31.1.07

Dekalog

No siempre tenemos tiempo en casa para darnos el lujo que nos estamos dando desde ayer: ver cada noche una cinta de las diez que componen Dekalog, la obra cumbre del cineasta polaco Krzysztof Kieslowski.

Dekalog
es, entre muchos otros motivos, peculiar por su doble estatuto: es una pieza (o mejor: un conunto de piezas) de culto; es admirada como uno de los frutos más depurados del cine-arte europeo de su tiempo (las diez cintas se produjeron entre 1988 y 1990), célebremente calificada por Stanley Kubrick como la única verdera obra maestra de su generación.

Pero también fue un éxito masivo en Polonia en el momento de su lanzamiento. No un éxito de taquilla, sino un éxito de pantallas: las diez películas fueron dirigidas por Kieslowski para la televisión de su país, disfrutadas por el público medio de la tv polaca, no restringidas al ámbito hermético y segragado de los cineclubes, sino a la simple señal abierta.

Por suerte, nadie fue tan infeliz de cuestionar en Polonia la oportunidad y el acierto de ese lanzamiento: nadie dejó escapar la triste idea de que "el pueblo" no comprendería a Kieslowski, que la televisión no estaba hecha para las complejidades de la "high art", que exhibir los diez mediometrajes en la tele sería lanzarle perlas a los cerdos, etc.

Tampoco lo dijo nadie en Alemania, ni en Inglaterra, ni en Estados Unidos, las más de veinte veces que empresas de televisión de esos países confiaron en estrenar obras de Rainer Werner Fassbinder ideadas desde un inicio como telefilmes. Otro tanto se puede afirmar de series enteras como la famosa Twin Peaks de David Lynch, en Estados Unidos. Los ejemplos, en verdad, son innumerables: acaso hice mal en decir que el doble estatuto de popular y culto del Dekalog era un rasgo peculiar.

Lo realmente peculiar es que haya quienes insisten en pensar que, para alcanzar a un público no especializado, el arte tiene que limitarse y autocensurar su inteligencia, achicarse y esponjarse, simplificarse hasta ser aburrido de tan transparente, titubear ante el riesgo de la complejidad y agacharse para conversar con "la gente", como si "la gente" fuera siempre más chata que el artista.

Las hormigas matonas y la cultura - 2


Hace unos días escribí aquí mismo algo acerca de la desértica política de promoción cultural de la Municipalidad de Lima. Entre los comentaristas apareció más de uno con la aparente creencia de que promover formas complejas de arte es una elitista pérdida de tiempo en un país como el Perú.

Ese tipo de convicción me ha parecido siempre un síntoma de menosprecio hacia la gente del pueblo, un menosprecio reflejo, en el fondo: ¿quién sino alguien que se siente rechazado por la complejidad de ciertas formas artísticas puede inventarse la tontería de que "el pueblo" todo es ajeno a ellas?

En Caretas, hace tres años, el crítico de arte Luis Lama publicó una interesante columna acerca de la destrucción de la promoción cultural que la Municipalidad empezaba a emprender por aquel tiempo. Entre otras cosas, Lama hizo notar que la Bienal de Lima había llegado a recibir hasta un millón y medio de visitas en su versión más reciente. ¿Alguien sabe en el Perú de un festival "popular" que sea así de popular...? Los dejo con el texto de Lama:

BRUTITO

1.- Esta nota no está motivada por intereses personales. Ninguno de los trabajadores renunciantes del CAV tiene el menor interés en regresar a la Municipalidad. Reconocemos a toda administración su derecho a nombrar a quienes estime conveniente para los puestos de confianza, así como truncar proyectos en desacuerdo con su política cultural. Pero también tenemos absoluta convicción de que los cargos relacionados con la cultura deben ser ocupados por profesionales capaces -hay abundantes y desocupados- y no por favores políticos. Sí agradezco a Caretas el respeto a mis ideas que, admito, pueden ser conflictivas.

2.-El actual embrollo pudiera originarse por la carencia de planes y se agrava con la designación como presidente de Cultura a Betito, rancio miembro de la televisión abierta. Le llaman el Midas del rating y el canal lo reverencia, pero nos han enajenado tanto, que basta mostrar culos, tetas y mariconadas para que cualquiera se la lleve fácil.

3.-Para Betito todo lo realizado anteriormente era elitista. Se ignora cómo puede saberlo ya que nunca asistió a los Festivales ni visitó la Bienal, porque "simplemente no tuve tiempo". El quiere que la cultura sea asequible a la gran masa. Pero no explica cómo. La Bienal de Lima, por ejemplo, tuvo millón y medio de visitantes y si esa multitud constituía la elite capitalina, vivimos en el primer mundo. Presumo que para él "asequible" serán los cómicos ambulantes o -gracias al publicitado convenio con Anchorena- convertir a Jeanet Barboza en imagen municipal. Que el 5 se convierta ahora en canal cultural resulta un chiste de grueso calibre.

4.-¿Y cuando traigan a Schütz, qué hará Betito? Dice que quiere llevar los espectáculos del CCPUC a los conos. Y uno se pregunta si no sería mucho más respetuoso y menos caro poner varios ómnibus para llevar a este público al teatro. Porque paternalismos al margen, resulta obscena la discriminación de privarle al pueblo de una correcta puesta en escena, en un local con todas las comodidades de ley. Allí radica la educación y no en ese populismo setentero, culposo y decadente, que no alcanza a comprender que la capacidad y sensibilidad del pueblo peruano son infinitamente superiores a la de cualquiera de los genios de la tele.

5.-Si en realidad las intenciones eran orientarse a los conos, deberían explicar por qué -sin evaluación previa- han truncado "La cantera" desarrollada por Karin Elmore, que estaba forjando allí a los futuros actores del Perú, y por qué la ópera infantil programada para julio terminó castrada, a pesar del espléndido trabajo de Rafo Ráez y Celeste Viale. De igual manera se eliminó "La Cultura da Trabajo", un proyecto entre artistas visuales y las señoras que hacen arpilleras para desarrollar productos alternativos y conseguir nuevos mercados. Por su parte, en "Lima Centro Cultural" se planificaban talleres gratuitos para artistas y encuentros semanales entre producción y consumo. También se ha cancelado.

6.-Betito es suspicaz con lo que ignora. Bajo la acusación de especialización del personal se ha procedido a desmantelar los centros, aduciendo una drástica reestructuración. Sin embargo ahora hay tres direcciones de cultura y un desorden de tal magnitud que él ni siquiera sabe quién es Director de Educación y Cultura. "Aquí tengo su nombre en un papelito....(busca su bolsillo) Luciano no sé cuántos, creo que es Revoredo, el nuevo Director de Educación y Cultura". (El Comercio 9-1-2003). Castañeda tampoco está bien informado del organigrama.

7.-Aprende compadre. Según la última de TOOODAS las reorganizaciones, la estructura es la siguiente: La Directora de Educación y Cultura es Lola Franco -siempre le digo Lola Flores- química farmacéutica de anónimo pasado. Cuando se le pregunta su experiencia en el área cultural aduce haber viajado mucho y se cree que se le cree. Un Director de Cultura es Luciano No-sé-cuantos, antes Director del C.C. Ricardo Palma, brazo derecho de Luis Repetto en el INC y asesor personal de Keiko Sofía Fujimori. Consiguió chamba en el Congreso y como profesional es buena persona. Asumirá el registro y control de espectáculos... y cuentan que de promoción cultural, pero habrá que esperar qué hace porque dicen que no hay dinero. En el INC salió de la oscuridad gracias al escándalo de la comisión calificadora de espectáculos culturales, que integraba junto a Elida Román y otros censores que debieron renunciar por la protesta del gremio artístico. Hasta el lunes 13 a.m. ningún empleado lo conocía. La otra Dirección de Cultura está dedicada a Patrimonio y Turismo. ¿Entendido?

