15.7.07

La censura ciega

No sólo cerrando exhibiciones se atropella la libertad

Para ser completamente sincero, debo decir que las múltiples reacciones ante la censura contra Piero Quijano me parecen saludables pero también que las dimensiones del aparente malestar han sido sorprendentes para mí: se han quejado incluso diarios y comunicadores que por lo común se despreocupan olímpicamente de la difusión de la cultura.

Me pregunto, no en términos éticos sino en términos prácticos, de efecto inmediato, quién hace más daño a la cultura peruana: ¿el general que censura a
Quijano o el director de un diario que decide que en su periódico no son necesarias una sección de libros, ni una sección de crítica, ni una sección permanente de artes, ni una sección de reseñas?

El jefe del INC que tijeretea ilegítimamente una exhibición y el editor de un periódico que decide que sólo hablará sobre escritores cuando éstos se arranchen de las mechas como peleadores de cantina o se vean envueltos en la comisión de un delito, ¿no abren ambos una misma trocha hacia la desinformación y la inopia de las artes y la cultura?

Estando, como creo estar, en las antípodas del inexplicable
Hugo Neira, yo no pienso que haya muy pocas cosas a las que quepa llamar censura. Pienso lo contrario, que hay miles de formas sutiles de censurar, autocensurar, controlar el acceso ajeno al conocimiento, decidir qué debe ser cognoscible y qué no para los demás y reducir las vías por las cuales la gente podría pasar del desconocimiento a la información (reducción que es, finalmente, el alma de la censura).

Obviamente, no estoy diciendo que haya una misma expectativa censora o un mismo tipo de responsabilidad en casos tan distintos como los de un militar prepotente que silencia a los demás con atropellos y un comunicador ignorante (o demasiado atento al negocio) que decide que en su medio la cultura no merece un espacio fijo y de buen nivel intelectual.

Mi pregunta es si, a la larga, ambas cosas no acaban acaso por contribuir exactamente a lo mismo: la desaparición de los espacios en los que el libre pensamiento puede difundirse y expandirse. ¿Cuán distintos son, como hechos en la historia de nuestra difusión cultural y de nuestro debate intelectual, el cierre forzado de una exposición y el cierre voluntario de una sección cultural o de un suplemento de artes y letras?


Por otro lado, la debilidad promedio de las secciones culturales en la prensa peruana hace que quienes tienen control sobre ellas se encuentren en una posición de gran responsabilidad. Nuestro periodismo cultural es tan escaso, que cada vez que un reseñador comenta un libro puede ser fácilmente la única oportunidad en que la prensa peruana se ocupe de ese libro.

Por ello, quienes trabajan en eso no pueden pasar por alto la aparición de textos fundamentales: gran parte de su labor es estar alertas y hacer notar las publicaciones de mayor trascendencia.

Haciendo eco de un comentario enviado al blog, me pregunto: ¿cuántas reseñas ha habido en la prensa peruana del libro
Borges, el monumental diario temático de Adolfo Bioy Casares sobre su célebre amigo y coautor? ¿Cuáles son los reseñadores que se han atrevido a comentar 2666, la novela de Roberto Bolaño que es, a las claras, pieza crucial en la literatura del naciente siglo veintiuno?

¿Quiénes, aparte de Peter Elmore e Iván Thays, se atreven a decir algo interesante y no rutinario sobre las traducciones de Murakami, Auster, Roth, Barnes, Calasso, etc, etc, que se encuentran con relativa facilidad en librerías limeñas?

El mundo editorial latinoamericano ha rescatado recientemente a escritores casi extraviados como Antonio Di Benedetto, J. Rodolfo Wilcok, Mario Levrero, Pablo Palacio, Felisberto Hernández: recuerdo que Javier Ágreda dedicó una corta reseña a los Cuentos completos del primero de ellos: ¿qué cosa ha publicado nuestra prensa sobre los demás?

¿No sería interesante que los directores y editores de diarios decidieran mantener secciones culturales fuertes, amplias y con algunos recursos? (No se necesita mucho: una caja muy chica puede comprar libros todas las semanas). ¿No sería eso una manera efectiva de combatir lo que, de facto, es la más grande y devastadora forma de censura que viene agrediendo nuestras posibilidades de difusión cultural y discusión intelectual?

Ojeo los diarios de la última semana: en las primeras planas, reclaman contra la censura, enemiga del debate de ideas. En sus páginas interiores, han abolido el debate de ideas y canibaliazdo sus secciones culturales hasta la virtual o total desaparición. ¿Qué sentido tiene eso?

