22.9.07

Interpretaciones 2

Correspondecia con Rossella di Paolo sobre Memorias in santas

Luego de pedirle autorización a Rossella di Paolo, publico aquí los mensajes que he intercambiado con ella acerca de la polémica iniciada en torno a la inclusión de dos poemas suyos en la recopilación Memorias in santas: antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política, cuya edición fue hecha por los poetas Roxana Crisólogo y Miguel Ildefonso.

(
Aprovecho para aclarar, por supuesto, que mi correspondencia con Rossella en nada la compromete con el texto Interpretaciones 1, que he escrito en relación con cierto artículo de Héctor Ñaupari).

PRIMER EMAIL DE ROSSELLA

Estimado Gustavo:
En Puente Aéreo recoges y comentas la opinión de Paolo de Lima sobre la presencia de mis poemas en la antología Memorias in santas. Así como a Paolo le reenvié ayer la carta que el 11 de julio les escribí a Miguel y Roxana, y que hoy ha publicado en Zona de Noticias, te la hago llegar también a ti, esperando que ayude a entender la inclusión de esos dos poemas.
Un abrazo,
Rossella

Queridos Roxana y Miguel:
Me piden unas palabras para contextualizar los poemas.
"No hay retorno" es la angustia por la ausencia (o desaparición) de quien se ama; en otras palabras, la angustia del que se queda y sigue buscando o esperando al ausente, casi en delirio.
En "Las altas distancias", personas alejadas unas de otras que tienen la esperanza de un reencuentro.
Pienso que estos poemas pueden hablar a los que sufrieron al ver partir a los suyos a la guerra o a la muerte. A los que sufrieron al ver partir a los suyos a otras tierras, sea como desplazados, sea buscando oportunidades fuera del país. A los que se enrolaron escuchando "cantos de sirena". A los que no recuperaron los cuerpos de sus seres queridos. A los que se pelearon, pero anhelan un espacio de reconciliación...
Un abrazo grande,
Rossella

PRIMER EMAIL MÍO PARA ROSSELLA

Gracias, Rossella. Aprovecho para aclararte, aunque lo debes de haber visto ya en lo que escribí, que no he puesto en duda las cualidades de tu poesía, sino la pertinencia de esos textos en una antología de esa temática. Después de leer tu mensaje me queda la misma duda: también textos sobre el Holocausto o las Madres de Mayo o los desaparecidos por Pinochet o la rebelión de Atusparia o la de Túpac Amaru, y un larguísimo etcétera, podrían "hablar a quienes vieron partir a los suyos a la guerra o a la muerte". ¿Por qué no incluir cualquier (buen) poema sobre la distancia, la separación o el abandono que haya sido escrito en los ochentas o los noventas, en el Perú, por una mujer, dentro de la selección? Porque el libro se anuncia de manera muy específica: literatura "SOBRE la violencia política", y es muy distinto escribir sobre la violencia política que escribir algo que a posteriori pueda ser analogable al sentimiento de quienes más y más directamente la sufrieron.
Gustavo

SEGUNDO EMAIL DE ROSSELLA

Gracias, Gustavo, por tu respuesta.
Tienes razón en que esos poemas no hablan SOBRE la violencia, tal como anuncia específicamente el subtítulo, pero debo decir que cuando me invitaron a dar dos poemas, la carta no mencionaba el título ni el subtítulo que llevaría la antología. Se me dijo que el libro recogería "poemas enmarcados en la temática de lo que fueron los años de guerra interna que vivió nuestro país".
Al final de la carta se repetía "poemas que se enmarquen en esa temática" y se añadía "o sea afín", lo cual proponía, a mi entender, un campo de expresión más amplio que ese específico sobre la violencia con que finalmente se subtituló el libro.
Mi ánimo fue el de ofrecer poemas que pudiesen ayudar de alguna forma a las personas a situar su angustia ("No hay retorno"), y proponer luego una ilusión o una esperanza ("Las altas distancias").
Es evidente que lo vi hacia el futuro, o "a posteriori" como dices tú, no hacia atrás. Después de todo, iban a leerlos quienes están vivos, quienes sobrevivieron, y quienes están vivos desean, deseamos, entender y sanar.
Un abrazo,
Rossella

SEGUNDO EMAIL MÍO PARA ROSSELLA

Hola, Rossella.
Una pregunta: me gustaría colocar esta correspondencia (los tres mensajes) en el blog, para ilustrar mejor el tema y que no quede en el aire. ¿Te opondrías a que lo hiciera?
Gustavo.