8.-En realidad el problema radica en la indefinición de funciones, el silencio que genera la certeza de carencia de planes y la improvisación. A Castañeda se le informó con mucha anticipación sobre los proyectos culturales en marcha para que pudiera decidir cuál de ellos continuar con nuevo personal y distintas orientaciones. Sin embargo su Comisión de Transferencia sólo exigió la relación de empleados, sueldos y tipo de contrato. Tenían deudas políticas que pagar. ¿Pruebas? Entrevisten sobre cultura a Lola Franco (si la ubican), a Veira en el ex-CAV, o a quienes deseen, y se pondrán a llorar, aunque sea de risa.

9.-Finalmente, más trascendente que la minucia política y la envidia profesional, será el momento en que Esteban, mi nieto, me pregunte ¿quién jodió al Perú? Y tendrá fácil la respuesta. Total, la vida me ha enseñado que no hay mayor venganza que la felicidad. Chau.

Trabalenguas 5

--- “Si el cuy fuera incorporado en la dieta alimenticia de la ciudad de Lima, se daría una revolución en el mundo andino, porque cerca de 2 millones de familias demandarían este producto”.

Alan García descubre que si dos millones de personas consumieran un cierto producto, los proveedores del producto podrían beneficiarse. (Pero olvida el detalle de que Lima, como medio planeta, también come papas y camotes, y eso no ha causado ninguna millonaria revolución en sus Andes originarios).

--- “El concierto de Waters —si se da— podría ser el acontecimiento rockero más importante que haya acontecido en esta hermosa tierra del sol”.

El reportero Marco Sifuentes concibe dos ideas deslumbrantes: que los acontecimientos acontecen, y que el concierto limeño de Roger Waters (ex miembro de Pink Floyd) sería importante sólo en caso de que se produjera…

--- “En aquel tiempo, la avenida Nicolás de Piérola, en el centro de la urbe y conocida por los lugareños como La Colmena —antes que Camilo José Cela habitara en su propia colmena—, era un acrisolado bulevar donde la modernidad y la elegancia caminaban de la mano en medio de una arquitectura que se construya ante la imperiosa necesidad de establecer una urbe cosmopolita. En aquel entonces, Lima consolidaba una identidad urbanística única. Y sus gentes eran esos limeños que se paseaban por esa Colmena Izquierda”.

Eloy Jáuregui nos ofrece, enterrados en una prosa inverosímil, algunos datos imprescindibles (como que ya en los años cincuenta a los habitantes de Lima se les llamaba limeños) y de paso, arrastrado por su habitual chauvinismo, olvida que Camilo José Cela publicó La colmena en 1951.

30.1.07

Alonso, Tomás, Paul, Kafka y la muñeca

Para muchos, la historia comienza en cierto pasaje de la penúltima novela de Paul Auster, Brooklyn Follies. Allí es contada con ese tono mitificante y a la vez extrañamente cotidiano que Auster asume para narrar los mejores pasajes de sus libros.

Alonso Cueto ha resumido la anécdota así, en su columna de Perú 21.


"En Brooklyn Follies, Paul Auster cuenta la historia de la muñeca de Kafka, una de las más atractivas que he oído sobre el escritor checo. En una ocasión, caminando por la calle, Kafka encontró a una niña llorando. Cuando le preguntó qué le ocurría, la niña respondió: "Es que he perdido mi muñeca". De inmediato, Kafka le contestó: "Tu muñeca no se ha perdido. Ha salido de viaje". "¿Y cómo lo sabes?", le preguntó la niña. "Porque me ha escrito", le dijo Kafka. "Ella está muy bien. Ha salido a buscar una nueva vida, una vida propia, pues ya siente que tiene la edad suficiente. Pero piensa mucho en ti y te manda saludos". La niña se sintió reconfortada. "¿Y puedes enseñarme las cartas que te escribió?", le preguntó. "Por supuesto. Mañana a esta misma hora te encontraré aquí, y te voy a enseñar sus cartas", le contestó el escritor.

"Kafka volvió a su casa, escribió una carta y al día siguiente se la llevó a la niña. En ella, la muñeca le decía que había partido en busca de nuevos horizontes pero que pensaba mucho en ella. La niña se alegró y le pidió que Kafka le trajera nuevas misivas. Durante algunos días, Kafka la fue proveyendo de cartas nuevas hasta que le dio una definitiva. La muñeca se había casado, iba a tener una familia y viviría muy feliz. De eso estaba segura. Con el satisfactorio final de la historia de su muñeca, la niña se consoló para siempre".

Alonso, en su columna, añade que el escritor argentino Tomás Eloy Martínez, fascinado por la historia de Kafka y la muñeca leída en la novela de Auster, se echó hace un tiempo a averiguar si la anécdota tenía algún sustento real. No encontró gran cosa. Entonces le preguntó al mismo Auster (en público, en una clase a la que Martínez invitó al escritor neyorquino, en Rutgers University), y Auster, como única respuesta, dijo que la historia era real, que las cartas existieron, pero no se conservaban. Tomás Eloy Martínez cuenta todo el asunto también en una columna (de La Nación).

Buceando en internet he encontrado un artículo que trata extensamente el tema de Kafka, la niña y la muñeca, y cita como fuentes principales entrevistas y cartas de Dora Diamant (quien habría sido la testigo presencial del encuentro de Kafka y la niña) y referencias del mismísimo Max Brod. En ambos casos las historias son idénticas salvo por el final: en la versión de Brod, Kafka, pasado un tiempo, acaba comprando una muñeca nueva para la niña.

El autor del artículo, Mark Harman, nos confía sus esfuerzos por descubrir algún testigo aún vivo de la anécdota, y cuenta que tales esfuerzos han sido hechos ya en el pasado. Como se ve, no sólo Tomás Eloy y Alonso, y antes Paul Auster, quedaron fascinados por el relato: tiene ya su propia tradición de hipnotismo metaficcional.

29.1.07

Sáenz, el joven hitlerista

Aquí un dato incómodo: el escritor paceño Jaime Sáenz (1921-1986) fue miembro de las Juventudes Nazis Bolivianas y no existe registro de que alguna vez haya declarado arrepentirse de ese hecho.

Sáenz incluso viajó a Alemania con una brigada de veinticinco jóvenes hitleristas del país altiplánico, y allá se unió a proyectos de construcción civil, entre setiembre de 1938 y finales de 1939, meses iniciales de lo que sería la Segunda Guerra Mundial.

Sáenz, conocido como poeta, es un caso notable en la historia de los escritores cuya fama ha sido saboteada por sus herederos: la viuda de Sáenz se niega permanentemente a reeditar su obra, lo que, entre otras cosas, ha ocasionado que su legendaria novela, Felipe Delgado (que muchos consideran la gran novela boliviana del siglo veinte) se vuelva un ítem inubicable en librerías desde hace décadas.

Internet, sin embargo, nos permite un placer improbable: ver un cortometraje basado en los capítulos iniciales de la novela, así como otros basados en relatos suyos de otro libro, y pasajes documentales de Sáenz leyendo poemas suyos. En el mismo sitio web, mantenido por la Universidad de Oregon, se puede leer el capítulo doce de la novela.

