31.3.07

Las fujivacas

A raíz del lío que se armó hace unos días alrededor de Alfredo Bryce, el diario Correo publicó declaraciones de intelectuales peruanos que juzgaban el hecho.

Junto a las opiniones de
Enrique Prochazka y Javier Arévalo aparecieron estas del escritor José B. Adolph:
"De comprobarse que esto sea cierto, y así parece ser, digo que cualquier plagio es tan condenable como criticar con seudónimos o anónimamente, práctica muy común entre nosotros".
Como sabemos, hay quienes hacen los malabares más absurdos para justificar ciertas formas de injuria disfrazadas en el anonimato; y hay quienes, escudados tras un falso afán contestatario, ejercen algo que es un remedo de crítica literaria enmascarados y ocultando su identidad.

Hay también quienes hablan de los blogs basura como "blogs alternativos" (como si decir solapadamente y en la sombra las idioteces que por pudor nadie dice en voz alta fuera un acto de rebeldía). Y hay quienes promueven los insultos anónimos como si implicaran una sublevación y no, simplemente, una infamia.

Aunque en este blog mi política sobre la recepción de comentarios ha variado con el tiempo, una cosa la he mantenido igual desde el momento en que fue obvio que Puente Aéreo había dejado de ser un blog personal que solo leían mis amigos (lo cual ocurrió muy pronto): nunca he prohibido los anónimos; sólo los anónimos que contengan injurias a terceros.

Los anónimos que afirman verdades evidentes, o discutibles pero no malintencionadas, o proponen temas sin ofender a nadie, o formulan preguntas, o dan información transparente, etc., nunca los he considerado censurables. Me parecen siempre menos interesantes que un comentario firmado, porque la firma añade una dimensión al comentario mismo, pero no por eso son censurables.

Pienso otra cosa de la crítica literaria ejercida anónimamente: la crítica tiene un alto poder simbólico, sanciona y enjuicia la obra ajena, y se ejerce siempre, necesariamente, desde un cierto espacio ideológico. Por eso es obligatorio (no encuentro ni necesito una mejor palabra) que un crítico ponga todas sus cartas sobre la mesa antes de opinar y evaluar el trabajo de los demás: porque es perentorio saber de dónde proviene su opinión; porque, siendo obvio que ninguna opinión es objetiva, es no menos obvio que los lectores tienen derecho a saber los factores particulares que influyen en la subjetividad de un cierto comentario crítico; y muchos de ellos sólo se pueden intuir cuando se sabe la identidad del comentarista.

Quizá por eso sea que, aunque nos conformamos con saber que tal o cual libro famoso de ficción, que tal o cual poema y epopeya o novela es de un autor cuyo nombre nunca conocimos o conoceremos, no hay una crítica literaria perdurable firmada por NN o por Perico de los Palotes o por La Vaca Profana (¿se acuerdan del cuadrúpedo encapuchado que se hacía el revoltoso mientras era cobijado por la transnacional Telefónica?: precisamente, para no caer en ese tipo de payasada, es que los críticos deben siempre tener un nombre).

Un crítico sin nombre es como un juez sin rostro: pronto se convierte en un verdugo con antifaz; ése es el mejor ejemplo de aquello que se quiere explicar cuando se habla de la "fujimorización" de nuestra esfera cultural.

Imagen: Caricatura de Daryl Cagle.

33 comentarios:

Anónimo dijo...

quiere esto decir que LaVaca mancó?

Anónimo dijo...

y un crítico con doble rostro jánico que sería? Uno que escribe para congraciarse con ciertos escritores en un suplemento de prestigio, y luego escribe injusticias y biliosas diatribas bajo un seudónimo en un sitio virtual, a ese crítico cómo podemos llamarlo?

Anónimo dijo...

Buena pregunta. Murió la vaca? hace tiempo que no muestrael hocico.

