Los libros de Obama, las esperanzas de Humala
De acuerdo con una de las más curiosas tradiciones de la política norteamericana, cada vez que el presidente toma sus vacaciones de verano en Martha's Vinyard, los medios de prensa reciben, de una manera u otra, la lista de los libros que el mandatario lleva consigo como lectura estival, casi siempre comprados en una conocida librería de la zona.
Las costumbres lectoras de los presidentes, entonces, se vuelven muy públicas: Kennedy era un amante de las novelas de espionaje (un fanático de James Bond); Nixon ávidamente releía a Tolstoi y a Paul Johnson (que luego escribiría sobre él); Clinton leía novelas de misterio, pero también a Ralph Ellison y a los oradores clásicos latinos; George W. Bush casi nunca tocaba un libro de ficción y, en cambio, sobre todo al final de su gobierno, leía historia y biografías políticas.
Barack Obama, que es él mismo un escitor de no-ficción, premiado y enormemente vendedor incluso antes de ser candidato presidencial, prefiere las novelas. La lista de sus lecturas en las vacaciones que toma en estos días incluye un solo libro de historia (sobre migración) junto a ficciones de Marianne Baer, Aldous Huxley (dicen que ése es un regalo para sus hijas), Abraham Verghese, David Grossman, Emma Donoghue, Ward Just y el notable Daniel Woodrell (la excelente película Winter's Bone, el año pasado, lo hizo más conocido en ciertos medios; Obama lleva consigo lo que se considera la obra central de Woodrell, The Bayou Trilogy).
Con mayor o menor animadversión, los críticos conservadores se han arrojado sobre esa lista para acusar a Obama de sumergirse en un mundo inventado, sin contacto con la realidad, perdido en su imaginación y en la de otros, soñando con historietas fantasiosas en lugar de zambullirse en la horrible coyuntura para emerger de ella con un plan y una actitud práctica. Le critican también que la mayoría de los autores que revisa en estos días sean liberales y progresistas, en vez de conservadores (dicen que debería prestar más atención a las ideas de los otros); pero, sobre todo, lo atacan porque piensan que la literatura, y sobre todo la ficción, es simplemente un subterfugio y un escape, una huida y una forma infantil de esparcimiento.
Esa actitud, lamentablemente, no es escasa y no es ni esporádica ni minoritaria. Es cada vez mayor el número de los comentaristas, periodistas e incluso "ideólogos" de derecha en Estados Unidos que asumen que toda actitud intelectual es esnobista, que cualquier curiosidad artística o escolástica es petulante y que cualquier atracción por las artes y la producción cultural es trivial y pueril. A lo sumo están dispuestos a admitir que un gobernante lea libros siempre que estos sean poco menos que manuales de ejecutoria política, de rápida puesta en práctica.
Hace apenas unos días, Mitt Romney, candidato republicano en las primarias presidenciales, observó que Obama era demasiado académico para entender el mundo real. Hace un tiempo, otra republicana, Sarah Palin, en quien la estupidez y la ignorancia se encarnan con mayor vivacidad que en nadie más, pidió la anulación de los fondos que el gobierno americano destina a becas y premios de artes, humanidades "y otras banalidades de ese tipo".
Antes de lanzar la primera piedra hacia el norte, valdría la pena recordar que, en el Perú y en cierta medida en toda América Latina, luego de siglos en que era difícil trazar la línea entre la esfera política y la esfera intelectual, ambas han terminado por separarse casi enteramente. De ser un continente gobernado, aunque fuera de modo intermitente, eventualmente, por intelectuales y de vez en cuando específicamente por escritores como Sarmiento, Gallegos, Bosch o Sarney, con revolucionarios como Martí o Cardenal, candidatos presidenciales como Mario Vargas Llosa, precandidatos como Pablo Neruda y críticos literarios de inmensa influencia política como el mismo José Carlos Mariátegui, hemos pasado a ser un continente de políticos grises para quienes la cultura es un obstáculo, una distracción o un simple fantasma.