Asimismo, hay en otro lugar de la www un artículo más que interesante que cuenta los detalles del pasado hitlerista de
Sáenz. Sus autores son Forrest Gander y Kent Johnson, y una versión electrónica la encontrarán aquí. Un dato importante del ensayo: la huella del hitlerismo, según Gander y Johnson, es imperceptible en la obra del paceño.

Las hormigas matonas y la cultura

A veces me pregunto si el hecho de que Luis Castañeda Lossio sea, de lejos, en las décadas recientes, el alcalde de Lima más profundamente despreocupado del arte, la literatura, la educación y la promoción cultural, es un defecto a pesar del cual los limeños lo prefieren, o si esa despreocupación será, acaso, una de las cosas que lo hacen popular.

No quiero decir con esto que los limeños sean enemigos del arte y "la cultura" (uso el término en su sentido más coloquial). Pero sí que, quizá, en la conciencia de los limeños, el arte y la producción cultural son inexistentes como problemas reales, como estamentos dignos de ser abordados por políticas oficiales, es decir, que son inexistentes en tanto preocupaciones atendibles en la práctica. Y, por tanto, un alcalde que no pierda su tiempo en ellos, es percibido como un alcalde con prioridades claras, un ejecutivo eficiente.

En el Perú, desde hace mucho, los discursos intelectuales, artísticos, creativos, y todo lo que los rodea, son sistemáticamente despreciados por la política. Lo simbólico es ninguneado. Incluso hay artistas e intelectuales que se enorgullecen de menospreciarlo. Apenas ayer, por ejemplo, hubo una manifestación creativa y simbólicamente importante en las playas del sur, y no faltó en días recientes el autoproclamado artista que despreció su valor por considerar que esa manifestación atacaba un problema menos crucial que otros, aparentemente más urgentes que desterrar del Perú el racismo práctico y el racismo discursivo.

(Me refiero, claro, a
esta lamentable columna de Eloy Jáuregui en La República).

En su gestión municipal,
Luis Castañeda ha destruido los mejores esfuerzos previos de promoción cultural hechos desde la alcaldía limeña: festivales, bienales, ciclos de danza y teatro, etc. Por eso me sorprendió, ayer mismo, también en La República, leer este otro artículo que daba cuenta de una iniciativa de la Municipalidad de Lima referida a la promoción del cine para la familia limeña.

Se trata de un programa que lleva a familias pobres de Lima a una sala cinemtatográfica, el UVK de la Plaza San Martín, para, según la nota, "observar y analizar una buena película". Genial. Me imaginé por un segundo que Castañeda se había dado cuenta de que su meticulosa destrucción de la promoción cultural municipal tenía que detenerse y ser reemplazada por algunos buenos programas alternativos.

Error. ¿Cuál es la "buena película" con la que el programa municipal ha sido inaugurado? Se llama, según el artículo, Las aventuras de Lucas. En inglés se llama The Ant Bully (La hormiga matona). Es, según la crítica americana, una de las peores películas infantiles del cine de Estados Unidos en el año pasado. Las reseñas de Metacritic le dan 59 puntos sobre 100. Las de IMDB le dan 5.9 puntos sobre 10 (enorme coincidencia: puntajes idénticos). Los críticos coinciden en una cosa: es una película hecha con un profundo menosprecio de la inteligenica de su público infantil.

¿Suena a Castañeda? Sí, por desgracia.


Chomsky vs El Tanque de Casma

El paso de Noam Chomsky por Lima, meses atrás, dejó un solo déficit notable: la reacción del periodismo fue escasa y superficial, y las entrevistas inexistentes (aunque esto último se debió a la poblada agenda del lingüista norteamericano).

Ernesto Carlín
, retrospectivamente, enmienda ese pecado con una entrevista a Chomsky que aparece hoy en su rosado blog El Tanque de Casma (para los lectores extranjeros: el color del blog no implica ninguna afirmación de género, y el título del mismo no es una alusión bélica; rosado es el color de un club de fútbol peruano y el Tanque mencionado es uno de sus héroes históricos).

Aquí encontrarán
la entrevista, titulada El mundo según Chomsky y hecha, según creo, en Cambridge, Massachusetts, el colorido pueblo donde están Harvard y el MIT, pegadito a Boston, alí donde un Borges anciano se sentó una vez a conversar con el fantasma de su juventud, mirando el río Charles.

26.1.07

¡Heil Caretas!

Caretas ha acusado en su último número a varias personas de cierto acto de corrupción, y uno de los embarrados por el artículo clamorosamente irresponsable y descaradamente prejuicioso es el escritor Enrique Prochazka, ex secretario general del Ministerio del Interior.

El caprichoso artículo de Caretas sostiene falsedades notorias: señala, por ejemplo, que
Enrique fue poco menos que erradicado de su puesto, como mala hierba, por la ministra Pilar Mazzetti, quien "a finales de diciembre" habría descubierto horrorizada una serie de irregularidades cometidas por él y otros en el ministerio.

¿Finales de diciembre? Si Caretas hubiera confiado su artículo a un periodista responsable, y no al señor Américo Zambrano que lo firma, habría tenido que decir que Enrique renunció al ministerio semanas antes de esa fecha, de modo que cualquier vinculación que se quiera establecer entre su salida y una gestión "moralizadora" de Mazzetti es, sencillamente, mentirosa y antojadiza.

Pero, claro, el mismo artículo nos da muestras transparentes de que, con esa noticia, Caretas buscaba cualquier cosa excepto transmitir un hallazgo o revelar una verdad: la nota está hecha de engaños, prejuicios e intrigas. Si no, fíjense solamente en la manera vergonzosa en que la revista, para incriminar a una persona en cierto negocio turbio, afirma que es "de ascendencia israelí".

A eso ha llegado Caretas: la persona a la que se refiere el magazín de la mascarita es Alberto Fuster: no es descendiente de israelíes. Pero eso es lo de menos: el artículo de Caretas, en ese punto, responde a la simple lógica de la propaganda antisemita: decir que alguien es descendiente de israelíes convierte a ese alguien en un personaje turbio, porque lo identifica con el desprestigio de los traficantes de armas. Sólo dos cosas no le importan a la revista: que el dato sea relevante (que no lo es) y que el dato sea cierto (que tampoco lo es).

Y lo mismo ocurre con la acusación contra Enrique Prochazka: funciona bien, impresiona; es irrelevante que sea falsa. Quizá Caretas debería dejar de confiar en Alan García como informante estrella y empezar a buscar fuentes más confiables. Y, de paso, debería contratar redactores capaces de diferenciar verdad de mentira.

A continuación publico un carta que Enrique Prochazka ha hecho llegar a Caretas y que aparece ahora por anticipado en Puente Aéreo. Debajo de ella viene una carta de otro de los acusados por Caretas, Dardo López-Dolz, renunciante viceministro del Interior. Debajo de ella, coloco la noticia original de Caretas.