Ayer el blogger Roberto Bustamante estaba aceptando en su blog comentarios anónimos contra gente respetable firmados con DNI falsos. Y dedspués vetó otros comentarios de Faverón y Salas que sí estaban firmados. ¿Lo vieron? ¿Eso cómo se llama?

Anónimo dijo...

¿Ya vieron que Carlos Sotomayor, el periodista que acusó a Cueto de plagio, es un antiguo plagero, que copiaba artículos de Leonardo Aguirre según ha denunciado Gabriel Ruiz Ortega? Léanlo:

http://la-fortaleza-de-la-soledad.blogspot.com/2007/03/sobre-dizque-plagios-y-conchudos.html

Y por si acaso voy con mi firma.

Julio Rivera

Unknown dijo...

ah, los anónimos...

yo mantengo un blog bastante irregular e idiosincrático (o idiota, según los criterios). el hecho es que creo que es un espacio bastante manso para los estándares del medio virtual relacionado de alguna manera con la literatura peruana. sin embargo, en un determinado momento, empecé a recibir anónimos. se relacionaban con el tema del post? no, eran insultos. insultos bastante poco originales. estaban compuestos básicamente de variaciones racistas y acusaciones de un supuesto sometimiento mío a la "mafia". como esto de los blogs se hace por puro gusto, pues por un tiempo largo me quitaron las ganas. hace poco he vuelto a colocar unos textos, y los insultos vinieron de vuelta.

lo que me sorprende de todo esto es esa manía acusatoria que viene siempre con los insultos. siempre se es culpable de algo, los amigos que uno tiene, los gustos, y también el fenotipo. y todo eso viene, además, sin nombre.

a fin de cuentas, el anonimato esconde a unos cuantos desadaptados que desvirtúan a quienes simplemente optan por no dar su nombre probablemente por su tranquilidad. pero en este juego todo se hace equívoco y en su paranoia ellos terminan formando una verdadera mafia. porque de hecho es gente que conoce a quien insulta, y lo hace... para qué lo hacen?

en fin, se me fue la mano, pero simplemente quería compartir mi propia experiencia con anónimos. y voy con firma y vínculo. porque, a pesar de toda la miseria, creo que se puede sacar más bueno que malo de los blogs. un abrazo.

A. Ele dijo...

¿Tendrá que ver con la ideosincrasia peruana ,eso de lanzar la piedra y esconder la mano? Pero, aunque se esconda la mano, en ocasiones no se puede descartar ni negar totalmente la solidez, consistencia y puntería de la piedra.
Attem
ALAN LUNA

Daniel Salas dijo...

Una aclaración:

Roberto Bustamante NO vetó mi comentario. Lo sacó porque yo mismo se lo pedí, ya que era un simple pedido para sacar otro comentario en el que se mencionaba de manera calumniosa a un tercero. Mi comentario fue eliminado para que no hubiera ninguna huella de esa alusión. Luego descubrí que yo mismo pude haberlo borrado, pero en aquel momento desconocía cómo operaba el sistema de comentarios del blog de Bustamante.

Sobre la Vaca: basta recordar su apología de la imbecilidad para no extrañar sus mugidos (si acaso dejó de mugir, pero nunca se sabe).

Anónimo dijo...

Pienso lo mismo que tú, Faverón, estoy en contra de los anónimos, porque se pueden usar en actos de odio y malentenderse, por eso pongo mi nombre apoyando lo que escribes. Aunque me jode lo de fujivacas, deberiamos de ser más serios ENTRE TODOS, juntos hacia adelante. El pensar debe ser un derecho de cualquiera, pero bueno hay que aprender.

Perdona que me explaye y me mencione como si fuera importante que no lo soy, soy un individuo sencillo que va aprendiendo, únicamente me interesa la libertad de expresión, la critica personal sencilla y el tratar de distraerme practicando estructuras literarias para alguna vez escribir un libro bueno (me parece que algo recien estoy entendiendo aunque con ochenta mil accidentes), por eso ya en éste último mensaje, ojalá hagas artículos relacionados con el periodismo para leerte, aprender de tí y de la experiencia.