Irónicamente, mucho tiene que ver en esa ruptura la continua y sofocante crítica contra la figura del letrado y contra la noción del logocentrismo que ha sido sostenida desde la izquierda durante décadas: la izquierda de hoy renuncia en gran medida a la figura del gobernante intelectual porque aborrece la imagen del político criollo, elitista, segregacionista, marginador, egocéntrico y antipopular. Una consecuencia de ello es que entre sus lìderes se cuenten personajes de una ignorancia militante y vergonzosa como Hugo Chávez, y otros como Fidel Castro, que, enmascarados en el disfraz de la defensa de las culturas latinoamericanas, han ejercido la persecución contra intelectuales contestatarios durante décadas, encarcelando y condenando al ostracismo, o humillando en la cooptación, a escritores notables y a humanistas de diversas áreas.
Los peruanos recordamos todavía cómo, en 1990, Alberto Fujimori utilizó los libros de Vargas Llosa como prueba y demostración de que el hoy premio Nobel de literatura no estaba hecho para gobernar un país con los pies en la tierra, cómo era un personaje débil, moralmente sospechoso, veleidoso, feble, quebradizo, además de un simple soñador. Pero también sabemos que una acusación idéntica se ha esgrimido contra Vargas Llosa desde muchas otras zonas de la sociedad en diversos momentos: un "buen escritor de novelas", un "escribidor", un simple "intelectual", por lo tanto, poco menos que un inútil.
No es curioso ni llamativo, sino enteramente transparente y esperable, que Fujimori haya sido el primer político peruano en acusar a otro político de dedicarle demasiado tiempo al pensamiento abstracto. Fujimori, después de todo, incluso cuando contó con la vergonzosa alianza de un intelectual notable como Pablo Macera, y de una intelectual mediocre y reaccionaria como Martha Hildebrandt, puso un énfasis crucial, durante su década en el poder, en desmontar los aparatos de conexión entre la esfera intelectual peruana y el resto de la nación: convirtió las universidades en un negocio inescrupuloso, los medios de prensa en pocilgas y el Parlamento en un circo en el que luego se han podido filtrar payasos como sus hijos Keiko y Kenji.
La prensa de Fujimori sentó el estándar de los medios de comunicación peruanos para el tiempo siguiente y hasta hoy: los diarios que cooptó, sobornó, o que de una u otra manera manejó, fueron los primeros en dejar muy en claro que la producción cultural y el debate de ideas, en cualquier nivel y en cualquier área del pensamiento, no merecía un lugar en los mass media. Incluso una corporación que durante un siglo y medio se jactó de su seriedad, como es El Comercio, acabó adaptándose a ese orden, engendrando diarios como Perú 21, que nunca se ha preocupado por mantener una sólida sección cultural y una sólida sección de libros, y que sólo es rescatado de ese vacío por la voluntad de algunos de sus columnistas, y diarios como El Trome, que juguetean con el amarillismo de los tabloides hasta casi no distinguirse de ellos.
Yo nunca supe que Fujimori leyera un libro. Quizás mi memoria está siendo injusta y algún lector de este post quiera refrescarla con un dato que para mí sería extraordinario. Fujimori nos gobernó durante una década y es imposible recordarlo en todo ese tiempo hablando sobre un libro, comentando una idea encontrada en las páginas de un intelectual, o en una ficción, o en una obra dramática, o en un libro de poemas, o en un tratado hstórico, la investigación de un sociólogo, los hallazgos de un teórico; la única excepción fue su referencia a los libros de Vargas Llosa, pero no era siquiera la referencia de alguien que los hubiera leído, sino el comentario chismoso y malintencionado que alguien le había proporcionado y que él repetía con desprecio.
En el gabinete ministerial de Ollanta Humala hay algunos artistas e intelectuales, y eso está bien. La presencia de Patricia Salas en el ministerio de Educación parece estar logrando, paulatinamente, lo improbable: que el tema de una reforma educativa empiece a llamar la atención de la opinión pública. Los programas dominicales del último fin de semana me dejaron una sola imagen satisfactoria: al salir de su cita con Humala, nuestra flamante campeona mundial de ajedrez, Deisy Cori, contó cuál fue el contenido de su conversación con el presidente: "me habló de historia, de la historia del Perú, y me recomendó que leyera libros, que leyera libros de historia, que conociendo la histora se puede ser mejor".
