3.6.07

Hueso Húmero y el aire de los tiempos

O el increíble caso del inca que se hace chiquito

Hueso Húmero es sin mayor discusión posible la revista cultural más significativa del último cuarto de siglo en el Perú: en un medio en que la supervivencia de ese tipo de empresas es en sí misma milagrosa y escasa, Hueso Húmero no sólo ha sobrevivido, sino que se ha hecho cada vez mejor y cada vez más imprescindible.

En 1979,
Hueso Húmero hizo pública una encuesta que aún muchos recuerdan: se le preguntó a noventa personas, en su mayoría escritores peruanos, los nombres de sus diez narradores y diez poetas preferidos. Casi setenta de los entrevistados accedieron a responder.

En su número 50, número redondo y que merece una felicitación, aparecido apenas esta semana, Hueso Húmero retorna sobre el mismo asunto y con la misma mecánica: esta vez han sido ciento cincuenta los entrevistados, de los cuales ciento tres han accedido a responder.

Con los nombres mencionados por ellos, la revista ha llegado a esta nómina (entre paréntesis va el número de votos):

Poetas preferidos:

1. César Vallejo (90)
2. Martín Adán (78)
3. Jorge Eduardo Eielson (77)
4. Emilio Adolfo Westphalen (67)
5. José María Eguren (61)
6. Blanca Varela (60)
7. Antonio Cisneros (54)
8. César Moro (51)
9. Carlos Oquendo de Amat (38)
10. José Watanabe (32)

Prosistas preferidos:

1. José María Arguedas (80)
2. Mario Vargas Llosa (78)
3. Julio Ramón Ribeyro (74)
4. Luis Loayza (46)
5. Garcilaso de la Vega (45)
6. Alfredo Bryce Echenique (42)
7. Ciro Alegría (39)
8. Ricardo Palma (37) y Abraham Valdelomar (37)
9. Miguel Gutiérrez (28)
10. Edgardo Rivera Martínez (26)

Se quedaron raspando, considerados por más del diez por ciento de los entrevistados, los siguientes poetas (que la revista consigna en orden alfabético): Belli (24), Chocano (10), Washington Delgado (13), Luis Hernández (18), Montalbetti (19), Sologuren (25). Y los siguientes prosistas: Martín Adán (15), Bellatin (10), Cueto (12), Diez Canseco (10), González Prada (23), Mariátegui (21), Gregorio Martínez (15), Porras Barrenechea (14), Reynoso (21), Scorza (12).

Unas cuantas observaciones. La primera: que Martín Adán es el único escritor con presencia en ambos lados (el segundo lugar en la lista de poetas, el puesto 14 en la nómina de prosistas. La segunda: que una cantidad sorprendente (23 personas) no considera a Arguedas entre los mejores prosistas del Perú, y una cantidad incluso mayor y más sorprendente (25 personas) no considera a Vargas Llosa en ese espectro.

La tercera: que el lugar de Ribeyro como tercera cabeza de la hidra mayor de nuestra narrativa está ya plenamente consolidado. La cuarta: que el nombre de Luis Loayza no sólo es más mencionado que el de Alfredo Bryce, cosa ya de por sí sorprendente, aunque no me atrevo a llamarla injusta, sino que es más mencionado también que el Inca Garcilaso. Díganme lo que quieran, pero yo creo que hay en eso último algo que marcha mal.

Me pregunto en qué medida algunos de los resultados son entendibles o justificables en función de la forma en que Hueso Húmero formula su pregunta: pide preferencias, lo cual le da a la encuesta un tono de gusto personal que no necesariamente recogerá, entonces, lo que sienten o piensan los escritores y los críticos acerca de quiénes son los autores cruciales de nuestra tradición. Es bueno, pues, ver la encuesta no como una investigación acerca de nuestro canon, sino, acaso, como un corte transversal en el aire y la estética de los tiempos.