Mario Salazar
Sapiens: persona que ve
(periodista)

Anónimo dijo...

Cuando digo literatura me refiero a ficción, netamente ficción como la de Vargas Llosa que me interesa la buena literatura, ese fue mi error, siendo menos obvio y con menor error.

Soy un joven periodista, no hay una pisca de terrorismo en mi ser ni mucho menos revelarme contra nada cuando hablo de libertad de expresión. Saludos.

Mario Salazar

Anónimo dijo...

Disculpa por molestar con dos mensajes. He dado una opinión de un muchacho, por eso me intereso tu blog porque tú eres periodista y crítico, y me puedes orientar en la carrera. Me voy a dormir ahora si, ya no molesto.

Saludos.

Mario Salazar

Anónimo dijo...

Es muy interesante cómo tu post arranca de una cita tangencial de adolph sobre un tema de actualidad. ¿Y por qué no se puede suponer mala intención en ti?

Anónimo dijo...

YA SALIO LA LISTA DE GANADORES DEL COPE DE CUENTO 2006

donde estan los ezios neyras, los leo aguirres, los grandiosos y superpoderosos castañeda y edwin chavez, donde esta ese rebaño de buenos cristianos ?

solo veo un nombre innombrable para ellos: galarza.

salud por eso !

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Esos dos últimos anónimos son otro par de buenos ejemplos de fujimorismo activo y descarado: uno da como "perdedores" de un concurso a escritores que muy probablemente ni siquiera participaron en él; otro llama a sospechar de "mala intención" sin siquiera molestarse en pensar contra quién podría haber tal "mala intención".

Para seguir con las aclaraciones de Daniel: a mí Bustamante sí me vetó, no uno sino varios comentarios. Y después de retirar el comentario ofensivo y difamatorio que Daniel le pidió que sacara, "apareció" en su blog otro que repetía la misma infamia pero además le añadía una firma y un DNI falsos. ¿Le ha pedido disculpas Bustamante al agraviado? Obviamente no; sólo ha mencionado el asunto para decir que él no tiene tiempo de estar revisando todo lo que sale en su blog. O sea, ya saben: si quieren difamar sin presiones, vayan al "blog del Morsa": democracia en acción.

Anónimo dijo...

La publicación de anónimos insultantes siempre en un riesgo. También es criticable publicar las cosas sin ninguna reflexión, sin pensar la noticia. Eso pasa con un blog que ha publicado la carta de respuesta a Correo de Cueto, pero no ha publicado las pruebas que da el diario del plagio. Dejo el link del blog para que cualquiera pueda comprobar lo que digo. Se trata de www.amoresbizarros.blogspot.com. Ojo que no tengo nada personal contra el administrador de ese blog.

Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Anónimo de las 12 y 16. Nuevamente, te doy las gracias por leer mi blog y darte tiempo de estudiarme (que supongo, no debe ser muy difícil). Como sé quién eres y como no quiero nombrarte para que luego vengas con tu cantaleta de dizque ofendido, solo quiero decirte que pensé que ya estabas en México, pero veo que no, sigues acá con todos tus seudónimos y ese maldito afán de meter cizaña a diestra y siniestra. Sé que te dolió no ir al Encuentro Mundial de Poetas el año pasado (en México)-a lo mejor, para despistar, sacas un post sobre tu imaginaria participación en ese Encuentro-, y supongo que debes estar aún más adolorido porque no despegaste del Jorge Chávez el 5 de marzo, pero ten en cuenta que cuando por fin te vayas, todos vamos a "lamentar" tu ausencia.
G.

Anónimo dijo...