Los mismos que pintaban a Vargas Llosa como "un intelectual", como si en el hecho de ser intelectual se evidenciara una verdad vergonzante, suelen referirse a Humala como "un cachaco", "un milico" y "un militarote", dando a entender, según uno más de nuestros innumerables prejuicios, que un militar es poco menos que una bestia salvaje, un ser sin matices, una máquina autómata incapaz de cualquier reflexión.
Aborrecen al intelectual en Vargas Llosa y se quejan de la falta de capacidad intelectual de Humala. Y si les pusieran a Cristo de presidente y Cristo quisiera cambiar en algo el modelo económico o llamara la atención sobre las deformaciones morales de nuestros gobiernos anteriores, entonces dirían que Cristo es un pánfilo etéreo, un blando de carácter y un hablador demasiado dado a las parábolas. Pero bien, Humala no es un Cristo y Humala tampoco es un Vargas Llosa; pero por fortuna tampoco parece alguien conforme con la continuidad de lo insostenible ni alguien conforme con el imperio de la ignorancia. No es un intelectual, pero tampoco tiene el prejuicio anti-intelectual. Eso es un paso adelante; un significativo paso adelante.
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29 comentarios:
Los militares tienen un especial interés por la historia y, claro, por la historia militar. En el Perú han apoyado proyectos de investigación arqueológica en San Lorenzo. Por otra parte, hemos visto desfilar en el CAEM a intelectuales de distinto color y de alto nivel. ¿Cuántas veces el congreso peruano ha invitado a un conferenciante de ese nivel? El gobierno militar de Velasco estuvo rodeado de intelectuales e impulsó la publicación de libros populares. Calificar a los militares de “cachacos” y “brutos” es un mero estereotipo. En todo caso, han sido los generales de Fujimori los que más simpleza intelectual y moral han demostrado. No podemos poner en el mismo nivel al general Salinas Sedó que al general Hermoza. Y ejemplos como estos hay en cantidad.
Luis Jaime Cisneros, en alguna entrevista, destacó las amplias lecturas de Montesinos, con quien cruzaba palabras en el virrey de dasso
Su sesgo politico anti-derechista, anti-republicano, anti-Tea party es tan evidente que parece una columna salida del New York Times o de un guionista de MSNBC. Ambos medios a punto de desaparecer por su falta tiraje o rating. Los ciudadanos no acogen las ideologias parcializadas, ni se subscriben a la propaganda.
En cuanto a la intelectualidad de Barack Obama... bueno! es indiscutible! El hombre es un graduado de Harvard en Ley Constitucional. Y? NADIE en los EEUU cuestiona su capacidad intelectual o inteligencia, como ud indica. Las criticas a su administracion (su aprobacion es de un pobre 35%, y con una tendencia a la baja) cuestionan: 1. Su falta de RESULTADOS, 2. Su falta de empatia, 3. Su falta de liderazgo. Obama no fue elegido como presidente para hacer un ejercicio intelectualoide y abstracto de los problemas de los EEUU. El fue elegido para SOLUCIONAR PROBLEMAS. Y este intelectual ha FALLADO MISERABLEMENTE en su intento.
Claro! Probablemente podra Ud. encontrar mil y una excusas del por que “el presidente MAS intelectual de la Historia de los EEUU” ha resultado ser una decepcion absoluta para los que votaron por el y para los ‘soniadores’ del mundo. Pero la respuesta es SIMPLE, Barack Obama nunca ha RESUELTO PROBLEMAS. Siempre fue un profesional del abstracto y del ejercicio intelectual trivial. Pero NUNCA administro un negocio, nunca pago una planilla de trabajadores, nunca hizo un balance de ganancias vs gastos. Barack Obama es un empirico, un soniador… no un hombre de soluciones y propuestas concretas. Lamentablemente, la hoja de vida del escritor Mario Vargas Llosa demostraria que este pertenece al mismo grupo de intelectuales INUTILES, que viven en un mundo abstracto e ‘intelectual,’ alejadisimo del resto de nosotros los mortales, que vivimos en un mundo real y concreto.