CARTA DE ENRIQUE PROCHAZKA

Señores Caretas:

En las pp. 18 y 19 de su anterior número, su revista exhibe un llamativo publirreportaje (“El negocio que lo tumbó”) que me menciona como protagonista de un formidable plegamiento espacio-temporal. No voy a demorarme en refutar cada una de las entretenidas zonceras que adornan el resto de la página (p. ej. Alberto Fuster no era “desconocido”, ni “merodeaba” por el despacho: estaba allí por invitación de Pilar Mazzetti, que lo conoce perfectamente y ha empleado sus servicios cuando fue ministra de Salud; mucho menos es de “ascendencia israelí”…). Ya antes he tenido ocasión de apreciar el buen gusto de CARETAS en materia de narrativa fantástica. Sólo que en este caso olvidaron advertir al lector con un cintillo, como es usual con El Cuento de las Mil Palabras y el ocasional publirreportaje encargado.

No obstante, no puedo dejar de destacar el rasgo más alucinatorio de su microrrelato: presenté mi renuncia a la ministra el día 16 de diciembre, la que fue aceptada en la resolución fechada ese mismo día. El citado publirreportaje dice que “a fines de diciembre” Mazzetti ordena indagar cierta compra. Luego, “descubre” una “sobrevaloración” (¡falso!) y luego, asombrosamente, ¡retrocede MÁS DE DOS SEMANAS en el tiempo y me extirpa del Mininter con goce quirúrgico!

Ya pues, CARETAS. Les declaré a Uds., al teléfono, que mi salida del Mininter fue a mediados del mes y que nada tuvo que ver con procesos de compra. Me fui porque estaba realmente cansado de las mentadas de madre de Pilar Mazzetti. Si tenían mis declaraciones al respecto, al menos pudieron haberlas consignado, con las FECHAS en su sitio. El mero intento de imaginar la sintaxis requerida para convencernos de que la doctora supo algo el 30 de diciembre que motivó mi erradicación el 16 de diciembre los hubiera disuadido de escribirla… y librado de este ridículo.

Finalmente —como me ha sugerido nada menos que Marco Zileri al teléfono— tan sólo por aceptar firmar los aspectos antisemitas de ese vistoso publicherry, al sr. Zambrano CARETAS debería premiarlo con un bigotito hitleriano —de esos que tan acertadamente distribuyen en su propia carátula. ¿O no lo escribió él? Vamos, muchachos: confío en que la próxima vez intentarán hacer periodismo. Saludos,

Enrique Prochazka
DNI 07726293

PD. Esta carta aparecerá completa en varios medios, espero que también en su semanario.

CARTA DE DARDO LÓPEZ-DOLZ

Amigos,

El día de hoy leí con profunda indignación un artículo insultante en Caretas (pp.18-19) en el que, basándose en una serie de falsedades e incoherencias, se pretende involucrarme, junto a Enrique Prochazka y mi ex cunado Alberto Fuster, en inadmisibles actos de corrupción, denuncia que rechazo tajantemente. Al respecto, considero importante aclarar varios puntos:

1. Yo renuncié por propia decisión, nadie me lo solicitó y lo hice por razones de conciencia claramente explicadas en mi carta.

2. No he tenido que ver absolutamente nada con ninguna adquisición, esto por una razón muy sencilla: en setiembre, mediante dos RMs se extrajo de mi control y del control del Secretario General las adquisiciones que realice la OGA, en manos de Gloria Vargas, persona unida con viejos lazos afectivos a Pilar Mazzetti, desde sus tiempos en el Hospital de Ciencias Neurológicas, con deficiente preparación y desastrosa lentitud.

3. Por la razón expuesta anteriormente, no conozco los detalles de los procesos de adquisición, mismos que se reportaban directamente a la ministra, al extremo que la misma Gloria Vargas no respondió mis requerimientos de información.

4. No es cierto que Alberto Fuster haya sido MI asesor de Inteligencia, a espaldas de la ministra. Como saben, Norma Fuster y yo estamos separados hace varios años, pero su hermano sigue siendo legalmente mi cuñado, lo que me impide contratarlo. Eso lo sé perfectamente como abogado y cualquiera que me conozca sabe perfectamente que no soy ni tonto ni ingenuo para semejante torpeza.

5. Alberto ha estado yendo con cierta frecuencia al Ministerio a pedido expreso de Pilar, a quien asesora en inteligencia desde los tiempos del Ministerio de Salud, solicitando su presencia en toda reunión relativa a temas de inteligencia, narcotráfico y terrorismo, por ser estos campos su especialidad. Puede dar fe de ello todo el alto mando pasado y actual del ministerio así como la alta dirección del Ministerio. Si existió entre ellos algún acuerdo de pago o no, es un tema que no conozco.

6. Enrique Prochazka, gran amigo a quien conozco hace mucho, renunció porque la ministra, con repetida frecuencia, pretendía culparle de fallos de su propia gente, maltratándolo verbalmente de un modo inaceptable. Algunos de ustedes lo conocen y saben de su honestidad a prueba de balas y su espartano concepto de la vida.

7. Los mismos procesos que en Caretas se ataca, en los cuales, repito, no tuve ninguna participación, fueron descritos como impecables ayer en el Congreso por la Ministra, tal como recoge la web www.mininter.gob.pe. Copio un fragmento de su texto a continuación:

”En ese sentido cabe resaltar la adquisición (por reposición) de 50 camiones portatropas para la Policía Nacional cuya compra se aprobó el pasado mes de diciembre mediante una transparente licitación pública (Nº 008-2006-IN-OGA) cuyo valor referencial fue de 24,970,833.33 nuevos soles, ganando la buena pro la empresa ISDD - Internacional Security & Defence Systems Ltd. Con una propuesta económica de 17,479,583.34, es decir se produjo un ahorro de 7,491,249.99 nuevos soles sobre el precio base. Cabe mencionar que en la referida licitación participaron cinco empresas más, que no alcanzaron los estándares técnicos y económicos requeridos por la comisión evaluadora, conformada por tres coroneles, un comandante de la Policía Nacional y un miembro civil".

8. La ausencia de profesionalismo del autor de la nota sorprende en una revista que siempre tuve por seria. No sólo no realiza una investigación que debió pasar por preguntarme al respecto, sino que ante la ausencia de elementos concretos, recurre a vedados argumentos antisemitas adjudicando ascendencia israelí a Alberto Fuster.

Podría extenderme en esta carta, y quizá lo haga más adelante, pero hoy la oportunidad de que esto se aclare demanda su pronto envío.

Dardo López-Dolz.

ARTÍCULO DE CARETAS

El Negocio que lo Tumbó

La crisis que vivió esta semana no ha alterado los nervios de la ministra del Interior, Pilar Mazzetti, pero sí le provocó más de una jaqueca.

El punto de quiebre ocurrió el jueves 18, cuando se supo de la renuncia del viceministro del Interior, Dardo López-Dolz Madueño, del núcleo de sus asesores y de otros cuatro funcionarios de ese portafolio.

La noticia no había sido oficializada, pero apareció al día siguiente, calientita y distorsionada, en el tabloide montesinista La Razón. Allí se dijo que López-Dolz dimitió disconforme con la presunta gestión irregular de Mazzetti. Pero otro era el cuento.

El Cuñado

López-Dolz y Mazzetti eran amigos. Este abogado de profesión y “especialista en conflictos” gozaba de la confianza de la Ministra. Durante el gobierno de Alejandro Toledo la asesoró en el Ministerio de Salud y cuando ella pasó al Interior, en agosto pasado, no dudó en convocarlo.

Sus funciones como viceministro eran dirigir la administración del despacho y supervisar las compras.

Recién entonces, un personaje desconocido fue visto merodeando el despacho del nuevo viceministro. Se trataba de Alberto Fuster Granthon, capitán de navío en retiro y, a la sazón, cuñado de López-Dolz. Fuentes de ese portafolio sostienen que el viceministro empleó a su cuñado como “asesor externo ad honorem en temas de inteligencia”. “Hasta tenía una oficina propia”, comentó un alto funcionario del Interior a CARETAS.