Puede compendiarse, olvidando las excrecencias habituales de su prosa, la débil argumentación de su artículo en esta premisa: la revelación de la identidad del crítico literario no sólo es un imperativo moral, sino una obligación que a su inobservancia, debe ser severamente castigada. Castigada, completo su pensamiento, con la expulsión laboral, el destierro mediático, el desprestigio, la indiferencia académica y un larguísimo etcétera que evitamos por tedio.
Su justificación: la crítica, incluso la más aséptica, esta signada por móviles ideológicos que la explican. Cierto, pero no como un todo: no olvide que el objeto de la crítica literaria es, en esencia, forma. El contenido ideológico sobreviene a esta, pero como accidente, como contingencia, como un llenado parcial que siempre se nos escapa. Por eso, su ejemplo del juez es burdo: el crítico literario propende a una opinión estética, el juez no sólo sanciona una conducta, sino la concreción de una moral inaceptable en el pacto social. Ambos sancionan propósitos realizados, pero mientras el primero distingue al sujeto creador, del objeto final, autónomo, nuevo, única entidad valorable por sí; en el segundo tal distinción no es posible: la causa de un delito es un comportamiento lesivo, que deviene de la acción de un sujeto. El arte no es un fenómeno moral, ni la crítica literaria es la interpretación moral de ese fenómeno.
Entonces: ¿La crítica literaria es, en efecto, un terreno indemne a la manipulación ideológica? La respuesta obvia es no. Pero aún, en tal situación, los parámetros de la discusión deben mantenerse alejados de la vinculación personal. Si NN dijo que la novelita de Cueto es malísima, pues debe justificar tal afirmación con una metodología que se inserte en el texto y en sus valores intrínsecos, y no en factores exteriores a la obra.
Intuyo, que en todo este alarido suyo, existe una tremenda impotencia, impotencia por no relevar con argumentos serios, elaborados con la destreza de un cirujano (y no ad hominem), opiniones que disientan del absolutismo letrado vuestro.
Espero que publique mi comentario.
Suyo,

Edward Calvo

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Qué buena. Este párrafo es notable:

"la revelación de la identidad del crítico literario no sólo es un imperativo moral, sino una obligación que a su inobservancia, debe ser severamente castigada... con... la expulsión laboral, el destierro mediático, el desprestigio, la indiferencia académica"

Jaja. O sea que si no se puede identificar a un crítico, hay que despedirlo de la chamba y de la academia... Y supongo que eso se deberá hacer o bien al azar o bien consultando a un brujo...

Lista de arbirtrariedades que no dan ganas de responder por obvias:

"el objeto de la crítica literaria es, en esencia, forma. El contenido ideológico sobreviene a esta, pero como accidente"

(o sea, a todos los escritores del planeta se les ha chispoteado lo que dijeron)

"El arte no es un fenómeno moral"

(O sea desde Calvino hasta Levi, desde Aristóteles hasta Kant y San Agustín, desde Bataille hasta Sarre, todos dijeron piedras que no vale la pena atender).

"y no ad hominem"

(Jaja. Eso me convierte en la primera persona que ataca "ad hominem" a un fantasma...)

Acá la única pregunta es por qué las defensas de los anónimos vienen con seudónimo.

Anónimo dijo...