Me alegra que el Sr presidente Ollanta Humala lea de historia. Es cierto! Muchas veces me he burlado de su falta de elocuencia y de su carácter parco y ‘militarote.’ Reconozco que NO vote por el. Pero espero que me ‘tape la boca’ y me fuerce a disculparme publicamente (como le prometi a un amigo) si hace un buen gobierno. Para lograr esto, espero sinceramente que NO LE HAGA CASO A UD. El éxito del gobierno del Presidente Humala sera medido (algo, que lamentablemente los ‘intelectuales’ NO comprenden) con una vara muy simple: la cantidad de problemas que soluciono. El presidente necesita ser un hombre pragmatico, eficiente, y claro. Al peruano promedio le interesa un bledo si Ollanta Humala puede debatir sobre Sartre y como este describe la relacion entre la existencia y la esencia. El Peru no es Suecia, ni Ollanta Humala es Miguel de Unamuno.
Disculpe Ud el atrevimiento de este mensaje. Disculpe Ud tambien mi pobre diccion y posibles faltas ortograficas. Mi mundo es uno de concretidad, soluciones, y resultados Yo soy un humilde profesional de la salud sin un gran don para la literatura. Pero para los hombres de ciencia como yo, nos es frustrante y francamente molesto leer sandeces ‘intelectualoides’ que no resuelven la problemática de un pais tan hambriento de soluciones concretas. Al fin y al cabo, todos vivimos en un mundo croncreto Sr Faveron, y no el su literario e intelectual blog. Que Dios (o lo que sea en que ud crea) ilumine a nuestro presidente y lo guie por el camino del ÉXITO.
Ahí lo tienen: el comentario anterior me ahorra el buscar ejemplos adicionales. La prejuiciosa mentalidad de la derecha ignorante consiste precisamente en suponer que todos los problemas son pragmáticos y enfrentarlos, por tanto, sin ningún marco conceptual, creer que el ser humano se enfrenta al mundo sin mediación del pensamiento, y creer que no existe conexión entre el pensamiento abstracto y la realidad concreta. Siguiendo esa pobre visión del mundo, claro, todo intelectual es un inútil.
Yo creo que comentarios como el del anónimo que se hace pasar por "médico", en realidad son emitidos por alguna célula fujimorista compuesta por ex (?) agentes del ex SIN. En realidad, está muy bien redactado, para cumplir sus objetivos, entre ellos, dar la impresión de empatía con el lector ("Disculpe Ud el atrevimiento de este mensaje. Disculpe Ud tambien mi pobre diccion y posibles faltas ortograficas."); pero es fácil notar que el anónimo sabe cuando usar las mayúsculas...
El fujimorismo es un plan mafioso a largo plazo, que de vez en cuando debe ser reforzado por estos "espontáneos".
Creo que no se ha leido mi comentario con el cuidado con el que yo lei los suyos. Yo nunca dije que “todo intelectual es un inútil.” Les recuerdo seniores 'intelectuales' la definicion de intelectual: "aquel que dedica una parte importante de su actividad vital al estudio y a la reflexión crítica sobre la realidad." Esta definicion es bastante amplia e incluye TAMBIEN a los hombres de ciencia. Asi que el monopolio del pensamiento abstracto no les pertenece seniores. Cuidado con la soberbia!
En ninguna parte de mi comentario hago la escandalosa afirmacion de que “no existe conexión entre el pensamiento abstracto y la realidad concreta.” Vamos! Todos los logros cientificos estan asociados con pensamiento abstracto en algun punto de su desarrollo. PERO, lo que yo si dije y en lo que me reafirmo, es en que el ejercicio “intelectual” y abstracto NO ES SUFICIENTE O UN REQUISITO PARA SER UN BUEN PRESIDENTE, como ud insinua en su articulo. Pongo como prueba de su fallido razonamiento al Presidente Americano Barack Obama. Bien haria el presidente Ollanta Humala en mantener un razonamiento tecnico y pragmatico al enfrentar los muchisimos problemas que afronta el pais. Y que deje pues las ponderaciones filosoficas y existensiales a instituciones como el Tribunal Constitucional.