Mazzetti sorprendió a Fuster Granthon, de ascendencia israelí, en el despacho del Interior y le pidió explicaciones a su viceministro. El aludido le dijo que su cuñado lo visitaba a menudo por temas familiares, pero negó que trabajara allí.

En octubre, el Ministerio del Interior convocó a la licitación pública Nº 008-IN-2006-IN-OGA para adquirir 50 vehículos portatropas por S/. 17 millones. La buena pro le fue otorgada a la empresa International Security and Defence Systems del Perú SAC, que tiene como representante al ciudadano de origen israelí Saúl Mishkin. Fuentes del Interior alegan que Fuster influyó en la contratación de esta compañía. La empresa fue la única postora. En el 2006, la misma International Security and Defence Systems vendió al Ministerio del Interior 500 chalecos antibala para policías. Dicho concurso es hoy investigado por la Contraloría porque los chalecos no cumplen con “las normas de certificación internacional y seguridad que amerita el caso”.

A fines de diciembre, Mazzetti ordenó a la jefa de la Oficina General de Administración (OGA), Gloria Vargas, indagar sobre la compra de los portatropas. Se descubrió que los precios que presentó estaban sobrevalorados. En efecto, el valor estimado de cada vehículo es un tanto costoso: S/.340,000. Vargas detuvo la entrega de la buena pro hasta que culminen las pesquisas.

Neuróloga de profesión, Mazzetti no recurrió a un analgésico y procedió a la cirugía con reemplazo de órganos: prohibió el ingreso de Fuster al Ministerio y removió a Enrique Prochazka de la Secretaría General. La semana pasada convocó a López-Dolz y le solicitó su renuncia. Todo indica que dio en el blanco: las informaciones de La Razón involucran a la titular del Interior en presuntas irregularidades sin sustento y atacan a Vargas, que detuvo la compra de los portatropas. Mazzetti sostiene no haber presentado carta de renuncia alguna. El presidente Alan García le brindó el respaldo del caso y ahí murió la crisis. “Lamento que haya sucedido esto porque siempre es triste que alguien que uno considera honesto reaccione de una forma totalmente inesperada”, concluye la Ministra. “Pero todo es posible. El único antídoto es la transparencia y, claro, el trabajo en equipo. Porque cuando varias personas trabajan juntas en un proyecto, las probabilidades de corrupción son menores. A eso apuntamos”. (Américo Zambrano).

24.1.07

Un cuento de la guerra

Entre las primeras discusiones que hubo en este blog, según recuerdo, una surgió de la pregunta ¿por qué hay tan poca literatura peruana relacionada con el asunto de la Guerra del Pacífico?

Recuerdo que quienes intentaron listar los contraejemplos, mencionaron algunas cosas, como las novelas históricas de
Guillermo Thorndike y hasta las alusiones de Vargas Llosa en La señorita de Tacna.

No recuerdo, en cambio, si se habló de "El hombre de la bandera", uno de los relatos que forman el libro
Cuentos andinos de Enrique López Albújar.

En el cuento, un hombre regresa a su pueblo en los Andes huanuqueños, sometidos a una administración civil nombrada y sostenida por las fuerzas chilenas de ocupación, portando una bandera, y la esgrime ante sus coterráneos al tiempo que los instruye acerca de la idea de nación y de la posibilidad de pertenecer a "una comunidad" que vaya más allá de la tierra, las cosas y las personas visibles para cada quién.

El cuento es increíblemente problemático, entre otras cosas, porque López Albújar no esquiva el asunto de la mirada horizontal con la que los pobladores andinos de su ficción identifican a los "mistis peruanos" con los "mistis chilenos". ¿Por qué pelear en una guerra que los enfrenta a ellos?

Su solución discursiva es abominablemente conservadora: hay que defender a los mistis peruanos en su guerra con los del sur porque los peruanos son paisanos, parte de la misma abstracta comunidad; ya luego de que se expulse al invasor se podrá pensar en hacer algo con la injusticia interna.

Es curioso: las razones de la identidad son enteramente simbólicas, y están representadas en la bandera blanquirroja que porta el orador, mientras que las razones para sentirse enemigos de los "mistis limeños" son palpables, y resumen siglos de maltratos e inequidades. Pero éstas deben quedar sometidas y aplazadas ante la invasión. (En efecto, así sucede en la narración: el cuento está marcado a fuego por un patriotismo que lo afea y lo desmerece como a ninguna otra ficción de López Albújar).

(Un artículo muy interesante, escrito hace más de veinticinco años por el historiador
Heraclio Bonilla --y que pueden encontrar aquí-- cita y comenta un extenso pasaje del cuento).

Leyendo a López Albújar son muchas las sensaciones encontradas: los textos tienen una matriz racista inocultable, tan desbordada que la noción de raza se vuelve excusa y explicación de cualquier cosa: las virtudes tanto como los defectos de los personajes, los hábitos más desgraciados y los más felices, el salvajismo y la heroicidad.

Unos son valerosos porque son indígenas, otros porque son nietos de españoles; unos son asesinos porque son indios, otros porque no lo son, otros son caníbales porque son andinos, otros son gallardos y casi sobrehumanos por la misma circunstancia.

Leyendo esos cuentos uno alcanza a intuir uno de los rasgos más terribles del racismo: su entera arbitrariedad, que lo hace literalmente capaz de ser usado para justificar cualquier cosa. Hay una cosa más que se descubre en esta lectura (un descubrimiento atroz): que el patrioterismo puede ser incluso más antiestético que el racismo.

Imagen. En la versión televisiva de Matalaché, la serie producida en el Perú en los años ochentas, basada en la célebre novela de López Albújar, un actor blanco fue pintado con betún para representar al protagonista mulato. Esa serie de televisión era acaso más racista que el hábito social en el cual el texto había sido engendrado medio siglo antes.

23.1.07

Cuento de Michael Wilson

Una de las cosas bacanes que me dejaron los años en Cornell fue la amistad de Mike Wilson, compañero de estudios en el doctorado de literatura hispana, medio americano, medio argentino, ahora intuyo que, a impulsos de su esposa, convertido en chileno por adopción.

Mike era de los pocos en el departamento en Cornell que no estudiaba la literatura como una actividad ajena, sino que la ejercía como cosa propia (otro era mi amigo Matías Ayala, cuyo último libro de poemas acaba de caer en mi buzón esta mañana: ya les contaré sobre eso; por ahora: gracias, Matías).

Mike es narrador. Está terminando una novela (de la que Edmundo Paz Soldán fue lector antes que nadie) y de ese esfuerzo mayor se han desprendido cuentos como el que me ha enviado ayer, desde Santiago, y con el que inauguro la publicación de colaboraciones que anuncié para Puente Aéreo. El cuento se llama El archipiélago. Me pregunto si será muy errado describirlo, al menos parcialmente, con una frase que aparece en él mismo: "un autopista entre Kuwait, Las Malvinas e Irak".

EL ARCHIPIÉLAGO

Michael Wilson Reginato


Te despiertas en una sala de cine.
Estás desorientado, no entiendes qué haces ahí. Te duele la cabeza, te frotas las sienes, de a poco logras enfocar la vista. Reconoces el soundtrack. Estás viendo la secuencia final de Donnie Darko… te acuerdas de otra escena… Donnie en un cine, la chica duerme y aparece un conejo siniestro con el ojo baleado. Aquí las cosas no son así… no tanto. La sala está vacía, quedan evidencias de un público —palomitas regadas por la alfombra, vasos tumbados, Coca pegoteando el piso, una que otra moneda extraviada y lo que parece ser vómito en la octava fila.