Lamento que esta sea mi impresión, pero lo es: creo que la mayor parte de las veces la prensa entiende frases como "libertad de pensamiento", "libertad de creación", "libertad de debate", como binomios de términos inconexos, y sólo les interesa el primero de cada par: les interesa la libertad, pero no el pensamiento, ni la creación, ni el debate. Pues aquí va una noticia que nunca llegará a los diarios: la libertad sin esas otras cosas no es absolutamente nada.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Aja, y por que en la CBS a las 8 de la noche no hay un concierto de musica clasica, o a las 9 pm en ABC un debate sobre la litaratura clasica norteamericana o sobre las ultimas publicaciones? Sabes por que? Porque tienen la libertad de no hacerlo. No puedes hablar de censura donde hay una eleccion libre. El derecho de poner en un diario lo que los accionistas y directivos crean conveniente. Puedes quejarte, es tu derecho, pero no confundas las cosas.

Luis

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No tengo ni el más remoto interés en defender a las grandes cadenas de la televisión americana: de hecho, debe haber pocos instrumentos mediáticos en el planeta tan abieratmente decididos a censurar, torcer y limitar el conocimiento de la opinión pública como esas cadenas. Aun así, es mentira que uno no pueda encontrar música clásica en CBS o literatura en ABC.

Afortunadamente para los norteamericanos, en Estados Unidos también hay cadenas de televisión como C-SPAN que dedican una gran parte de su programación a la discusión de ideas, de manera muy libre, además, y tienen programas de varias horas dedicados a hablar de libros (BookTV). ¿Tú sabes por qué? Porque sus directores tienen la libertad de hacerlo o no, pero también tienen responsabilidad, cerebro y capacidad de ver más allás de sus narices. Y si hablo de sus directores, también hablaré de sus dueños: C-SPAN es toda una cadena de TV sin fines de lucro, creada y sostenida ¿sabes por quién? Por los propietarios de las cadenas de TV comerciales. ¿Y tú me vas a decir que los dueños y los directores de la prensa peruana saben más de negocios que estos otros, o que son más libres, o qué son más audaces o tienen más olfato? Por favor.

Por otra parte, el tema de cómo en Estados Unidos los propietarios de diarios están empezando a eliminar las secciones de libros en sus periódicos es un asunto que se ha discutido mucho. En este país donde el mercado lo maneja casi todo, el asunto de la difusión cultural y el debate de ideas sigue siendo percibido como algo demasiado complejo como para quedar en manos del azar y la necesidad de la economía.

Anónimo dijo...

¿Qué tiene que ver lo que haga la CBS o NBC con que nuestros periódicos sean un mamarracho? ¿Acaso ese anónimo cree que el periodismo cultural en Estados Unidos está en ese mismo nivel rascuacho del periodismo cultural peruano? Le falta calle al comentarista.

Anónimo dijo...

Siempre importa tratar este tema y la obsesión con compararnos con Estados Unidos es un rastro de tercermunditis aguda.

Anónimo dijo...

Es cierto los medios son los grandes censores de la cultura. Y no es necesario compararnos con los Estados Unidos. Veamos las páginas culturales de Chile, Argentina, Colombia.

Anónimo dijo...

Habría que preguntarse tambien, ¿cuál de nuestros archiconocidos reseñadores se habrá tomado el trabajo de leer íntegramente las 1,663 paginas de "Borges"? En otras partes lo han hecho. Pedir eso aquí es... bueno, un poquito inocente por decirlo así.

Anónimo dijo...

"¿No sería eso una manera efectiva de combatir lo que, de facto, es la más grande y devastadora forma de censura que viene agrediendo nuestras posibilidades de difusión cultural y discusión intelectual?"

A esto me refiero. No es una censura, es una politica editorial no poner esas secciones. No confundas la censura con lo otro. Y en cuanto a megaempresas amantes de la cultura, espero que algun dia Telefonica entienda que "Oh Diosas" no es, necesariamente, un estimulante programa de intercambio de ideas.

Luis

Anónimo dijo...

Sólo El Dominical del Comercio saca la cara por el periodismo cultural escrito. Pero eso ya es bastante, porque eso lo está haciendo el editor Alonso Rabí Do Carmo con los mismos recursos con que antes hacían un Dominical más misio.