Por ultimo, y con mucha pena Sr Faveron, veo que la deshumanizacion y el ataque mezquino de alguno de sus seguidores ha llegado a niveles de absurdo paranoide mas hilarante. Me comparan con una “célula fujimorista compuesta por ex (?) agentes del ex SIN”? Madre mia! Y se sorprende Ud. Sr. Faveron que use un seudonimo? Se imagina si pusiera mi identidad verdadera? Estos dementes se aparecerian en mi domicilio a agredirme o amedrentarme de la manera mas violenta y recalcitrante. Solo por discrepar con la premisa de un escrito en un blog!?!?
Yo le pediria que Ud utilice su talento, el cual NO cuestiono a pesar de discrepar con su posicion politica e ideologica, para escribir sobre la TOLERANCIA. Aquella que el regimen Fujimorista/Montesinista no mostro para con gente de izquierda. Aquella que la gente de izquierda se rehusa a brindar a gente que discrepa con su ideologia. Lo felicito por el blog!
No entiendo porque ser un hombre de ciencias, que le guste resolver problemas no puede ser a la vez intelectual, ¿acaso los humanos somos tan simples en nuestro pensamiento que sólo podemos ver la realidad de una sola óptica? ¿No podemos acaso utilizar los pensamientos abstractos para crear nuevas soluciones a los problemas del país?. Me parece falsa esa dicotomía y que alguien escoja dejar de lado la parte intelectual o la "concreta" demuestra debilidad mental para poder tener una mejor comprensión de la realidad y del país. Personalmente a la vez puedo leer un libro de Macroeconomía y un libro de Gonzales Prada, en mi opinión leer ambos es mucho más enriquecedor y crea sinergias para el desarrollo personal y profesional de alguien.
"Barack Obama es un empirico, un soniador… "
Wikipedia: "El empirismo es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el empirismo más extremo, la experiencia es la base de todo conocimiento..."
Quien como Obama, que puede ser un empìrico y un soñador al mismo tiempo, ¿no, Pulmón de Susan?
"Yo soy un humilde profesional de la salud..."
¿En tu universidad no habìa clases teóricas, los mandaban a la mesa de operaciones así no más? Aléjate de mí.
"Siempre fue un profesional del abstracto y del ejercicio intelectual trivial. Pero NUNCA administro un negocio, nunca pago una planilla de trabajadores, nunca hizo un balance de ganancias vs gastos..."
Declaraciones de PPK, hombre que manejó la economía y pagó planillas en más de un gobierno: "«Esto de cambiar las reglas, cambiar los contratos, nacionalizar, que es un poco una idea de una parte de los Andes, lugares donde la altura impide que el oxígeno llegue al cerebro, eso es fatal y funesto»"
Cualquier barbero puede puede dárselas de cirujano y luego decir que el pragmatismo es lo máximo.
Ese Pulmón de Susan podría ser el "liberal" Aldo Mariátegui, Gustavo.
¿O sea que hay que "dejar las ponderaciones filosóficas" pero hay que reflexionar "sobre la tolerancia". Ok. El comentarista está obviamente confundido. Y no es necesario hacer una crítica del intelectualismo: todos debemos reflexionar, es decir, ponderar filosoficamente temas como la tolerancia, y si alguien necesita hacerlo más que nadie es precisamente quien tiene las riendas del poder ejecutivo en sus manos. Si Alan García lo hubiera hecho, en vez de reducir todos los problemas sociales del Perú a la estúpida dicotomía del perro del hortelano, nos habríamos ahorrado muertes y abusos.
No soy intelectual, ni puedo hablar como ustedes, y es eso, que me hace igual de rico para entenderlos sin confusión alguna. Pongo mi nombre por creer que mi opinión no será llevada a intimidarme en calles o a juicio legal si existiera un desacuerdo de conceptos. Solo puedo decir que siempre aprendemos, algunos con valores escalonados en desorden y otros ordenándolos, como leer y sobre todo comprender Fabla Salvaje o ver Primavera, Verano, Otoño, Invierno, Primavera, (que fue de lo que me alimente ayer) como puedo ser un especialista y hacer muy bien mi trabajo y humanizarme al hacerlo. La realidad es infinita, el que quiera conocerla podrá encontrarla, esto llevará al conocimiento pero no a la comprensión, todo esto siempre estará vinculado al interés y el único señor que nos a robado nuestra atención por estar en contra del artículo, tiene un interés u otra realidad. Militar, civil o rebelde, no esperemos un Messias que nos cambie la vida, solo que nos represente y nos de ejemplo.