TERCER EMAIL DE ROSSELLA

De acuerdo, Gustavo. No hay problema.
Saludos,
Rossella

Imagen tomada de aquí.

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Gustavo, gracias por no publicar el comentario que envie sobre el tema hace tres posts.

Vicky dijo...

¡Fantástico! Gracias Rossella y Gustavo. Muy esclarecedor.

Anónimo dijo...

¡Esos antologadores! En vez de establecer un criterio de selección y elegir los poemas por sus méritos, su tema y su calidad, lo que hicieron fue pedirle a sus amigos que envíen los poemas que quieran. ¡Y después les pidieron que ellos mismos justifiquen la elección porque los antologadores no entendían qué hacían esos poemas allí! Eso es tomarse el tema a la ligera. Este tema no debería estar en manos de aprovechadores, es una burla contra la memoria de las víctimas.

Anónimo dijo...

simplemente es imposible que Rossella no haya tenido idea, hacia el 11 de julio, fecha en que se le envió el correo, de qué tipo de antología se iba a hacer. Memorias in santas es un proyecto que data del 2005, y en lima todo el mundo conoce su naturaleza. Roxana e Ildefonso tenían el nombre desde hace un año al menos. Sería bueno hacer público el correo donde se le invita a la poeta a participar de la antología.

como siempre, tu labor, Gustavo, es la de sembrar cizaña y no la de esclarecer, qué vergüenza.

Anónimo dijo...

lío de caviares. es claro que a quienes les interesa cuestionar la antología -no a ti Gustavo- les hubiera gustaod hacerla poniendo a su gente. es el típico lío de izquierdista radicales contra izquierdista light.

Anónimo dijo...

me parece por lo menos curiosa la actituda de la poeta, eso de enviar poemas para antologìas que no se sabe bien qué son dice mucho de su descuido y de sus afán por publicar a como dé lugar. con frecuencia los escritores dan sus textos para cualquier proyecto con tal de no perder presencia.

Quilquero

Anónimo dijo...

hay una pregunta sencilla, por qué la poeta Di Paolo envió sus poemas a una antología que como ella misma lo dice , no sabía qué era ni qué criterios tenía?

Di Paolo no es ninguna principiante, ha publicado varios poemarios desde inicios de los ochenta, cuesta creer que Crisólogo e Ildefonso la soprendieron.

Anónimo dijo...

Es bien conocido como se mueve el circo literario en Lima. Es decir, amigos invitan a "amigos" para antologías, debates, etc.,y luego justifican sus decadencias unos a otros -con entrevistas y diálogos entre ellos- El caso de Miguel Ildefonso y de Roxana Crisólogo, es el colmo. Han perdido toda credibilidad. Pobre Rosella cayó en una trampa. Saludos XYZ

Anónimo dijo...

no comprendo bien la actitud de rossella, primero participa de una antología que no conoce bien y envía sus textos, luego se vuelve contra la antología que le ha publicado sus poemas dejando en evidencia que no había razón para publicarlos (¿¿¿¿¿¿????)

Anónimo dijo...

Pero Ñaupari cree saber más que Rosella y todos. Dirá, seguramente, que los poemas ya no le pertenecen a ella y que él es libre de interpretarlos como a él le parece. Hace unos meses patinó con otra intervención sobre "la libertad del escritor". Difícil creer que el tipo sea escritor, mucho menos poeta. Abogado, sí.
Creo que la serie de e-mails deja las cosas bastante claras.

Anónimo dijo...

Se supone que debe a fligirme sus poemas.

Daniel Salas dijo...