Por Dios, señor Faverón, entre la risa y el miedo, entre el espanto y la vergüenza ajena, ajenísima: su respuesta, nerviosamente torpe, escrita con las vísceras y la conciencia de un adolescente abstruso, con la débil suficiencia de un maestro de escuela, no sólo lo pinta de cuerpo entero, sino que obnubila su prédica farisaica: exige seriedad, exige respeto, y contesta con ese sarcasmo que huele a dogma de Cipriani, a impronta judaica monocorde: no te escucho, no me interesa escucharte, ni discutir contigo: mi único diálogo posible es el monólogo, el soliloquio: mi único método: la imposición, la burla. La otredad, sugiere, es una lejanísima abstracción, la justificación del tonto, del incapaz.
Cito a Carlos Gallardo:
“Un respetado doctor de universidad norteamericana, animador cultural, antologista, hombre de letras y defensor de la moral, las costumbres democráticas y la tolerancia intercultural no puede contestar como barraconero, afilando la chaira, echando en cara errores tan nimios como las tildes que sus propios lectores se olvidaron de colocar. Faverón alucina que quienes no están de acuerdo con sus designios pretenden moverle el piso con sermones y aprovecha cualquier distracción de sus críticos para enrostrarles su anonimato (ha concluido, mediante enrevesados silogismos que negarse a ofrecer el nombre no es una elección individual válida sino un acto de cobardía); pero no contento con transformar un comment sin importancia en potencial atentado contra su dignidad, se permite tergiversar las opiniones ajenas y aniquilarlas mediante el recurso de la burla.
“A diferencia de lo que criticaba en mi blog, esta inusitada malcriadez no proviene de usuarios externos sino del PROPIO BLOGGER y, debo entenderlo de esta manera, manifiestan la postura del blog hacia esas personas.
“Lo lamentable vendrá después cuando nadie pretenda manifestarse a favor del agredido, sino aparezcan los amigotes del agresor para rematarlo con su cultalatiniparla y sus alardes de tauromaquia retórica. Entonces escribirán la verdad para todos nosotros, impondrán su propio canon, sus propias referencias, su lenguaje, su corrección política, su dilettantismo. Y créanme, los aceptarán con los brazos abiertos.”
Lo más risible (y patético) es que usted demuestra que es un malísimo lector: usted no descalifica, nunca descalificó, a la Vaca Profana por la falta de eficiencia, de lucidez en sus comentarios (superiores, muy superiores a las chácharas circunstanciales de su blog), sino por su anonimato. Ese era el eje de mi mención al argumento Ad Hominem: la instrumentalización descalificadora por causas ajenas al texto crítico.
Y con respecto al arte como fenómeno amoral: ¿Acaso una elección similar no es excluyente? ¿O es que no se puede optar por Nietzsche o Borges? ¿Debemos seguir los mandamientos de Faverón Social Club (y su enumeración insustancial, pedagógica, esnob) como imperativo?
De su mala lectura de mi mensaje, se desprende esa patinada vergonzosa: nunca dije, ni sugerí que los escritores eran unos imbéciles, sino que una obra de arte, escapa a toda definición moral taxativa: no se agota en un discurso, porque es un producto estético y debe ser juzgado como tal. En fin… usted esta a años luz de la lucidez y sensatez de un Peter Elmore.
Lamento su mensaje, créame, no pensé que su mezquindad tocara fondo. Siga con sus post arbitrarios, herederos de nuestra tradición política nacional; aquí perdió un lector.
Suyo,

EDWARD CALVO

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Sólo leí hasta "judaica". Que el huachafo siga hablando solito.

Fernando Velásquez dijo...

"impronta judaica monocorde"... lo que sigue es la cita de los protocolos de los sabios de sión? o el racismo de archimboldi-calvo es más criollo, más nuestro, más "de adentro"? igual chorrea racismo, y es en extremo huachafo.

Anónimo dijo...

Ese Archibolas es huachafo como él solito. No sé cómo puede haber gente que en vez de decir "los demás" dice "la otredad"... Da risa.

Anónimo dijo...

ese archimboldi parece el hijo de gregorio martinez, que tal huachafada, prefiero un buen chaufa,

chau

Miguel Rivera dijo...

Es curioso Benno. Los tics de su escritura y cierta tendencia a responder a alguien sin dar siquiera muestras de haberlo leído pueden hacer pensar que parodia al periodista César Hildebrandt. Ejemplo de lo primero es el superlativo "ajenísima", que aplicado a ese adjetivo quiere sorprender al lector como un rasgo de estilo, no comunicar una idea. De lo segundo, su insistencia en que GF está cayendo en la falacia ad hominem al criticar a la Vaca Profana por razones ajenas a sus textos. El post que yo leí, discutible pero interesante (mejor dicho, digno de discusión precisamente por ser interesante), sostenía que la crítica literaria no debía ejercerse de manera anónima porque el lector de la crítica o reseña merece saber desde dónde se enjuicia una obra. No era, pues, un ataque o profanación contra la Vaca en el sentido estricto, sino un argumento contra toda crítica anónima. Recuerdo otro ejemplo: Creo que fue Borges el que contó cómo un escritor de novelas policiales no solo publicaba sus novelas bajo seudónimo, sino que además, usando otro seudónimo, las reseñaba.