La película termina. Se exhiben los créditos. La música es insuperable.

Sales del cine. Es de noche. Tarde. Sin pensarlo, te subes al primer bus que pasa, no miras al conductor, tampoco pagas, nadie te dice nada. Adentro te da náuseas… culpas a la luz parpadeante y hepática que ilumina el interior de la máquina. Te sientas atrás, te da la impresión de que hay otros pasajeros, pero tampoco los miras… permanecen en tu visión periférica.

Te vuelve a doler la cabeza… te acuerdas de la guerra, la humillación a manos de los ingleses, semanas negras en las Malvinas… tanta lluvia… frío… Y ahora, los días se repiten, nada nuevo, nada significante… es como si el tiempo hubiera dejado de fluir, como si deambularas en una dimensión estática… no te relacionas con tu entorno, lees demasiado Wittgenstein… las noches son interminables, duermes mucho de día… el bloqueador solar te da ganas de vomitar, sigues solo, a veces pasas días viendo tele…

Miras por la ventana, hay poca gente en las calles. Los individuos que ves no caminan, están parados, inmóviles… le dan la espalda a la avenida. No puedes ver sus rostros. Confuso, te pones de pie, te acercas a los otros pasajeros, quieres verles las caras. No puedes. No logras verlos de frente, una y otra vez se repiten las espaldas. Desconcertado, te bajas por la puerta trasera. La ictericia del bus desaparece en la oscuridad.

El aire está tibio, huele a cereal y pólvora.

No sabes dónde te encuentras. Parece ser la orilla de la ciudad. Un lote baldío… kilómetros y kilómetros de espacio nocturno se abre ante ti. Lejos, hacia el horizonte, divisas una penumbra.

Corres hacia ella.

El paisaje es desértico. No entiendes por qué corres, el resplandor cobra fuerza. Te imaginas que estás en el desierto de Kuwait, corriendo hacia un pozo petrolero en llamas, los yanquis te van a matar… corre boludo corre… te matarán como a Dardo, una bala del tío Sam te destrozará la tráquea, hablarás en atari… memorias del futuro… quizás las Malvinas están en la frontera de Irak, los yanquis a mi espalda y los ingleses hacia delante… y en medio espera el archipiélago luminoso… se alza en la noche bonaerense, las bengalas bajan flotando de los cielos… lindo, precioso, navideño… corres, te duelen los pies… tu camuflaje no es el indicado… verde Malvinas en un desierto iraquí… el casco te queda grande y no andas con tu equipo de visión nocturna… te quieren matar… ya vienen los disparos… mejor te tiras un rato… que pase esto… la arena es suave, quisieras hundirte en ella, arena movediza… antes estaba tan de moda, aparecía en todos los dibujitos, la series de antes, Tarzán, la Isla de la fantasía, los western… dicen que si uno no se desespera, sería capaz de flotar en la arena movediza… es que somos menos densos… somos orgánicos… nosotros sí, pero los habitantes de estos lados dicen que los yanquis y los ingleses están llenos de mercurio y brea… de ser así, se hundirán… entonces, en el futuro, algún geólogo los descubrirá en las profundidades del desierto, el Estado se encargaría de extraerlos con máquinas especiales, los procesarían para optimizarlos… para hacer de ellos una autopista entre Kuwait, las Malvinas e Irak… todos podremos transitar libremente, tú en tu Falcon…

Crees oír música. Viene de arriba, del cielo nocturno… te acuerdas de Apocalypse Now, Kilgore, hélices y parlantes, pero no son las Valquirias de Wagner... primero, la melodía es casi imperceptible, crece, la reconoces, Transmission de Joy Division. El tema te trae recuerdos… memorias que permutan el entorno, el desierto brota verdor, lejos, escuchas los balidos de un rebaño.

Estás en la isla… está amaneciendo… mañana muerta… odias los amaneceres… son inaguantables… Comienza el primer día de la tercera semana. Se te acerca el teniente del pelotón, Dardo se llama, dice no tener apellido, nunca te olvidarás de eso, ni de su rostro, tiene los ojos locos, desenfocados, se ha quitado la camisa, hace un frío para cagarse, pero él… nada, ni siquiera tiembla, tiene el torso sangriento, sus carnes rajadas, le dedica horas a cortarse con un tarro oxidado que recogió en la isla, está totalmente perdido el pobre, pasa días sin decir nada, pero esa mañana se te acerca y te susurra al oído… te dice…

Vos. Escucháme…

Uno. Había una vez un hombre que reparaba compactadores de basuras porque le gustaba hacer eso más que cualquier otra cosa en este mundo.

Dos. Había una vez un hombre que reparaba compactadores de basuras en una sociedad donde escaseaban materiales para la construcción. La basura debidamente compactada se utilizaba para formar cimientos arquitectónicos.

Tres. Había una vez un hombre que odiaba los compactadores de basuras, sin embargo, los reparaba para poder comprarle sedantes a su esposa.

Cuatro. Había una vez un hombre que, al rearticular los compactadores de basuras que tanto odiaba, creó una máquina que…

Dardo no termina la frase, una bala inglesa le perfora la tráquea, su muerte es veloz, pero por unos instantes la herida tiene un efecto peculiar. Su voz se convierte en un zumbido grave, craquelado… algo curioso… está entrelazado con interferencia estática. Después de la guerra reconoces la voz de Dardo en un juego de Atari… Space Invaders, te acuerdas… ese ruido que se escucha cuando uno pierde, aquel efecto sonoro producido cada vez que el cañón-láser del jugador es destruido por los invasores… un zumbido grave… sí… En todo caso, te obsesionas por averiguar qué clase de máquina creó el cuarto hombre, no sabes nada del asunto hasta muchos años después… en la red descubres que el texto que te había recitado Dardo pertenece a la introducción de una novela de Philip Dick… buscas el libro y efectivamente está ahí, pero al leer el pasaje del cuarto hombre y su máquina, hallas que el texto original también está incompleto… o sea, exactamente como te lo había susurrado Dardo aquella mañana.

Estás de vuelta en el cine. No dejas de llorar. Te quitas los zapatos, están llenos de arena, y tu camisa, salpicada de sangre. Tiemblas. En la mano empuñas un revólver, está tibio. Pesa. Te da risa. Me miras, estoy sentado en la butaca a tu izquierda. Sabes que te entiendo... somos hermanos... estuvimos juntos en el frente. Nosotros dos... veteranos de una pesadilla olvidada. Me tomas de la mano, está helada. He dejado de sangrar, sabes que los cadáveres no sangran... me sacudes y ves como un flujo de arena se vierte de mi tráquea. Te cuento lo que ha sucedido... que por fin me has rearticulado... que tú eres el cuarto hombre, pero no hay caso. Para ti, mis palabras no son más que un zumbido grave, craquelado... atari.

Distraídamente, tus dedos juegan con mi herida. Comes unas palomitas que has descubierto en tu bolsillo. Vuelves a acordarte de esa escena… el cine y un conejo siniestro con el ojo baleado.

Aquí las cosas no son así… no tanto.



22.1.07

Hasta que la muerte...

