En 1974, la Academia Sueca decidió declarar un empate y conceder el Premio Nobel de Literatura de ese año a los escritores Eyvind Johnson y Harry Martinson.
El problema: Johnson y Martinson, ambos suecos, eran miembros de la Academia y formaban parte del comité que, tras concienzuda deliberación, había alcanzado ese veredicto.
En la nómina de los candidatos descartados habían quedado, entre otros, Graham Greene, Vladimir Nabokov y Jorge Luis Borges.
Ese solo incidente debería bastar para que nadie más, nunca jamás, le hiciera mucho caso a las decisiones de la Academia Sueca. Pero la fuerza de la costumbre es portentosa, la ansiedad de referentes inmediatos es omnímoda y la morbosa curiosidad por la competencias es, al parecer, insuperable: todos volvemos al tema con esperanzas, como hinchas peruanos ante una próxima eliminatoria.
Edmundo Paz Soldán, a raíz de la concesión del premio a la rumana Herta Müller, escribe lo siguiente:
"Hubo un tiempo en que el premio Nobel de Literatura tenía una vocación decididamente universal. Pero en los últimos quince años los miembros de la Academia Sueca han decidido convertirlo en una suerte de premio para escritores europeos. Es cierto que en esos años lo ganaron Coetzee, Naipaul, Cao Xingjian y Pamuk (Turquía es una nación euroasiática), pero los otros once han sido europeos".Es interesante notar que el tiempo que duró la vocación universalista de la Academia Sueca fue, en verdad, muy breve. Edmundo alude a los últimos quince años de eurocentrismo; el auge del afán universalista fue incluso más corto, sobre todo concentrado entre 1986 y 1994, cuando entre los nueve premiados figuraron tres africanos (Soyinka, Mahfouz y Gordimer), un mexicano (Paz), un japonés (Oe), un escritor del Caribe anglófono (Derek Walcott, de Santa Lucía), una afroamericana (Morrison) y apenas dos europeos (el ruso-americano Brodsky y el español Cela).
Por supuesto, ese universalismo se puede relativizar si uno atiende a factores adicionales al de la nacionalidad: el inglés es la lengua de cinco de los nueve autores mencionados (Gordimer, Morrison, Walcott y Soyinka además de Brodsky en su obra ensayística); sólo Mahfouz y Oe escriben en una lengua no europea (árabe y japonés).
Históricamente, sin embargo, esa aparente versatilidad era renovadora, en comparación con la práctica habitual de la Academia Sueca. Para comprobarlo basta con revisar unos pocos datos.
Desde su primera edición en 1901 hasta 1929, el Nobel de Literatura fue concedido a 28 escritores europeos y apenas uno no europeo (Tagore, en 1913).
De los primeros 55 ganadores (es decir, hasta 1960: el premio dejó de entregarse en diversos momentos durante las guerras mundiales), 48 fueron europeos, 5 fueron norteamericanos y apenas 2 venían de otras partes del mundo (Tagore y Gabriela Mistral).
El origen notorio (y cierto) de la idea de que el Nobel literario se maneja políticamente proviene sobre todo de los premios otorgados entre 1957 y 1971. Esa fue la década y media durante la cual se otorgó el Nobel a tres disidentes críticos del Estado soviético (Pasternak, Sholokhov y Solzhenitsyn) y a cuatro activistas democratizantes de izquierda (Steinbeck, Camus, Sartre y Neruda).
En 1966, se premió simultáneamente a dos autores judíos, uno israelí (Agnon) y la otra alemana (Sachs), en un tardío homenaje a los sobrevivientes del Holocausto, aunque ya antes, en 1946, en la primera edición del premio posterior al genocidio nazi, la Academia había reconocido a un exiliado alemán enemigo del nazismo, Hermann Hesse.
Entre 1972 y 1985, el premio sólo fue a parar fuera de Europa o del mundo anglófono una vez: en 1982, cuando le fue concedido a Gabriel García Márquez.
Otra arista del asunto: entre 1901 y 1990, las casi nueve decenas de ganadores incluyeron apenas a 5 mujeres: Lagerlöf en 1909, Deledda en 1926, Undset en 1928, Pearl Buck en 1938 y Mistral en 1945.
