Qué tal descaro

Peter Handke debe ser una de las personas más caraduras en el mundo de la literatura. Sigue brincando de micrófono en micrófono para señalar los defectos morales de Gunter Grass: cómo es posible que Grass quiera justificar haber estado en las waffen-SS a los diecisiete años de edad, dice Handke; a quién va a engañar con esa excusa, dice Handke; todo el que apoyó a Hitler tiene una responsabilidad en el genocidio, dice Handke.

No voy a caer en un argumento ad hominem. Las cosas que Handke dice son verdaderas o falsas, más allá de quién sea Handke y de las cosas que haya hecho él en su vida. Pero, de todas maneras... ¿no les parece que hay que ser descarado para hacer esas declaraciones después de haberse pasado años de años defendiendo el genocidio perpetrado por los ultranacionalistas serbios en los Balcanes?

Handke estuvo hace apenas unos meses en el entierro de uno de los peores genocidas de las últimas décadas, el serbio Slobodan Milosevic (quien ya alguna vez había pensado en Handke para que lo defendiera en su juicio por crímenes contra la humanidad).

Handke no sólo asisitó al entierro del llamado Carnicero de los Balcanes, sino que en él dio un discurso de homenaje a Milosevic, en el que dijo, entre otras cosas:

"El mundo, el así llamado mundo, sabe todo acerca de Yugoslavia y Serbia. El mundo, el así llamado mundo, sabe todo acerca de Slobodan Milosevic. El así llamado mundo sabe toda la verdad. Por eso, el así llamado mundo está ausente hoy, y no sólo hoy, y no sólo aquí. Yo no sé la verdad, pero busco, escucho, siento, recuerdo. Por eso estoy hoy aquí, cerca de Yugoslavia, cerca de Serbia, cerca de Slobodan Milosevic".

Pero, claro, ser un autor célebre en todo el planeta, a sus sesenta y cuatro años, y usar esa fama para lavarle la cara a genocidas como Milosevic --cuyo trabajo, dejado a medias, aún otros querrán continuar en cualquier momento--, eso es meramente ser "polémico". Lo realmente terrible es lo que hizo Grass: ser un adolescente idiota, hacer a los diecisiete lo mismo que hizo absolutamente toda su generación y vivir la vida entera arrepintiéndose.

Imagen: el perro de atrás es, de hecho, uno personaje suyo. Fotomontaje: gfp.