24.12.05

Arthur Koestler y las prostitutas


Las tres edades del húngaro-británico Arthur Koestler.

En el centenario de su nacimiento, la figura del filósofo y narrador británico Arthur Koestler (húngaro de nacimiento) pasa por un periodo de semiolvido, del que apenas se salva su estupendo El cero y el infinito, especulación ficcional sobre la naturaleza de los juicios, los públicos arrepentimientos, las autocríticas de los antiguos bolcheviques perseguidos en la Unión Soviética durante los años treinta. La Nación de Buenos Aires ha publicado un excelente artículo de Walter Laqueur sobre Koestler, traducido de The Times Literary Supplement.

(Lo primero que leí de Koestler, hace ya muchos años, fue una extraña novela, The Call-Girls, una poderosa discusión del rol de los intelectuales en las grandes crisis políticas de la segunda mitad del siglo veinte, y de sus posibilidades de aportar soluciones a esos mismos problemas, desde las más variadas áreas del conocimiento. El tono y la mirada son escépticos (las "call-girls", es decir, las prostitutas aludidas en el título, son los intelectuales más destacados del mundo, convocados a un congreso con la esperanza de que ideen salidas a una terrible crisis mundial). Y, sin embargo, uno tiene la impresión inevitable de que el pesimismo de la voz narrativa tiene grietas, que el hecho mismo de plantearse ese tema particular y desarrollarlo en un par de centenares de páginas finamente tejidas es la demostración de la fe íntima de Koestler en el poder del diálogo y el debate. Es una lectura que no está de más recomendarle a los intelectuales peruanos de hoy).

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Tal vez en lo literario pueda uno hablar de semiolvido. Pero Koestler sobrevive sobre todo por los extraordinarios libros que escribió sobre temas científicos: The Sleepwalkers, Ghost in the Machine, etc. En español se han publicado algunas colecciones que demuestran que Koestler es uno de los ensayistas más lúcidos del siglo XX. Son memorables sus ensayos dedicados a la India, a Gandhi e incluso a la cultura japonesa. Personalmente, no podré olvidar jamás su recuento de la escuela pitagórica, mejor que cualquier tratado filosófico sobre el tema (figura en la primera parte de The Sleepwalkers). (Agustín Arenas)

Anónimo dijo...

Gustavo, entró a tu blog, aunque había decidido no entrar más a ninguno, solo para pasarte la voz de esto: puedes ver en la versión on line de El Comercio de hoy domingo un gracioso "recuento del año" hecho por Víctor Coral donde comete una serie de tropelías literarias y lógicas que darían para un post (y muchas bromas).
Te lo dejo para que lo evalúes. Saludos.

Patricia

Anónimo dijo...

Imagino que el tal "Patricia", que a veces firma como "Luis", podría darse el trabajo de hacer su propio blog y expresar sus propias opiniones, en vez de ser tan descarado de entrar al blog de Faverón con amenazas y después regresar con recomendaciones.

Anónimo dijo...

Ese tal "Patricia-Luis", con evidentes problemas de identidad sexual, apela a la difamación. El resumen del año de la revista Somos (la que editaba en su tiempo Gustavo) lo hizo Coral, pero el de El Dominical sale sin firma, es decir que lo hicieron los redactores de El Dominical.
No debería haber espacios para difamaciones en los blogs, si no se convierten en el "estercolero" del que se hablaba en otro blog conocido.
Saludos Gustavo, felicitaciones por los temas interesantes.

Alessia

cesar dijo...

[el balance de fin de año en el último Somos: ya que lo mencionan...]

JOVEN SENSACIÓN

No solo Daniel Alarcón (en la foto) dio la nota en narrativa contemporánea; también Fernando Ampuero la hizo este año

Ratificando su dominio en el difícil arte del cuento, Fernando Ampuero nos entregó MUJERES DIFÍCILES, HOMBRES BENDITOS (Alfaguara), relatos que abordan con sapiencia y maestría tensiones de pareja. EL GOCE DE LA PIEL (Editorial San Marcos) es una novela muy emparentada con MUERTE EN VENECIA, De Thomas Mann. Se esperaba más de un escritor de la talla de Oswaldo Reynoso. Dentro e los narradores aún no "consagrados"...



está graciosito, ¿no?

Anónimo dijo...

Es curioso que sea un demérito que una novela recuerde a Muerte en Venecia. Más allá de eso, pues, no sé. La relación entre el cherry y el raje de ese recuento del año con Koestler no lo veo claro.

Anónimo dijo...

Qué estupidez!, si no ves la relación entre los resúmenes del año y Koestler (como que no la hay) entonces para que pones una parte del resumen ahí, con eso alimentas más el despropósito,ERNESTO!

Melchor de la nuit

Anónimo dijo...

en un escritor septuagenario es un demérito "reelaborar" Muerte en Venecia, sobre todo si se hace con las faltas ortográficas y las deficiencias de sintaxis narrativa que hay en el librito de Reynoso.
A esa edad o has encontrado tu propia voz o sigues buscando, pero apoyarse con las dos manos y los dos pies es un libro de Mann es una falta de respeto por sí mismo.


Carlos

Gustavo Faverón Patriau dijo...

En ambos libros existe la relación entre un intelectual mayor y un joven de quien el primero se enamora. Más allá de eso, y de una referencia textual explícita en un par de momentos, la nouvelle de Reynoso poco tiene que ver con la de Thomas Mann. Ideológiacmente, por ejemplo, poca relación hay entre el planteamiento de Mann y la elaboración del tema del amor y la relgión desde un punto de vista materialista, que es uno de los focos centrales en el libro de Reynoso.

Anónimo dijo...

Lo que dice Faverón es sumamente interesante porque implícitamente plantea la idea de que el crítico puede saber más sobre una novela que el propio novelista.
Me explico: en dos entrevistas el mismo Reynoso ha declarado que su novela está directamente relacionada con la de Mann, y no solo estructuralmente como señala Faverón.
Esta nueva lectura de Faverón, ¿Será genialida de Gustavo o miopía introspectiva de Reynoso? Tal vez las dos cosas.

Gaspar de la nuit

Fernando Velásquez dijo...

eso de que un crítico no puede decir sino lo que el autor afirma sobre su propia obra es una muestra de una concepción bastante limitada del trabajo crítico. si andamos en esas, los mejores críticos son los entrevistadores. además, crítico es todo lector atento y creativo. y los escritores generalmente no son muy buenos lectores de su propia obra.

Anónimo dijo...

es decir que El goce de piel es una genialidad de Gustavo, y Gustavo termina siendo más creativo que el propio novelista, pues su lectura (la lectura es lo que hace existir al libro) es más rica que lo que dijo, sintió y se propuso el propio novelista. LeoNandito, antes de intervenir revisa tus apuntes de Lógica 1 (si es que llevaste el curso) por favor.

Melchor de la nuit

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No entiendo a este Melchorito: ¿será que piensa que los críticos tienen que obtener una certificación escrita y firmada por los autores, en la que estos afirmen que sí quisieron decir lo que el crítico señala, o, si no, la crítica no es legítima? Sinceramente, no entiendo.

Anónimo dijo...

Melchor
en qué lugar he puesto parte del resumen? Di mi opinión sobre algo tocado en dos comentarios anteriores, por si no has aprendido a leer. Fácil es calificar algo de estupidez desde el anonimato. Se nota que eres muy valiente.