Desde 1945, por casi cinco décadas --curiosamente, el periodo más notorio de la llamada liberación femenina--, el Nobel no le fue concedido a ninguna mujer. Virginia Woolf muerto en 1941, Sylvia Plath murió en 1963, Simone de Beauvoir en 1986, Marguerite Yourcenar en 1987, etc.
Una observación interesante, entonces: las mismas décadas que presenciaron un visible movimiento hacia la izquierda en la inclinación política de la Academia Sueca, fueron también el periodo en que más drásticamente la Academia se abstuvo de abrirse a la literatura escrita por mujeres (incluso cuando fueron mujeres de izquierda) y, además, fueron un momento de regreso al más implacable eurocentrismo.
La relación de la Academia con las mujeres cambió radicalmente desde 1991: entre los últimos 19 ganadores del Nobel de Literatura ha habido 6 escritoras: Nadine Gordimer en 1991, Toni Morrison en 1993, Wislawa Szymborska en 1996, Elfriede Jelinek en el 2004, Doris Lessing en el 2007 y, por supuesto, Herta Müller en el 2009.
Sobre la observación de Edmundo, entonces, puedo decir algo: es verdad que entre 1986 y 1994 la geografía de los premios se abrió marcadamente, para volver a estrecharse a continuación; pero también es verdad que desde 1991 hasta hoy la apertura genérica ha crecido para reconocer cada vez más el trabajo de escritoras mujeres, y eso también debe ser un rasgo a tener en cuenta cuando se habla de universalidad.
Iván Thays, aunque no ha publicado un comentario personal sobre la elección del Nobel de este año (comentario que sus asiduos siempre esperamos), ha dejado entrever, creo, cierta molestia, y ha deslizado una crítica, o al menos una corazonada:
"En fin, un Premio Nobel políticamente correcto otra vez, eurocéntrico otra vez, compensatorio otra vez (¿empezará una alternancia hombre-mujer?) Sin embargo, Andrea Jeftanovic comenta en su FB que la autora es extraordinaria. Habrá que averiguarlo".Lector voraz, Iván anuncia que dará caza a los libros de Müller, para confirmar la opinión de Andrea. Pero más interesante es preguntarse por sus primeras reacciones: "eurocéntrico", "políticamente correcto" y "compensatorio", posible anuncio de una "alternacia hombre-mujer".
Personalmente, dudo que se pueda ser muy eurocéntrico y a la vez políticamente correcto, si uno atiende a las motivaciones cruciales de la corrección política. Pero más allá de eso hay otros asuntos considerables, y los planteo como preguntas:
¿Por qué vemos una motivación política en la premiación más o menos frecuente de mujeres durante la última década, y no vemos mayor problema político en la premiación gigantescamente mayoritaria de hombres en las nueve décadas anteriores?
Si el premio hubiera ido a dar a manos de Mario Vargas Llosa, ¿con qué argumentos a priori podríamos demostrar que no es un premio compensatorio, hecho para equilibrar la balanza tercermundista, para satisfacer al mundo hispanohablante y halagar un poco el corazón de los lectores enemigos del socialismo?
Si el premio lo recibiera Philip Roth o Cormac McCarthy, ¿eso sería un duro golpe contra el eurocentrismo, sería una prueba de que la Academia Sueca ha superado el eurocentrismo? Personalmente, tengo razones para sospechar que premiar a una autora rumana (por primera vez en la historia) es bastante menos ombliguista que premiar a Roth o a McCarthy.
El antiguo ombliguismo de la Academia, que ha galardonado a 13 escritores nórdicos, 6 de ellos suecos, varios miembros de la misma Academia, no está en discusión, pero hay que notar que desde el escandaloso resultado de 1974, el tribunal de Estocolmo nunca más ha concedido un premio a autores suecos o nórdicos en general: los traumas pueden cambiar el carácter más férreo.