Estoy de acuerdo con que esa disociación política / intelectualidad se agudizó con Fujimori. Sin embrago, Toledo y el mismo Alan han tenido una formación que los acercó a la intelectualidad, que por el tiempo dedicado a esta es poco probable que desprecien el mundo intlectual, o la importancia de lo académico. ¿Cómo explicar esa supuesta paradoja?
En sus gobiernos el problema planteado se agudizó aún más. Tal vez el tema escapa ya al gobernante y es una característica intrínseca de la manera como se entiende la política en esete país.
En otras palabras un triunfo del pragmatismo y el exitismo (todos somos ppkausas)que en el Perú casi anuló cualquier camino alterno. Esto es ideología pura aunque parezca lo contrario.
Esperemos que esto cambie en los siguientes años
saludos
Alonso Añil
Seguiré con mi paranoia. ¿Por qué razón el fujimorismo iniciaría una política anti-intelectual? Por que desde su punto, un intelectual era un potencial terrorista. Recordemos que Abimael Guzmán era, además de líder del movimiento terrorista Sendero Luminoso, profesor de filosofía. Entonces, parte de la política antiterrorista del fujimorismo sería, además de acabar con SL y el MRTA, impedir la aparición de otro Abimael Guzmán. Cae por su peso, entonces, la aparición de mecanismos para denigrar todo lo "intelectual" (es decir, el pensamiento complejo, creativo, crítico y cuestionador pasó a ser algo "inútil", no pragmático). Uno de esos mecanismos parece haber sido fomentar la creación de universidades por todos lados (siempre y cuando estas universidades no implementen facultades de humanidades) y un discurso enalteciendo la llamada "cultura combi". Desaparición de secciones culturales en los diarios y revistas.
Resultado: si bien es cierto que no hay manera de que surja otro Abimael Guzmán, al tirar el agua sucia también se ha tirado al niño. Ahora las autoridades de ciertas universidades exigen a los profesores que no exijan leer tanto a los alumnos (http://larepublica.pe/blogs/yoleo/2010/01/10/lectura-escritura-y-la-mentira-universalidad/).
Respecto a lo que comenta Julio sobre hacer leer menos en las universidades, tengo que decir un par de cosas: normalmente los profesores nos dejan unos cinco libros para leer en tres días, sin detenerse uno solo para aligerar la tediosa tarea de leer libros malos, obsoletos e inservibles para algo que no sea un examen de momento. Yo pongo esto porque no es lo mismo leer obligado el texto de alguien y leer a voluntad para reforzar el conocimiento... Si leyese todo lo que dejan los profesores para leer, estaría peor de lo que ya estoy, lo que me enseña que la educación siempre debe estar motivada por uno mismo. Con mis compañeros pasa cosa curiosa: adoran leer, son lectores natos y exquisitos, y sin embargo no pueden leer mejores cosas por leer lo impuesto. Más de eso, no. Aparte, para agregar, las personas, los intelectuales, no pueden ni deben vivir siempre con un libro bajo la nariz: se tiene que abarcar todos los aspectos de la persona, construir en cada uno de ellos, y eso se da en todos los hechos de nuestra vida, así que un poco más de cuidado al comentar las apariencias. Sería genial que dejen de imponer libros sin ton ni son y tengan más tiempo para mejores lecturas... Tendría con quién discutir o comentar la horrible cacofonía de la traducción de Los Infinitos. Suerte, y desconfíen del que confía totalmente en algo; es la base de todo pensamiento. Suerte.
Zeta, sería genial saber cual es esa institución donde leen cinco libros en tres días.
