13.11.09

Clementinum

Jaromir Hladík escucha a Dios

Para los checos, el Clementinum, o Klementinum, es un monumento nacional y una de las joyas en la historia de su arquitectura urbana.

Originalmente, en lo alto de la edad media, fue una capilla, pero a lo largo de un milenio el Clementinum ha sido modificado infinitamente, convertido en un enorme complejo de edificios, albergado palacios, bibliotecas, monasterios, observatorios y universidades.

Para los lectores de Borges, el Clementinum es, aunque acaso de manera abstracta, un lugar incluso más especial: es el sitio soñado por Jaromir Hladík, el espacio donde el dramaturgo judío encuentra a Dios, agazapado en una letra solitaria en la ilustración del mapa de la India en un viejo volumen --un atlas que para otros es inservible--. Y allí, en el Clementinum, Hladík escucha la voz de la divinidad, quien le concede un milagro secreto.

Jaromir Hladík está construido, en el cuento, como un poeta extraviado entre páginas, cuya vida es un libro o una biblioteca, es decir, lleva los rasgos con que Borges se imaginaba a sí mismo.

También el encuentro con Dios es mediado por otro
doppelganger borgeano: quien le da la clave del hallazgo a Hladík es un bibliotecario ciego, que ha buscado el nombre de Dios en la biblioteca, como sus padres y sus abuelos, por una eternidad.

El Clementinum fue la biblioteca principal del Imperio Austro-Húngaro, primero. Fue la Biblioteca Nacional de Checoslovaquia en tiempos de Borges y cuando la Segunda Guerra Mundial, después. Y es la Biblioteca Nacional de la República Checa hoy en día.

El Clementinum es otra versión del laberinto borgeano, otro avatar de la Biblioteca de Babel: un laberinto material hecho de túneles, pasajes, salones y escalinatas; un laberinto de tiempo, inacabablemente mutado a lo largo de las eras.

(No sólo Hladík ha descubierto a Dios en el Clementinum: en su escenario central, Mozart dirigió alguna de sus obras: supongo que escuchar a Mozart conducido por Mozart debe de ser una experiencia análoga a la de escuchar la voz de Dios).

El Clementinum alberga una colección interesante de documentos de (y sobre) Franz Kafka. Kafka no vivía lejos de allí y de seguro fue su usuario frecuente: la casa de su familia estaba en la cercana calle Zeltnergasse, y el padre, Hermann Kafka, tenía sus oficinas en otro edificio pocas puertas más abajo.

No creo que lo siguiente sea casual: en "El milagro secreto", Zeltnergasse es la calle donde vive Jaromir Hladík; allí está la casa desde donde escucha las botas y "las blindadas vanguardias del Tercer Reich", y donde es apresado, por judío y judaizante, en los días previos a su ejecución.

Enclaustrado en su celda, donde imagina millares de muertes para preverlas o abolirlas, Jaromir Hladík imagina que el resto de su prisión es un complejo laberinto de túneles y pasadizos: la imperativa y amedrentadora maquinaria del nazismo, el ordenado caos de la opresión totalitaria; encerrado en esa prisión, sueña que está en otro laberinto, el Clementinum, donde Dios le habla y le obsequia el milagro de un año contenido en un segundo o dos.

Un laberinto es la cárcel que imagina y otro laberinto la cárcel que sueña. Ninguno de los dos es palpablemente real: el sueño puede no haber ocurrido; el laberinto imaginado resulta inexistente: Hladík se sorprende al ver que tras la puerta de su celda no hay tal, sino apenas un traspatio y una escalera de hierro: "la realidad fue menos rica".

Hay otros dos laberintos: la pieza teatral que Hladík ha estado escribiendo, y que quiere terminar en ese tiempo pretertemporal que Dios le regala, es uno de ellos: la ficción literaria, circular, estructurada como una serie de repeticiones demenciales.

El otro es el patio mismo donde su vida finalmente acaba: un laberinto simple, sin corredores ni rincones ni recovecos, un hombre en un cubiculo con una fila de cuatro soldados que lo apuntan con sus fusiles: el laberinto de la desolada, desoladora realidad; en el que se abre como rescate un paréntesis en el tiempo para un sueño alucinado y secreto, que se cierra para la explosión final.