En breve: si lo que se espera (no estoy muy seguro por qué) de la Academia Sueca es la universalidad, como antídoto al eurocentrismo, mal hacemos en reclamar cada vez que el premio no va a dar a las manos de nuestros favoritos de las librerías: el universo abarca todo, absolutamente todo, incluso a las escritoras mujeres de origen rumano y lengua alemana.
(A propósito, la Academia Sueca no parece en general muy preocupada por "compensar" al feminismo: de sus 18 miembros permanentes apenas 5 son mujeres y solo 4 de ellas son miembros activos. En sus 257 años de vida, la Academia jamás ha elegido a una mujer como presidenta de la institución. Dicho sea de paso: únicamente la mitad de los miembros son escritores o críticos literarios; la otra mitad son lingüistas).
Preguntas finales: ¿no es eurocéntrica por excelencia la atención que se le presta al Nobel? ¿Le haríamos el mismo caso, digamos, a la Academia Paraguaya de la Lengua si ella fuera la encargada de elaborar el dictamen?
¿No sería mucho (mucho) más fácil combatir el eurocentrismo si dejáramos de esperar con los nervios crispados la decisión anual de una academia europea que dice tener la varita mágica para decidir quién es el mejor escritor del planeta cada año?
¿Eso mismo no lo puede decidir --con su propia arbitrariedad, en lugar de confiar en la arbitrariedad ajena-- cada uno de nosotros, en su pequeño rincón del planeta, con sólo mantenerse informado y rastrillar las librerías, las bibliotecas, las páginas de internet?
19 comentarios:
"¿No sería mucho (mucho) más fácil combatir el eurocentrismo si dejáramos de esperar con los nervios crispados la decisión anual de una academia europea que dice tener la varita mágica para decidir quién es el mejor escritor del planeta cada año?"
De acuerdo. Nada más eurocéntrico y colonizado el esperar cada año un premio (al que se le acusa de eurocéntrico) que nos reconozca como parte del párnaso literario. ¿Mario Vargas Llosa será mejor escritor ganando el Nóbel? ¿Borges deja de tener el mérito y el reconocimiento que tiene hoy por hoy, habiendo nunca ganado dicho galardón?
Las furias contra el Nóbel revelan ante todo una pequeñez muy subalterna.
Deberías hacer como Ibarra que incluye a los otros premios nobel de otras áreas. Su artículo está muy bueno.
Ron aldo
Hablando de furias, Patricia de Souza escribe en su blog: "Bien por el premio nobel que no fue a parar a manos de ese pedante misógino que es Philip Roth, qué aburrido si hubiese sido él!!"
Pucha...
"¿Eso mismo no lo puede decidir --con su propia arbitrariedad, en lugar de confiar en la arbitrariedad ajena-- cada uno de nosotros, en su pequeño rincón del planeta, con sólo mantenerse informado y rastrillar las librerías, las bibliotecas, las páginas de internet?"
Me recuerdas a la ingenuidad del personaje central de "1984" Cuando descubrió que incluso la institución contra el sistema era otra institución del sistema.
Creer que las librerías, bibliotecas y la internet no se manejan ya desde la arbitrariedad ajena de la Netocracia y que uno puedo realizarse plenamente y encontrar su verdadera justa medida en ellas francamente me parece que nos quitas la coca para darnos heroína.
La renegación del eurocentrismo a lo thays o la superación de este via "entrenamiento intelectual a lo jedi" como Faverón o consideraciones de otros nobel como Ybarra, no hace sino reproducir y fundar otra mitología a gran escala. El verdadero peligro de hoy: SI NO TE GUSTA EL SISTEMA INVENTATE UNO A LA MEDIDA DE TU POSMODERNO CORAZÓN. TE LO PERMITIREMOS.