Recuerdo haber leído en algún lugar que parte de la correspondencia de Mario Vargas Llosa, en la biblioteca de Princeton, está vedada a los lectores hasta después de la muerte del autor (si no me equivoco, se trata de las cartas cruzadas con Julia Urquidi y Gabriel García Márquez).

Como conté días atrás, alguna vez
Vargas Llosa me dijo en una entrevista que se había decidido a escribir La fiesta del chivo cuando se dio cuenta de que quería contar la historia de un dictador, incluyendo su final, y que en el fondo quería que fuera la historia de Fidel Castro, pero que podía pasar mucho tiempo antes de que el régimen de Castro concluyera (entiéndase: antes de su muerte).

Ahora Dasso Saldívar, biógrafo de García Márquez, ha asegurado que el Nobel colombiano tiene completo un libro sobre Fidel Castro, titulado Cuba y el bloqueo, acaso empezado a escribir treinta años atrás, pero que no quiere publicarlo hasta pasada la muerte del gobernante cubano, para que nada de lo dicho en sus páginas (aparentemente críticas) sea usado en contra del amigo habanero.

Alguna vez leí que la escritura literaria es una carrera emprendida para derrotar a la muerte (el efecto Sherezada, por nombrarlo de algún modo). Estos datos parecen dar un sentido distinto a esa idea.

Otro cacerismo

Ahora que el cacerismo --cualquier cosa que eso signifique-- anda de capa caída en la política peruana, vale la pena recordar (en verdad, no veo bien la relación, pero me da flojera reescribir este párrafo) que el general Andrés Avelino Cáceres, además de la prole nacionalista que los años le han hecho engendrar, le dejó a la historia del Perú, también, una hija escritora, Aurora Cáceres, de relativo éxito en librerías europeas allá por los años veinte del siglo pasado.

Aurora nació en 1877 y murió en 1958, y fue la primera esposa del conocido escritor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo (de quien escribió una biografía).

F
ue una suerte de modernista alternativa, con gran interés por la ciencia y los personajes dedicados a ella, y fue autora de novelas y ensayos que han merecido la atención de crít
icos pretigiosos y serios, como Francesca Denegri.

Un dato interesante para quienes quieran descubrir algo sobre esta escritora (desconocida hoy para el público no especializado, pero cada vez un poquito más estudiada) es que una de sus obras, la novela La rosa muerta (recién reeditada bajo el cuidado del crítico Thomas Ward), está completa en internet, y se encuentra aquí.

Eso sí, quienes empiecen su lectura por el prólogo que, para la edición original, escribió el inefable Amado Nervo, tendrán que soportar una avalancha de tonteras y lugares comunes, de esos que eran casi requisito en el género del floreo por encargo durante los años del modernismo. Un ejemplo:

"Yo creo que las mujeres a quienes Dios llama por el mal camino de las letras, deberían dedicarse a escribir novelas y con especialidad novelas de amor. La naturaleza ha hecho al hombre polígamo y a la mujer monógama. Ahora bien, la poligamia y el amor - cuando menos el amor cristiano -nada tienen que ver; ¿no se ha dicho por ventura que el amor es el egoísmo de dos? En cambio, a nadie se le ocurriría decir que es el egoísmo de cuatro... ¡o de cinco!"

En este enlace, por cierto, los cazadores de rarezas encontrarán varias otras piezas escritas por autoras peruanas de aquel mismo periodo.

Sus mensajes

Sólo una puesta al día: ¿recuerdan la convocatoría de la que les hablé durante el fin de semana? Han llegado dos vídeos, dos ensayos y tres o cuatro cuentos, y apenas disponga de tiempo los colocaré en el blog.

Por ahora, permítanme aclarar la dirección electrónica a la que pueden enviar sus contribuciones (cuentos, poemas, capítulos de novelas, videos, fotografías: lo que quieran): gfaveron@gmail.com

21.1.07

Extraño: cómics peruanos del 2006

Mi gusto por el cómic empezó después de que vine a vivir a Estados Unidos, hace seis años. A ello se debe que sea muy lector de cómics norteamericanos y conozca tan poco de lo que se hace en el Perú: es una cuestión práctica, leo lo que tengo más a la mano.

Pero alguien se acaba de ofrecer, indirectamente, a curarme de tal ignorancia: se trata de Paulo Rivas, editor de Extraño: antología del cómic peruano 2006, quien planea en adelante seguir este volumen con otros hasta convertirlos en una serie anual.

Este primer tomo, de treinticinco páginas, en blanco y negro, trae trabajos de Andrés Edery, Wilmer Fashé, Manuel Gómez Burns, Juan Carlos Rodríguez, Martín López, Marco Descalzi, Carlo Neira, Beto Ortiz, Álvaro Portales (quien tambien hace la portada doble), Iván Visalot y Paulo Rivas. Es el prólogo es del más destacado de nuestro artistas del cómic, Juan Acevedo.

¿Cómo conseguirlo? Dejando veinte soles en
Park Cómics (Arnaldo Márquez 1318, Galerías Santa María 2do piso, Jesús María); Contracultura (Av Larco 986 Miraflores, 242 8985); Pachito Cómics (Cantuarias- Miraflores), o El Virrey de San Isidro y Lima.

Aquí un pequeño texto que los editores me hacen llegar junto con la información anterior:

"Las historietas son un reflejo distorsionado del mundo, un reflejo en el que vemos por fin quienes somos realmente. Son las mentiras hechas para mostrarnos la verdad, que no siempre es tan terrible como parece. Tal vez sea su terrible belleza lo que nos asusta. Como sea, nadie puede decir que es más ignorante luego de leer una buena historieta.


"Pero la habilidad de decir una gran verdad con cierta cantidad de pequeñas y obvias mentiras no es algo gratuito. Años de preparación, práctica, lectura, documentación y vivencias son requeridas para lograr un nivel mínimo. Los autores recopilados en la presente antología tienen entre 10 y 20 años hacienda historietas y algunos casi el doble viviendo, muriendo por y en el Perú.


"En un país donde tener talento es casi un handicap que incapacita para trabajar en empleos con altos sueldos, no se puede culpar a los historietistas peruanos de ser soñadores.
El esfuerzo puesto por Paulo Rivas en esta publicación tuvo por meta primordial darle a esos soñadores un espacio libre de influencias del mercado, tensiones editoriales, censura y limitaciones de contenido. El resultado fue una colección de historias extrañas, de belleza terrible. Un reflejo distorsionado del mundo en que vivimos. Un mundo Extraño".

Maldita boa

Ok, no fue una boa, fue una anaconda. El animal de marras fue protagonista y héroe epónimo de la película más popular dirigida en Hollywood (o para Holyywood) por nuestro compatriota Luis Llosa.

Pero al cabo de los años también le ha valido a él, y a su estrella entonces principiante, Jennifer López, entrar una vez más en el ránking de lo peor del cine mundial: doce mil votantes de MSN Movies han elegido días atrás a Anaconda como el sexto peor film de la historia del cine.

La noticia la encontré en el Corriere della Sera, y aunque no he podido hallar el ránking orig
inal, tengo el comentario de los redactores italianos y el resumen hecho por un blogger americano.

¿Qué película ganó la encuesta? Spice World, la cinta de las Spice Girls de 1998. Luego aparecen Titanic, Grease 2 y Waterworld (la de Kevin Kostner). En el quinto puesto, justo antes de la película de Llosa, viene Hostel, de Eli Roth, un festival de sangre lo suficientemente despatarrado como para disgustar incluso a los amantes del cine gore.