Viéndolo así, es interesante comparar los resultados con los de la encuesta hecha veintiocho años atrás. Aquella vez, los diez poetas de la lista preferencial fueron, en orden de votación: Vallejo, Adán, Eguren, Oquendo de Amat, Eielson, Cisneros, Romualdo, Westphalen, Moro, Belli, Sologuren y Delgado. Y los prosistas fueron, también por número de menciones: Arguedas, Garcilaso, Ribeyro, Mariátegui, Vargas Llosa, González Prada, Alegría, Ricardo Palma, Valdelomar, Loayza y Porras Barrenechea.

En el rubro de los poetas, la aparición más fulgurante es la de José Watanabe. Pero más significativo, creo yo, es el ingreso de Blanca Varela. Significativo por muchas razones: la obvia es que Varela es la única mujer en estas listas, y que su entrada ahora, que coincide con tantos reconocimientos como la poeta viene recibiendo en los últimos años, indica una valoración distinta de las figuras de la generación del cincuenta: fíjense que, para llegar al puesto en el que está, Varela ha debido desplazar a autores como Delgado, Belli y Sologuren.

Hay otro motivo para juzgar ese ingreso interesante: el que venga acompañado por la salida de la nómina de Alejandro Romualdo. El del poeta Romualdo, sobre todo en los setentas, era un nombre asociado a la celebración nacionalista y al reciente régimen de Velasco, mientras que el nombre de Varela parece por lo común inmune a asociaciones políticas directas. Es casi como si el tiempo hubiera decidido que se libre una batalla más entre las dos caras de esa (absurda) nomenclatura que separaba a los "puristas" de los "sociales" en la generación de Varela y Romualdo, y que esta vez gane el bando de los "puros".

En general, yo diría que una comparación de la lista de Hueso Húmero de 1979 con la del 2007 demuestra que nuestra esfera literaria era, hace décadas, más afecta que hoy a la lectura de prosistas que no fueran necesariamente autores de ficción. Estaban en la lista antigua Mariátegui, González Prada y Porras Barrenechea, los únicos tres autores de entonces que no aparecen hoy. En la nómina del 2007, en cambio, el único autor no ficcional es Garcilaso, y ha pasado del segundo puesto al quinto.

Peor aun: en aquella encuesta a Garcilaso lo mencionaban 56 de 68 encuestados, es decir, el 82%. En la de hoy, lo nombran 45 de 103, es decir, exactamente, el 43% de los encuestados. Entiendo que leer El avaro o La felicidad ja ja sea más fácil que leer los Comentarios reales (aunque no sé si tan divertido), y eso me hace perfectamente explicable que Garcilaso no sea un éxito entre nuestros lectores comunes, pero entre críticos y escritores, creo yo, la figura del Inca --como la de nuestro primer crítico, Espinosa Medrano-- debería resultar un poco más central. Creo.

Los tres reemplazos de Mariátegui, González Prada y Porras Barrenechea son Alfredo Bryce, Miguel Gutiérrez y Edgardo Rivera Martínez. Evidentemente, la caída de los tres primeros implica una gruesa despolitización de la nómina. Que sólo Miguel Gutiérrez, entre los ingresos, sea un autor de preocupación política crucial y preeminente, nos deja el indicio claro de que el piurano es, hoy por hoy, el narrador-insignia de la izquierda peruana, y que su nombre está empezando a tomar el valor simbólico asociado a tal posición, como sucediera décadas atrás con el nombre de Arguedas, hoy plenamente canonizado pero a la vez, por ello mismo, despojado del tinte privativamente izquierdista que tuvo en el pasado.

Mi impresión ante las encuestas de este tipo, a pesar de que muchos las detesten (pero todos las leen), es que son instrumentos útiles para conocer las fluctuaciones del gusto y las espectativas de la esfera literaria. Que los encuestados sean más de un centenar de escritores y críticos la convierte, en un medio como el peruano, más en un plebiscito que en una muestra.