También en "Los dos reyes y los dos laberintos", Borges compara un complejo laberinto de estructuras caóticas con uno escueto hecho de una llanura sin accidentes. El laberinto simple de la muerte de Hladík es pobre porque es cierto, duro porque es tangible, hirientemente sencillo porque está exento de la complejidad añadida de la ficción: es la punta del iceberg de una realidad atroz que asoma entre los hilos del tejido fantástico borgeano.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Maestro tu que eres critico y que todo o casi todo lo sabes dinos si, ¿es cierto esto?

Hora Zero nació en 1970 y su primer acto fue cuestionar a toda la poesía peruana. Cuarenta años después, es considerado fundamental en la nueva literatura latinoamericana.

Estamos confundidos iluminanos el camino ¿por que atajo debemos de transitar?

Maestro hablanos por favor

zeta dijo...

Me encanta ese cuento de Borges; ambos cuentos, supongo. No tenía ni idea de lo que en realidad era el Clementinum. Interesante post. Suerte.

Anónimo dijo...

Cuarenta años después aparecen como Thriller en la revista Somos

Sigan por ese atajo nomás

Anónimo dijo...

Seas quien fueres. Devuélvele el blog a su verdadero autor.

Anónimo dijo...

"pretertemporal"?
"idiiosincrasico", ya es demasiada huachaferia.

Anónimo dijo...

GONZALEZ VIGIL TE RESPONDE EN LAS ENTRELINEAS

http://elcomercio.pe/impresa/notas/premio-cope-ensayo/20091116/369418

El ensayo, entendido cabalmente, constituye un género literario en el que el esplendor de la prosa resulta central, y no solo la originalidad de las ideas; estas, de otro lado, deben fluir como una propuesta, un ir exponiendo (en las dos acepciones de exponer: desarrollar un pensamiento y arriesgar presentando algo digno de discusión) a modo de “ensayo” (como en el teatro) y no de “obra definitiva”, condición que corresponde al tratado sistemático.

Añadamos que una de las cadenas textuales que conducen al ensayo, con antecedentes en la antigüedad (Plinio el Viejo) y la Edad Media (San Isidoro de Sevilla), muestras contemporáneas de Montaigne, considerado el creador del ensayo (por ejemplo, el “Tesoro de la lengua castellana” de Sebastián de Covarrubias), y otras obras de los siglos posteriores (el “Diccionario filosófico” de Voltaire, la famosa Enciclopedia Francesa, los manuales y cuentos-ensayos de Borges, verbigracia), es la formada por enciclopedias y diccionarios que mezclan la erudición y la originalidad de la perspectiva adoptada. En ese filón se sitúa Martínez.

Anónimo dijo...

"pretertemporal"?
"idiiosincrasico", ya es demasiada huachaferia.
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He aquí una disyuntiva: o huachafo por una parte o ignorantón por la contraparte.Opto por lo segundo.
SACAPUNTAS NEBRIJA (Correctómano)

Anónimo dijo...

sabes algo de Sol Negro, de ciertos grupos metal peruanos ligados a la ideología nazi? Empieza por ahí y vas a empezar a comprender a algunos de tus enemigos.

Fernando Terreno dijo...

He disfrutado con delicia el artículo que, para mí, mejora y le da más sentido al cuento de don JLB.
Dicho sea de paso, cuento deudor de El puente sobre el río del búho de Ambrose Bierce y también de Julius Fucik.
¿Qué tal una lectura comparada suya y nos da el placer de poder leer su opinión?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

¿Te refieres a Fucik el periodista checo? ¿O al músico? ¿El cuento de Ambrose Bierce, sabes en qué libro lo encuentro?

Fernando Terreno dijo...

Sí, me refiero al Julius Fucik que fue asesinado por los nazis.
En cuanto al cuento de Ambrose Bierce, se puede leer en:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/bierce/puente.htm
Gracias y saludos.

Fernando Terreno dijo...

Disculpas por la iireverencia, pero una vez escuché una referencia a ese cuento al escritor Abelardo Castillo y la puse en:
http://lapulpera.blogspot.com/2008/05/el-mismo-cuento.html

Cordialmente.
Fernando Terreno

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Excelente. Gracias por los datos. Acabo de comprar el libro de Bierce para leerlo en inglés. Se llama algo así como "An Incident at Owl Creek Bridge": "Un incidente en el puente de la Cascada del Búho".

Juamra dijo...

Para el anónimo que pregunta sobre Hora Zero. Aquí una explicación del escritor Roberto Bolaño sobre HZ
http://pospost.blogspot.com/2007/01/roberto-bola-hablasobre-jorge-pimentel.html