19.9.06

Ya viene Lost City Radio

Hace casi un año, en octubre del 2005, publiqué en Puente Aéreo una nota breve sobre varios peruanos exitosos en Estados Unidos.

Uno de ellos era Daniel Alarcón. En mi post, anunciaba lo que en ese momento era para la mayoría una novedad: que había
un joven limeño que escribía en inglés y había publicado cuentos en el New Yorker y otras revistas de prestigio en Estados Unidos.

(Hasta entonces sólo había escuchado hablar de él a dos amigos:
Eduardo González Cueva --hijo, por cierto, del escritor Eduardo González Viaña-- y Edmundo Paz Soldán).

Luego de aquel post, puse enlaces a algunos de los textos de
Alarcón, y a varias reseñas de revistas y diarios americanos sobre ese libro entonces novedoso: War by Candlelight. Y, en mayo de este año, publiqué un segundo post sobre él: Alarcón en la frontera.

Leí el libro de cuentos en la versión original, primero, y luego en sus dos traducciones al español (la segunda, Guerra a la luz de las velas, es, desde el título, más lograda que la primera, Guerra en la penumbra). Lo leí con entusiasmo, ciertamente, aunque repasar las dos traducciones fue, más bien, cosa de interés profesional: había seleccionado uno de sus relatos para una antología en la que vengo trabajando (aunque lamentablemente, al final, su editorial negó el permiso de publicación).

Y ahora, aunque no lo conozco, salvo por email, Daniel ha tenido la amabilidad de enviarme su próxima novela, Lost City Radio, en una edición de prueba (la edición pública aparecerá en febrero o marzo).

Uno de estos fines de semana estaré publicando en Somos un artículo sobre esa novela (que estoy por terminar), y sobre el libro de cuentos y la recepción de Daniel en el Perú y en Estados Unidos. Por lo pronto puedo decirles algo: la novela no hace sino multiplicar mi impresión inicial del trabajo de Daniel, un escritor no sólo solvente y lleno de recursos, sino también imaginativo y con un don especial para emocionar al lector.

A los interesados, les dejo aquí las reseñas que conozco del libro de cuentos de Daniel en español: una escrita por Laura Alzubide en El Dominical; esta otra de Javier Ágreda en La República; esta de Olga Rodríguez Ulloa en Correo, y esta del rumiante palabrero en Terra. Si saben de otras, avisen.

Imagen: repito el fontomontaje de mi post anterior sobre Alarcón.

6 comentarios:

José Antonio Galloso dijo...

Es cierto lo que dices sobre Lost City Radio, la semana pasada estuve en su casa y vi la prueba de la novels, le eché un ojo rápido y me parecio interesante. Con respecto a las traducciones de su libro de cuentos, es evidente que la de Alfaguara Perú es superior. Saludos

José Antonio Galloso dijo...

Fácil de explicar, sólo le dieron seis ejemplares que corresponden a la prueba de galera para que se las envíe a los críticos literarios que el crea conveniente, y, obvio, yo no soy crítico ni mucho menos. Espero que eso responda a tu pregunta. Sin embargo, hemos hablado de la historia en sí, del argumento y otras cosas relacionadas con el libro, pero bueno, creo que ya es suficiente.
Un abrazo Oscar

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No hay que hacerle caso a Matzerath las raras veces en que se pone pesado, José Antonio. El tema es que el libro está muy bien y ojalá no pase mucho antes de que haya una versión en español.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Entiendo que no has leído a Alarcón. Ya en el libro de cuentos hay un obvio afán recreativo, enormemente distinto del puro retrato social. En la novela eso es aun mucho más evidente: es la creación de un país entero en una circunstancia política que tien mucho de la peruana y de varias otras, pero que no es ninguna de ellas específicamente.

Por otro lado, en cuanto a Roncagliolo, tampoco entiendo que digas que su obra quiere ser un "retrato social fidedigno".

Finalmente, te pido que, si respondes a esto, consideres hacerlo con tu firma.

Daniel Samanez dijo...

Tiene razón Gerardo Andrade cuando dice que Alarcón y Roncagliolo son escritores del y para el mercado. Pero no cuando dice que no sirven.

Son escritores que viven de lo que escriben, eso sin dunda le da cierto perfil a su producción. Pero no por eso tienen que ser malos. Es más, el que sean escritores profesionales les da en el largo plazo mejores perspectivas que aquellos que por vivir en Perú no pueden dedicarse solo a la escritura y tienen que recurrir a labores alimenticias distintas a la escritura.

Creo que la clave en la observación de Gerardo no es el asunto de los retratos sociales si no lo de la falta de magia.

Alarcón y Roncagliolo dan la impresión de estar fuera de los mundos que narran (esto teniendo en mente lo que he leído: Guerra a la Luz de las Velas y Abril Rojo). Su acercamiento es frió y calculado (esto más notorio en Roncagliolo), laborioso y profesional (más en Alarcón). Y nada de eso de por si es malo, lo que a veces puede incomodar es que se nota. Seria mucho mejor leerlos sin que eso se note. Decir que no tienen magia es apropiado. Pero, otra vez, eso no determina que sean malos relatos.

Daniel Samanez dijo...
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