Esto de los Premios Nobel, por nacionalidades o continentes, es una falsa discusión. Podría haberlo sido hasta antes de la era de la computadora y del Internet. Esto por una simple razón, porque ya no existen escritores nacionales. Todos los escritores del mundo giran alrededor del mercado del libro occidental, de la industria del libro occidental. Un escritor latinoamericano, africano, asiático, árabe, o chino, medianamente importante, es inmediatamente traducido a una lengua o a varias lenguas europeas y es de allí desde donde se convierte en un escritor importante, comercialamente hablando, y caificado como bueno o malo. Si Amos Oz sólo hubiese publicado sólo en Israel y en hebreo jamas hubiese sido favorito para el premio. Lo es Vargas Llosa no por peruano sino porque publica en España, si lo hiciera sólo en Perú no tendría ninguna opción, como no la tiene Carlos Germán Bellí y por supuesto ninguno de los narradores peruanos que publican en el Perú. Incluso dentro de la misma Europa, hay la Europa hegemónica y otra periférica. ¿Cioran, Ionesco, Eliade hubieran sido algo si sólo hubiesen publicado en rumano? ¿Hertha Müller habria ganado el Nobel si hubiese publicado solo en Rumanía? ¿Elias Canetti habría ganado el novela si sólo hubiese escrito en sefardi y publicado en Bulgaria? Lo que decide el Premio Nobel, es como todo ahora, en relación a la literatura, decidido por razones extra-literarias, comerciales, políticas. Todos los que amamos la literatura sabemos que hay por lo menos,100, 200 escritores más importantes en el mundo que la actual ganadora y no exagero. Yo no la voy a leer. No me interesa. Los suecos promueven a escritores que pueden ser defensores de las causas más justas pero que literariamente son imensamente inferiores a otros escritores, basta nombrar a uno: Piliph Roth. Patricia de Souza cae en el error de los suecos que otorgan el nobel: juzga a un gran escritor por factores extraliterarios. Patricia debería dar razones literarias y no feministas para descalificar a Roth y ponderar a esta señora Müller. ¿De dónde la han sacado? Los suecos tienen también un poco complejo de Cristóbal Colón.
¿Ah, o sea que ya no existen los escritores nacionales? ¿O sea que si eres bueno de todas maneras te traducen y te vuelves "universal"? O sea, digamos, Ribeyro, menos traducido que Roncagliolo, debe de haber sido un escritor misiazo.
Que discusiones tan bizantinas en las que caemos todos los años. Las obras por encima de los premios, existen. Ellos no harán mejor ni peor a nadie. Probablemente la señora Muller resultará dándoles a todos una bofetada con una obra sólida y relevante poéticamente.
Edmundo Paz-Soldán habla de la "crisis de legitimidad" del Nobel y dice que ese premio ha perdido su carácter universalista.
Entonces Victor Coral sale a insultar a Paz-Soldán, sin mencionar su nombre, refiriéndose a él cuando habla de "voces desconfiadas y despistadísimas, que han llegado a plantear el fin de los Nóbeles de literatura como reconocimiento a obras universales".
Y encima después lo llama "faisán", en una referencia de mal gusto. Coral está cada vez peor.
Edmundo Paz-Soldán habla de la "crisis de legitimidad" del Nobel y dice que ese premio ha perdido su carácter universalista.
Entonces Victor Coral sale a insultar a Paz-Soldán, sin mencionar su nombre, refiriéndose a él cuando habla de "voces desconfiadas y despistadísimas, que han llegado a plantear el fin de los Nóbeles de literatura como reconocimiento a obras universales".
Y encima después lo llama "faisán", en una referencia de mal gusto. Coral está cada vez peor.
Me gusta tu posición. La posici{on de patricia de sousa me parece totalemnte fuera de foc0, prefiero la de ibarra.
Hay un error en el post: Sholojov no fue nunca un disidente como Pasternak o Solyenitsin. A diferencia de estos réprobos, el autor de El Don Apacible fue un ciudadano soviético modelo, un estalinista cuadriculado que avaló los mayores crímenes imaginables de su líder. Por eso fue distinguido con el premio Stalin de Literatura y fue promovido al comité central del partido comunista soviético. Nada de disidente: no se puede calumniar así su respetable memoria.
Gustavo, no sé de donde has sacado los datos que presentas. De los 18 miembros de la Academia Sueca solamente TRES son lingüistas (Sture Allén, Göran Malmqvist y Bo Ralph). Hay DIEZ escritores (uno de estos últimos es poeta y filólogo: Jesper Svenbro) y los otros son críticos e historiadores (y algunos de estos son escritores también). Es decir, la INMENSA mayoría son gente directamente vinculada a la literatura o al arte. (Ver aquí la biografía de sus miembros).