De otro lado, si no fuera por esos horribles y aburridos libros que les dan a leer, ¿cómo podrías adquirir ideas y conocimiento? No es que todo el conocimiento esté en los libros, pero dudo mucho que el saber reflexivo lo encuentres en un DVD.
Depende mucho del DVD, pues hay videos de todo tipo y todo saber; normalmente se recurre a una entrevista o una clase grabada de algún gran pensador y ya, y si hay hasta el manifiesto de Marx contado en un video de dibujos, también hay cosas trascendetales. No lo digo para promocionar ni para exponer, pero en todas las universidades por las que he pasado, siempre nos inundaban con libros y todo eso, como para que pensemos en algo más. De todos lados: gano conocimiento todos los días en todo momento; sencillamente hay que tener la suficiente sensibilidad y la suficiente cabeza para reflexionar sobre lo que vives... Obviamente, como dije en líneas anteriores, siempre recurro a otros libros, otros textos, en detrimento de los que dejan como obligstorios y que pueden ser menores a los de mi gusto. También leo por aquí lo que haya. La idea opuesta da más luces: hay gente que no sabe leer y que es sumamente inteligente, lo que indica que no toda la sabiduría se saca de los libros.
No pues Zeta, eso de "en todas las universidades por las que he pasado" no es una respuesta a tu afirmación "normalmente los profesores nos dejan unos cinco libros para leer en tres días".
Dinos si, por lo menos, recuerdas el nombre de alguna universidad y el título de alguno de esos cinco libros para leer en tres días.
Sería raro que no me acordase de las universidades que me han acogido en algún momento, ¿no? Aparte no veo en dónde está la negación o la necesidad de poner los nombres, cuando entiendo que en todos lados se da lo mismo. En mi caso, libros sobre teoría literaria.
Una precisión: The Bayou Trilogy no es la obra central de Woodrell, sino la compilación de sus tres primeras novelas, todas de corte policial y ambientadas en New Orleans. Se dice que Woodrell realmente encontró su voz más tarde, cuando comenzó a escribir de los Ozarks en Missouri.
Sería raro que no me acordase de las universidades que me han acogido en algún momento, ¿no?
Pues, leyéndote, creo que no sería raro.
Mas bien, parece que lanzaste una opinión sin mayor fundamento que el "entiendo que en todos lados". Un ejemplo preciso de alguna universidad donde dejen a leer tres libros por semana, que tu dices conocer, permitiría saber si dices la verdad o hablas por hablar.
Vamos, algo tan sencillo como escribir "En la universidad X,me dejaron a leer los libros 1, 2 y 3 en una semana".
La condición intelectual que tenga un presidente es importante a la hopra de tomar decisiones. Mucho debe haber leído sobre historia porque no se puede avanzar si no se conoce el estado anterior y cómo otros lo hicieron o vivieron, es no desconocer la experiencia humana vital para la toma de decisiones a nivel de un estadista. Adicionalmente debo decir, que la lectura de novelas o ficción ayuda a la mente a trabajar de una manera diferente a como lo hace todos los días. ES como un ejercicio que le ayuda a hacer nuevas conexiones neuronales y no por esto podría pensar que sus decisiones serán desatinadas. Tampoco voté por OH, pero espero que conozca la historia mejor que cada uno de los peruanos para evitar repetirla.
Hola Gustavo. Interesante post, que muestra un aspecto adicional -políticamente mucho más relevante- de las responsabilidades del intelectual frente a la acción pública, tema al cual has vuelto varias veces.
