir parte de la película. Lo que encontré fue una imagen pobre, triste y amarillista.

Anónimo dijo...

Ya pes tocayo Julio, el problema comienza con las críticas gratuitas que recibieron las triunfadoras de Berlín, así, sin ver la película, y prejuiciosamente porque son pitucas, y los Laureles Deportivos no son un premio económico, (la pítuca Kina tiene que trabajar duramente para poder sobrevivir) si no, para que cada vez que pase un perucho frente al estadio y vea ese nombre, sepa que una chola o un cholo lograron la excelencia alguna vez, y que todos podemos hacerlo; de acuerdo que le den los Laureles a Prado y todos los que los merezcan, además, quién está diciendo que esta sociedad es justa y que no hay racismo, ya lo sabemos, pero por ejemplo Magaly Solier acaba de publicar su CD de Huaynos en quechua y naides dice naida, aunque lo venden acá, ningun defensor de los desposeídos se ha dignado comprarlo y comentarlo, será bueno? eso es prejuicio mi querido tocayo, la chola encontró su oportunidad y ojalá la aproveche, ahora pienso que si hubiese sido mejicana, brasilera o argentina la hubieran declarado patrimonio nacional con dia feriado de por medio y carnavales de tres días, ya pes tocayo Julio...

Anónimo dijo...

Toda reflexión por muy burda que parezca es interesante Gabriela y no necesariamente tiene que ser polémica.
Me gustas más cuando hablas de sexo y coito vaginal.
Lo que puedo percibir de tu ¿crítica? hacia esta santa película me demuestra que le tratas de encontrar el gusto de la manera más febril y apuestas por lo netamente académico sin ir al asunto en cuestión: ¿Ofende o no ofende esta película? ¿se parece al Gregorio de los 80'?
Terminé de leer este artículo y no encontré esa respuesta.
A propósito del chiste: No por haberte metido a la boca hojas de coca o tener un agro padre o ramas de ruda sobre el cuerpo ya puedes decir que conoces la identidad andina. No es tán fácil como lo plantéas mi estimada.

Chinasklauzz

Anónimo dijo...

Acabo de ver la película "La teta asustada". Me parece extraordinariamente buena, la trama en lo absoluto es racista y si alguien queda mal o es retratado como personaje negativo, es la dueña de la imposible mansión y personificadora de la clase dominante.

La compleja red de relaciones que se entabla es muy interesante -el tono desenfadado de los pobladores de Manchay, sus celebraciones locales, su realidad, alejada de oscuros temores o síntomas de estrés postraumático como el personaje de Fausta-, el encuadre de las tomas es espectacular -los labios de Solier cantando bajo el mentón de la dueña de casa, la búsqueda de las perlas, el abandono al que es sometida cuando reconoce que el tema musical tuvo acogida, inocentemente- y el final, para la reflexión, con las amarillas hojas de la flor de papa.

El personaje del jardinero se torna una especie de eslabón entre el mundo postraumático de Fausta y la realidad, lo que sí es inverosímil es que se entiendan en quechua puesto que la diversificación del idioma es tal que el quechua hablado en la sierra norte no es entendido por los pobladores de la sierra sur.

Definitivamente, el tono de la película es simbolista, NO es un documental o retrato fiel de la realidad, pero si la representa a través de símbolos bastante precisos.

No entiendo otro motivo que el prejuicio o la mera envidia de aquellos que critican a la película tildándola de racista.

Cordialmente,
Eduardo Salazar

Margarita Carvajal Fredes dijo...

Hola
soy emilia y formo parte del equipo del blog literario dijo la changa http://dijolachanga.blogspot.com
Escribo desde chile, sería buenísimo podr intercambiar enlaces, visita nuestro blog y si te parece nuestra propuesta, comunícate
un abrazo
emilia

Anónimo dijo...

Faveron ¿por que no publicas mi comentario?, lo publicare en el blog de Ibarra, cobarde.

Anónimo dijo...

Una pelicula aburrida sin argumento. Como serrano me jode la manera cómo nos muestra al mundo. Lo unico que muestra es su mirada particular desde su perspectiva prejuiciosa.