Anónimo dijo...

Nando:
Parece que no te has dado cuenta que el gráfico que ilustra tu blog es mil veces más huachafo que cualquier comentario de el medieval de Benno Arcimboldi. Salas, si quiere quedar bien, que ni conteste.

El Cursi

Anónimo dijo...

Miguel: cuál es esa otra crítica anónima aparte de LaVaca?

Miguel Rivera dijo...

Si no me equivoco, el caso qeu contaba Borges fue el de S.S. Van Dine, un profesor de historia del arte que dejó la academia (y su verdadero nombre) para escribir literatura policial (creo que debería decir solo "novelas policiales", porque de literatura no se veía mucho en sus páginas). Borges contaba que un crítico, que firmaba con seudónimo, descubrió en una reseña quién se ocultaba bajo el sobrenombre "S.S. Van Dine", solo para que después otro crítico descubriera que el supuesto descubridor no era otro que S.S. Van Dine.

Anónimo dijo...

Discúlpenme, pero casos de intolerancia júdía ha habido y habrá siempre, como la hay católica (el caso de la PUCP) y musulmana, como en toda religión que se dice revelada cuando decide inteervenir en la vida civil. Así que utilizar un símil de la intransigencia farisaica no es pecado. MiguelRivera, ¿también estás en las pesquizas estilisticas de la pandilla obsesa por develar la identidad de todos los anónimos que, suponen, son en el fondo uno?

Fernando Velásquez dijo...

¿te parece, cursi querido? gracias por abrirme los ojos. yo ahí solo veo un perro que acompaña a un tipo dormido o muerto. asumo que lo encuentras huachafo porque parece de la edad media. ¿y? a mí me pareció bonito. en todo caso, mi huachafería ocupa menos espacio, y es en colores. y tiene nombre, lo que me hace responsable por lo que escribo, y por lo tanto no tan ligero a la hora de hablar de otros. ahí va mi opinión sobre tu comentario y también sobre la vaca profana y la crítica anónima. gracias por el espacio, gustavo.

Anónimo dijo...

Volviendo a la Vaca. En este blog www.la-fortaleza-de-la-soledad.blogspot.com se hace una aclaración muy importante. El blogger afirma tener pruebas que le hacen saber quién se esconde tras el vacuno seudónimo. Y exime a Marcel Velázquez de serlo. Si Si tiene pruebas válidas, me parece que debe hacerlas públicas.

Anónimo dijo...

creo que desde hace tiempo se sabe quiénes son los que se esconden tras La Vaca, el nombrado es uno de ellos. Qué pruebas son esas que eximen a uno de los críticos ocultos y deja a los demás en el bolo. Eso no existe y tú no deberías prestarte, Faverón, a esos juegos.

Daniel Salas dijo...

El misterio de la Vaca es tan sencillo como el de la Carta robada: la Vaca no ocultaba su nombre con el fin de opinar libremente (como quiso hacernos creer) sino con el propósito de poder hacerse un vergonzoso autobombo a ella (a él) y sus amigos, cuyos nombres salen constantemente citados como grandes innovadores en los mismos artículos. Este es el animal que moraliza contra las argollas y dizque promueve la democracia a través de su blog basura.

Eso sí: quien haya creído que utilizaba en anonimato para opinar con libertad se pasó de ingenuo.

Anónimo dijo...

Disculpen pero se equivocan. A mí me dijo directamente uno de los nombrados aquí, que él y sus amigos, como bien señala Daniel, hacían un manejo colegiado del espacio. Es decir que se turnaban para escribir. Eso se puede comprobar hasta cierto punto revisando las reseñas de la Vaca. La Vaca son varios (amigos).

Anónimo dijo...

oigan chicos, no creen que con esto le hacen más propaganda a la Vaca??????