Sólo por ser relevante al tema del existismo, recordaré que Alberto Fujimori confesó alguna vez (temprano en el cargo) que no leía libros, pero que podía decir que su pensamiento había sido influenciado por Edwards Deming (inventor, entre otras cosas, del concepto de calidad total y el "Método Deming" de gestión empresarial que revolucionó el Japón de la posguerra). Recuerdo que la entrevista donde leí eso dio paso a una serie de artículos en los que la prensa todavía tenía vestiduras qué rasgarse respecto a un presidente que admitía tal "chatura". Eran otros tiempos? Creo que la confusión es general y sólo aumenta. Creo que la afirmación "no importa si el gato es blanco o negro, sino que cace ratones" podría suscribirla fácilmente un PPKausa. Creo que la recomendación presidencial a Daisy Cori bien pudo provenir, textual, del Pancho Tudela cuyas afinidades bien criticas. Incluso los títulos a leer podrían haber sido similares -el CAEN no se caracteriza por su equilibrio ideológico: lo finge, más bien, con periódicos bandazos a derecha e izquierda. Ya he mencionado que el aspecto progresista del gobierno de Humala es, en mi opinión, un espejismo, una onda de estabilidad relacional que puede disolverse de un momento a otro en sus propias contradicciones -y en las demandas de algunos de los menos liberales de sus asociados. Ojaláno sea así. ojalá, también, que si todo sale a pedir de boca se rehúse la tentación antidemocrática de quedarse "un ratito" más a seguirlo haciendo bien. Porque las transformaciones que requiere el Perú, y su educación en particular, no se dan en cuatro presupuestos anuales consecutivos. Un abrazo, E
Pulmón de Susana:
Tú argumento se puede resumir en la siguiente línea "... el ejercicio “intelectual” y abstracto NO ES SUFICIENTE O UN REQUISITO PARA SER UN BUEN PRESIDENTE, como ud insinua en su articulo."
1.- Nadie insinúa que sea suficiente.
2.- Si no es un requisito, ¿qué haces tú aquí reflexionando sobre el papel de los intelectuales en la política? ¿No es ese un ejercicio intelectual? ¿Cómo hace alguien para hacer lo que sea -manejar una combi, por ejemplo- sin una idea de qué se puede hacer y qué no es admisible?
Obama un escritor premiado y Sara Palin una ignorante y estupida?
Conservatismo y liberalismo son los dos polos en los que se desenvuelve la politica norteamerica y creo que debes tener cuidado en dejarte llevar por lo que la prensa dice.
La prensa sesga, condiciona que ves y hay un enorme sesgo hacia Obama. El mismo sesgo que hubo hacia Bush antes que invadiera Irak.
Desconoces completamente que significa el conservatismo, es como que para ti, solo dberian haber liberales en EEUU. Que poco conoces este pais.
Vamos, algo tan sencillo como escribir "En la universidad X,me dejaron a leer los libros 1, 2 y 3 en una semana".
Ah, así que mi escritura es tan nebulosa que es imposible que se note la educación institucionalizada que he tenido en mi vida. Ok, así yo digo que la única razón por la que preguntas es para molestar y para alimentar tu ego. No sería raro, pues es el primer argumento que usas. Bueno, el fundamento lo encuentras en la mayoría de escuelas o centros de educación, en las constantes quejas para cambiar el modo de enseñanza en el país... ¿El modelo memorista te suena? Ya dije que no iba a mencionar el nombre de ninguna de las universidades, ¿para qué insistir? ¿Crees que me vas a hacer hablar solamente por decir que no tengo validez? No seas tonto. Vamos, saber si estoy o no en lo incorrecto ni siquiera depende de mí, ni siquiera es parte de mi esfuerzo. Si tanto te interesa, tómate el trabajo de ir a las universidades y preguntar.
Estimado zeta: fui a la PUCP, San Marcos, San Martín de Porres, Sedes Sapientiae y Telesup, a sus respectivas Oficinas de Relaciones Públicas, de Administración, Centros Federados y oficinas de profesores. Les dije "hay un comentarista de blogs que se identifica como zeta, que afirma que en las universidades los alumnos leen hasta tres libros por semana".
En todas partes me respondieron lo siguiente:
"Por algo la zeta es la última letra del alfabeto".
Lo último lógico que te voy a decir: no buscaría información de lecturas en las oficinas de relaciones públicas, al no ser que la educación vaya tan mal que ellos se encarguen de ese criterio. Por lo demás, me alegra que te hayan informado que zeta es la última letra del alfabeto; seguro que con eso te quedas tranquilo... ¿Ya para qué averiguas de lo que se lee o no en la univerisdad si ni te sirve? Adiós, desconocido: si te pones a responder, será en vano. Es el último minuto que me gasto en ti. Adiós.
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