Por último, como quien pone todas las cartas sobre la mesa, les cuento cuáles fueron las respuestas que yo le di a Abelardo Oquendo, director de Hueso Húmero cuando amablemente pidió mis propias listas:

Prosistas:

Mario Vargas Llosa
José María Arguedas
Garcilaso de la Vega
Juan Espinosa Medrano
Julio Ramón Ribeyro
Alfreo Bryce Echenique
Ciro Alegría
Enrique López Albújar
Pablo de Olavide
Edgardo Rivera Martínez

Poetas:

César Vallejo
Martín Adán
Antonio Cisneros
Jorge Eduardo Eielson
Rodolfo Hinostroza
Mario Montalbetti
Enrique Verástegui
José María Eguren
Carlos Germán Belli
Emilio Adolfo Westphalen

Imagen: fotomontaje gfp.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Dónde se puede saber quiénes fueron los encuestados?

Anónimo dijo...

Con la excepción de Oswaldo Reynoso, por el puesto doce o trece, y Miguel Gutiérrez, en el puesto nueve, los llamados andinos no figuran! Y lo peor es que ellos mismos deben haber sido los encuestados!

Anónimo dijo...

Hola Caridad,
se supone que es una encuesta de la literatura peruana de toda la historia y no de los considerados en el anterior debate entre los andinos y los criollos. Donde de estos últimos me imagino incluyes a Vargas LLosa, Bryce. En este caso entre los andinos tambien deberias incluir a Arguedas, Vallejo, Alegria, Scorza.
Fuera de que tu comentario tiene un tufo clasista. Metodologicamente estas usando dos varas para medir.

Anónimo dijo...

4. Luis Loayza (46)
5. Garcilaso de la Vega (45)
6. Alfredo Bryce Echenique (42)

es estupendo que Loayza esté en el puesto que está, y por la votacion se ve que el Inca sí es un éxito entre nuestros lectores

Camilo Fernández Cozman dijo...

Estimado Gustavo:
Me sorprende que en tu lista no consideres a José Watanabe ni a César Moro, y sí a Enrique Verástegui y a Mario Montalbetti (notables poetas, por cierto). Moro tuvo la osadía de escribir una gran poesía en una segunda lengua (el francés) y eso no es cosa fácil. Es un caso ejemplar de bilingüismo en nuestra literatura. El mérito de Watanabe es indiscutible. Un abrazo, Camilo

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Hola, Camilo.

El caso de César Moro: a eso me refiero cuando digo que, al preguntar por "preferencias", la encuesta de Hueso Húmero se abre más decididamente a los gustos personales de cada quién que a una valoración de qué autores tienen un rol más central en el canon.

El caso de Watanabe vs. Montalbetti o Verástegui: simplemente estos dos últimos me parecen superiores como poetas. Y a pesar de que Watanabe es otro autor de primer nivel, tengo la impresión de que su obra está, por decirlo así, en la cresta de la ola de su prestigio, y que en el futuro sabremos mejor cuál es su perfil dentro de nuestra tradición.

Mira el caso de Cisneros: mucho mejor situado en 1979 que ahora; probablemente una encuesta similar a finales de los ochenta hubiera visto a poetas como Luis Hernández en mejores posiciones.

Félix Reátegui dijo...