Además, si se fundó en 1786, la Academia Sueca no puede tener 257 años de vida.
¿Por qué se sigue esperando todos los años este premio y se le da relevancia?
porque a veces no hay mejor cosa para postear en un blog no?
Pues sí, es que yo uso la palabra lingüista como la Mamaé usaba la palabra "aparato".
Tus datos sobre el número de lingüistas son más precisos, aunque lo central de mi afirmación no era el tema de cuántos lingüistas había, sino que sólo la mitad de los miembros eran escritores o críticos literarios.
Sinceramente, viendo los resumées, no encuentro mucha diferencia: usan el término "writer", como suele hacerse en inglés, para referirse a autores de libros que no son obras literarias en ninguno de los sentidos habituales (los libros de historia del director de la Academia, por ejemplo). Es la misma costumbre que explica por qué la Academia le ha dado el Premio Nobel de Literatura a gente como Bertrand Russell o Winston Churchill.
"¿Por qué vemos una motivación política en la premiación más o menos frecuente de mujeres durante la última década, y no vemos mayor problema político en la premiación gigantescamente mayoritaria de hombres en las nueve décadas anteriores?"
......
Sí, Gustavo, una excelente y muy básica pregunta.
C.
Mira Gustavo tu pones el ejemplo de Ribeyro como representante de escritor "nacional". Me parece que el caso emblemático de lo que estamos conversando es Ribeyro. Hasta los 80 era sólo conocido en grupos de iniciados en la literatura, hasta que un día se dio la noticia que había enfermado gravemente. Entonces, se descubrió que podíamos estar por dejar el mundo el más grande cuentista peruano, y, Ribeyro, después de muchos años de ser ignorado fue por fin reconocido en el Perú como un gran escritor. PERO SOLO EN EL PERÚ. Es a partir de la publicación de sus libros en España, ya casi al final de su carrera que el gran público de habla española se entera de su existencia. SI NO HUBIESE PUBLICADO EN ESPAÑA, CONTINUARIA SIENDO UN DESCONOCIDO. Luego de su muerte, cada día crece su importancia como autor, esto no hubiese sucedido si no hubiese entrado a la cadena globalizada de la industria editorial. No se trata de ser nacional o no, de lo que se trata es si un escritor rebasa las fronteras de su país y leído en el mundo entero. A eso me refería. Eso no ha pasado con Miguel Gutiérrez, Gregorio Martínez, y recién ahora Reynoso es publicado en Argentina. ¿Qué hubiese pasado si el primer libro de Gutiérrez hubiese sido publicado em Seix Barral, y otros de sus libros y no en Lima? Quizás ahora estaría pubñicado en Anagrama.
El nobel es parte de ésta maquina de lanzamiento editorial mundial de un escritor. No hay mejor publicidad. La Jelinek es hasta pirateada en el Perú, y la Jelinek es una escritora mediocre, como lo es Le Clezio, y otros en la larga lista de mediocres lanzado por el Premio Nobel (Por supuesto no Canetti o Pamuk).
Pero tampoco eso es correcto, Gustavo. Los diez escritores son poetas, novelistas, autores de teatro. A veces se llama "writer" a un historiador, etc, pero esos no cuentan entre los diez. En todo caso, deberías corregir los datos de tu post, donde todavía dice que "la otra mitad son lingüistas". Eso es falso. En general, en todas la Academias de la Lengua los lingüistas son una minoría, y los que predominan son los literatos (incluidos escritores y críticos). Eso no tiene nada de malo, por supuesto, pero al menos exhonera a los lingüistas de las malas decisiones acerca de quién recibe el Nóbel.
Corrije por favor tu post, que puede inducir a error.
Como siempre, un post que trae cola. Y hablando de cola, qué buena foto la que acompaña al post!!!
Bueno, como aqui no hay libros de Herta Muller, he empezado a leer "Nadirs" en Google Books. A ver qué tal.
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