Aníbal García Dulanto

Anónimo dijo...

y porq no decir las cosas por su nombre, don gustavo? eso de hablar de escritores plagiarios alude a Rodrich, de peru21, no? curiosamente, uno de los pocos medios con sección cultural fija y diversa.

y es subjetivo eso de no decir clichés (por los reseñistas): a mí me parece que thays no es un gran comunicador literario. entre clichés algo más elaborados y decir que casi cada libro "le ha cambiado la vida", no me trasmite mucho.

Anónimo dijo...

Yo creo que Thays es un gran comunicados y su blog uno de los mejores del idioma castellano, un noticiero donde nos enteramos de la existencia de autores y libros que no saldrian jamas en los medios culturales peruanos, ni siquiera en el dominical.

Eso sí, es una lástima que Thays viva en el perú y no en el extranjero, donde seguro le regalarian libros y las librerias tendrian novedades. Thays sólo depende de lo que lee en los medios virtuales y la posibilidad de que lleguen esos libros a lima rápidamente es minima. Por eso, y por el formato de su blog que tiene tantos posts diarios, es imposible que los analice a profundidad. Si no fuera así, creo que Thays podria ser un nuevo Fresan.

PD.- he escrito a Luz de Limbo varios comentarios a favor de Thays contra los ataques de Coral, todos muy educados y sin insultar a nadie, pero Coral ha censurado todos. ¿Quién es el censurador ahora?

Anónimo dijo...

En la línea del texto "La censura ciega", ¿no es paradójico que recién se tomen "en serio" a las caricaturas por esta censura, cuando tantos medios ningunean olímpicamente a las historietas o a las caricaturas?

(ni qué decir del trato dispensado a los historietistas y caricaturistas por muchos medios - digno de relatos propios de Harvey Pekar -)


Raschid

Martín Palma Melena dijo...

No sólo la falta de espacios en los medios sino el poco apoyo a la Literatura y a la cultura en el Perú hace pensar que si no se trata de un neo-facismo (para que no parezca que quiero tejer una suerte de teoría conspirativa) pues se le parece mucho al menos en términos prácticos, aun cuando se alegue la libertad de los medios en la publicación de contenidos o la Libertad de Mercado (Libertades que como todas si carece de responsabilidad termina en autoritarismo).

A veces me pongo a pensar, hoy en día a los escritores no hay necesidad de perseguirlos o exiliarlos si incomodan, sólo basta con no combatir la piratería de libros (que si no se combate no es porque no se pueda sino porque no se quiere) y suprimir los espacios culturales en los medios, y mantener los impuestos de los libros (a los que resulta difícil competir por más bajo que sean dichos impuestos), y por ende a los escritores jóvenes si no les resulta imposible sí muy difícil destacar y vivir de su trabajo

Los medios tienen libertad para publicar los contenidos que quieran pero una libertad sin responsabilidad termina decantando finalmente en una suerte de dictadura…

Ok: hablar de neo-facismo puede parecer exagerado pero en la práctica todo este escenario como se le parece, como termina dando los mismos resultados.

Si hubiera un gobernante que quisiera concientemente implantar la censura y de una manera bien discreta y novedosa (y de allí que hable de neo-facismo), pues el escenario que he descrito terminaría siendo exactamente mismo…

Y no digo que el actual gobierno sea una dictadura, pero la desidia en el ámbito cultural termina dando en cierto sentido el mismo resultado…

Anónimo dijo...

como bien argumentas, hay que criticar esta desidia, autocensura o simple desprecio por los libros y el arte, de parte de los medios de comunicacion en el Peru. Sin embargo, no creo que haya que perder de vista el caso concreto de la censura estatal contra Quijano -derivandolo a mero accidente de un proceso mayor de desinformacion, para enfocarnos en lo que propones. Creo que son criticas compatibles y ambas deben seguirse sosteniendo, para no difuminar las responsabilidades, y, sobre todo, para no perder de vista las acciones del gobierno (Alan, militares, INC, Bakula) respecto a este caso y a nuevas posibles censuras si distraemos la atencion hacia zonas mas grises como las de la desinformacion voluntaria de parte de la prensa.

Anónimo dijo...

"zonas mas grises", esta descipcion aparece usada por Neira (otro nombre dentro del eslabon Alan, militares, INC, Bakula, y al que habria que nombrar al General Donayre), aunque desde otro punto de vista. ¿Que nos esta diciendo este concepto? ¿Cual es el signo, positivo o negativo, del concepto otorgado por cada posicion? ¿Cada posicion nos esta diciendo su idea de lo que deberia ser el Estado peruano?