Sigue a Anaconda Batman & Robin, la peor contribución de Joel Schumacher a la saga del hombre-murciélago. El octavo lugar vuelve de la mano de Jennifer López (qué tal ojo de la mujer para las malas películas): es Gigli. Los siguientes dos desastres son Catwoman y una cinta protagonizada por Sylvester Stallone en 1992: Stop! Or my Mom Will Shoot, de Roger Spottiswoode.

Los redactores de Corriere della Sera señalan, sin embargo, un dato que puede ser usado en su defensa por todos los acusados en este ránking: el puesto número veinte de la lista lo ocupa Eyes Wide Shut, la cinta final del maestro Stanley Kubrick (en la foto, con Nicole Kidman durante la filmación).

Bueno, a decir verdad no: nadie en este ránking, además de Kubrick, podría seriamente decir que su cinta aparece allí porque la gente no alcanzó a comprender su genio.

20.1.07

Dejen en paz a Yerovi

Paloma Yerovi Cisneros, hija del poeta, narrador y humorista Nicolás Yerovi, me hace llegar esta carta pública de protesta y denuncia contra la persecición de la que viene siendo víctima su padre.

Debo decir que yo conozco el caso de primera mano: seis o siete años atrás hablé largamente con los implicados, un Yerovi que tenía las cosas claras y mostraba decenas de documentos, y una parte contraria esquiva y confusa.

Yerovi me llevó a los almacenes de Peisa donde pude ver una de esas imágenes que resultan emblema de nuestra pobreza cultural: miles de ejemplares de su novela Más allá del aroma encajonados e inmovilizados por la apática indolencia de un proceso legal que no tenía razón de ser.

Lean la carta con atención y les pido personalmente que si encuentran la información justa, adhieran sus nombres y su DNI en los comentarios para suscribir la carta y darle mayor fuerza ante la opinión pública.


DENUNCIAMOS ANTE LA OPINIÓN PÚBLICA
LA PERSECUCIÓN POLÍTICA CONTRA NICOLÁS YEROVI

Los abajo firmantes manifestamos públicamente nuestra indignación por la persecución política que viene sufriendo desde hace ocho años Nicolás Yerovi, y que a la fecha se ha convertido en una amenaza de "ubicación y captura" emitida por la jueza del Sexto Juzgado Penal de Lima, Sonia Iris Salvador Ludeña, bajo el absurdo cargo de "plagiar" su propia obra.

El 5 de febrero de 1999, cuando en presencia de su propio abogado y de la autoridad del INDECOPI, el verdadero pirata confesó por escrito que había publicado y comercializado la novela Más allá del aroma de Nicolás Yerovi, comprometiéndose a no persistir en su delito.

La autoridad otorgó siete días para que el delincuente acordara con sus víctimas, Nicolás Yerovi y la editorial PEISA, el monto de la indemnización que les pagaría por daños y perjuicios.

Fue entonces que la dictadura de Fujimori y Montesinos, contra la cual Yerovi había librado una valerosa batalla sin más medios que su ingenio y su ironía, se encargó de convertir a la víctima en victimario y viceversa.

En 1999 y en el 2000, los empleados administrativos de la dictadura cancelaron el registro de propiedad inscrito por Nicolás Yerovi el 6 de junio de 1998 y le prohibieron la publicación de su novela, multándolo y poniendo por escrito sus razones con absoluto desparpajo:

"La Sala ha podido apreciar que el denunciado a través de los medios de comunicación escritos -Diario la República- ha pretendido burlarse y ridiculizar las decisiones del INDECOPI así como de los funcionarios que las expidieron, llegando a poner en tela de juicio la objetividad e imparcialidad con que actúa la Autoridad administrativa. Tales circunstancias serán tomadas en cuenta al momento de fijar la multa".

Nicolás Yerovi y PEISA demandaron al Estado por atentar contra la libertad de expresión, el debido proceso y la propiedad intelectual, pero la mafia utilizó al Poder Judicial para continuar la persecución contra Nicolás Yerovi ignorando la confesión del delincuente y los dos informes de la Defensoría del Pueblo emitidos al respecto el 15 de febrero del 2001 y el 2 de junio del 2003.

Hoy día los servidores de la corrupción pretenden utilizar nuevamente al Poder Judicial para encarcelar al periodista y acallar las diarias críticas que publica en su sección de Perú.21.

Nicolás Yerovi tiene sus cuentas bancarias embargadas, recibe amenazantes correos electrónicos de la mafia, ha sido declarado como persona no digna de crédito sin tener deudas y ha sido multado por haber denunciado pública y permanentemente a la corrupción organizada.

Esta ignominia tiene que terminar. Protestamos enérgicamente ante la infamia que se pretende consumar contra Nicolás Yerovi, un escritor y periodista que durante los últimos treinta años ha brindado lo mejor de su talento y su alegría a los peruanos, en la época más sórdida y aciaga de la vida nacional.

Lima, 22 de enero de 2007

CONVOCATORIA DE PUENTE AÉREO

(Será la nieve que no cesa de caer; la píldora para dormir que tomé demasiado temprano esta noche; será la manía de los personajes de Horacio Quiroga, que saltan a mansalva de unas historias a otras, y yo con esas evasiones de jornaleros y matarifes agonizantes, qué me puedo hacer, si soy apenas un profesor universitario con cierta oferta para pasar unos meses de verano dando cursos de postgrado en Vermont, a un paso de Montreal, que se ha vuelto la fascinación de Carolyn... mientras ella, que también se iría de profesora, pone los bordados de hilo fino a los capítulos finales de su tesis, la tesis que todo lo habrá de transformar en el mundo, o al menos en este rincón del mundo fuera del tiempo, como dice la Torah, tiempo fuera de la mente, como dice Bob Dylan, no menos judío que el redadctor de la Torah.

Esto va en serio:


Será todo eso, digo, lo que me coloca ante la computadora para promover una idea que se me ha ocurrido un rato atrás, (h)ojeando blogs como quien (h)ojea manzanas o chicas en la calle: ¿qué tal si Puente Aéreo se vuelve un incauto y nuevo Trampolin a la fama para jóvenes o primerizos videastas latinoamericanos, y músicos, fotógrafos, cantantes, rockeros, etc? ¿Para artistas plásticos en general y escritores, poetas, cuentistas, novelistas, gente que quiera producir y mostrar lo que produce?

Puente Aéreo puede perfectamente llegar a una lectoría cautiva de centenares de lectores diairos, con más de mil visitas repetidas cada día y más de 542 mil visitas acumuladas en un año y pico, un perfecto punto de exhibición online para quienes quieran dar a conocer su trabajo. No habrá jurado: salvo mi torpe decisión de difundir todo cuando me parezaca valioso y digno de ser comunicado.

Manden attachments con sus dibujos, reproducciones de sus cuadros, archvos con sus textos, ideas, planos, proyectos de instalaciones e intervenciones, o manden videos de sus canciones, de sus intervenciones, de sus happenings, de sus libros-objeto, conozcan aquí a las demás personas que andan en lo mismo, o en algo diverso, en el Perú o en América Latina.

Y tratemos de hacer algo bacán, algo que deje en claro que trabajar y crear con libertad sigue siendo el negocio del siglo entre esta parte de la población que cree que cierto tipo de alegría se mide en millas, como decía John Lennon: las millas que separan al cuerpo pasivo del curpo activo y creador. Manden lo que quieran mandar, y a ver qué se hace.