Hola Gustavo: Creo que merecería una amplia reflexión la salida de Enrique Verástegui de la lista. Si he leído bien, no figura ni siquiera entre las menciones honrosas. Me parece que “el caso Verástegui” ilustra mejor que nada tu propuesta de lectura de esta lista: un dato sobre las fluctuaciones de los gustos, y por qué no, de las modas que moldean la lectura literaria en el Perú hoy día. Concuerdo contigo en su superioridad respecto de Watanabe ―gran poeta, por lo demás, a quien todavía tenemos que poner en perspectiva. Pero tengo la impresión de que Verástegui representa, además que “una literatura” (como dijo él de sí mismo en una entrevista muy recordable), un modelo que ahora ya no tiene mucho atractivo. Quien haya leído Extramuros del Mundo, o tal vez la parte final de Angelus Novus, tendría que reconocer ahí un proyecto creativo que, si bien desbocado, es insustituible en nuestra lectura de la poesía peruana y, para ir a lo más importante, objeto de disfrute y aprendizaje con pocos términos de comparación. Estaba por decir, a manera de hipótesis, que tal vez la figura del genio desbocado y autodestruido ya no conmueve a los lectores de poesía: ahí estaría una fluctuación de las lecturas: destruir la propia escritura en la radicalización de un proyecto parece ser un demérito y no hay la suficiente paciencia para encontrar picos bien logrados de ese proyecto en Angelus. Pero ahí están, ocultos por mucha escoria, desde luego. Por ahí iba mi sombra de hipótesis, pero la aparición de Martín Adán ahí me refrena un poco de decirla. Pero sólo un poco: también puede ser que Martín Adán esté ahí por la misma razón por la que está Vallejo: porque no puede no estar. Por lo demás ―aunque sobre esto creo que no estarás del todo de acuerdo conmigo― a mí siempre me extraña que en estas listas no aparezca Mirko Lauer (tampoco Ojeda, según noto ahora). Si Verástegui aporta esa genialidad caótica imprescindible (que se refleja también en el último Guevara) Lauer trae una suerte de pasión cerebral (geométrica) que seguramente muchos encontrarán demasiado fría, pero que me parece que es una aleación muy original, muy arriesgada y muy instructiva también: y no me refiero solamente a Ciudad de Lima (para mí sería lo más equivalente a Extramuros del Mundo que tenemos) sino a las cosas de Tropical Cantante y otras. Creo que Lauer ha conseguido de una manera sumamente rara ―a través de sus columnas en La República― que nadie sepa que es un excelente poeta. Habría que leer más de cerca poemas como “Escándalo en Bohemia” y otros y darse el trabajo de reconstruir el sistema de símbolos de los libros ―en esto, a la manera de lo que exige una lectura del primer Sologuren― para situar bien el lugar de la poesía de Lauer. Para acabar, insisto en que me extraña siempre la ausencia de Sebastián Salazar Bondy en cualquiera de las dos listas. ¿Será la suya una literatura de época que ya nadie sabe dónde poner? Es todo, claro, cuestión de gustos, pero tengo la impresión de que los mismos valores que tan merecidamente ubican Loayza en la lista podrían servir para rescatar a SSB.

Anónimo dijo...

En el 79 hueso humero saco una encuesta similar, con una diferencia, aquella ves se puso el nombre de cada votante. ¿Quienes seran los 150 votantes? por lo menos faveron hizo publico sus votos.

Anónimo dijo...

No se puede recurrir a 150 opinantes sin dar nombres de quienes se trata. Si no se dan puede pensar de que se ha condicionado la encuesta para que se obtengan ciertos resultados. Los resultados de esta encuesta es muy canónica, y estoy de acuerdo con el comment anterior, Faveron dio su lista. Lo que es extraño que habiendo opinado 150. CIENTO CINCUENTA opinantes no figuren en la lista los autores, sobre todo en prosa que estan en este momento renovando el género.

Anónimo dijo...

Todo suena muy bien, excepto por el tremendo descuido de Hueso Húmero de no dar los nombres de quienes participaron en la encuesta. Podemos comprender que por ahorrar papel no consignen la respuesta de cada quien, pero crep que por un mínimo respeto a sus lectores, debieron poner los nombres de los opinantes. A cambio de eso ofrecen tres páginas de comentario a cargo de la revista y una sábana de Enrique Ballón, que ni siquiera vive acá. La edición de la encuesta es francamente un fiasco y desmerece el número. Una pena.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No, no es así. Los nombres y las listas completas, tal como se anuncia en el artículo, van a ser publicados en el portal perucultural.org

¿Y a qué viene lo del lugar de residencia de Ballón?