Una explicación de lo que quiso decir Héctor Ñaupari se puede ver aquí:

http://contrawoody.blogspot.com/2007/09/el-arte-de-hablar-huevadas.html#links

Anónimo dijo...

profesor salas, por qué no envía también el link a su famoso post donde demuestra que un ensayo de De Lima es tautológico, fue muy divertido.

Anónimo dijo...

es evidente que hay una voluntad de manipulación en los editores. roxana y miguel son escritores con varios libros publicadas, que bordean por arriba y por abajo los 40, así que no podemos hablar aquí de falta de experiencia editorial. ellos ocultaron sus verdaderas intenciones con la antología y por eso ahora han caído en el desprestigio. Si mal no recuerdo paolo de lima dijo en un momento que había otros poemas de memorias in santas que no le convencían, sería bueno que hiciera un texto sobre eso para terminar de examinar el libro. es necesario para la literatura peruana.

Anónimo dijo...

"A los que se enrolaron escuchando "cantos de sirena". A los que no recuperaron los cuerpos de sus seres queridos. A los que se pelearon, pero anhelan un espacio de reconciliación..."

la misma poeta se contradice. ella da este sentido a su poema, no importa si fue a posteriori, y luego toma distancia de la antología. Cómo quedamos? esto no es un juego, es una antología sobre violencia política, y si después de dar tus textos sin preguntar bien, luego te arrepientes de estar porque no te gusta la presencia de otras poetas, estonces debiste tener más cuidado con participar, ¿no crees Gustavo?

rociotrelles dijo...

aqui un texto para refrescarles la memoria. esta carta fue producto de una serie de comentarios misoginos en contra poetas mujeres, a cargo del grupo de Paolo de Lima, poetas hombres de los 80. Mira Paolo la antologia ya esta publicada, nada va a cambiar eso. Lo que tienes que hacer es publicar la tuya (o la de tus amigos).


Carta abierta de escritoras peruanas


Lima, 11 de abril del 2005


En el clima confuso y malevolente que reina en los últimos meses entre diversos autores y grupos literarios, se han publicado varios comentarios encaminados a minimizar el trabajo que las poetas peruanas de la década del ochenta vienen realizando hace más de veinte años.
Cierta crítica sigue empeñada en juzgar a los escritores "por unidad", y a las escritoras, en
cambio, "a granel", como si estas perteneciesen a un compartimiento estanco homogéneo, ignorando
sistemáticamente que se trata de voces individuales y no modulables en una sola frecuencia. Afirmar hoy, por ejemplo, que ciertas voces poéticas de clara personalidad son "epigonales" respecto de otras, no
demuestra sino la persistencia de esa ligereza con que se aborda la escritura de las mujeres.

Algunos poetas y críticos sostienen, así mismo, que la
poesía escrita por las mujeres o "no existe" o "es un mito", por "no ofrecer nada novedoso", por ser "una seguidilla de clisés eroticones", por ser un "fiasco",
por ser sus autoras "pésimas vates" o por haber sido "sobrevaloradas" por la audacia de sus lenguajes o sus temas. Han dicho, además, que han "matado el pudor", que han "proclamado su condición de género" y "exhibido sus aventuras sexuales". Por "decir-lo-que-no-se-debe-decir" han sido vinculadas a poetas anglosajonas tildadas, de modo tan irrespetuoso como infundado, de "mujeres-gárgola". En el colmo de
la actitud despectiva, se ha llegado a afirmar que la importancia que le atribuyeron los medios masivos a las poetas surgidas en la década del ochenta no respondía a sus propios méritos, sino a que los"periodistas y amigos" de las autoras celebraban "las audacias eróticas de sus poetas favoritas con el mismo
entusiasmo de quien asiste a un club nocturno".

Este coro de opiniones que entran en el terreno de la caricatura, no revela una seria valoración crítica y estética, sino simplemente una aversión hacia las mujeres que, desde diferentes temáticas y estilos, se expresan con criterio propio y no con el criterio de
quienes preferirían verlas asumir posiciones de sumisión y silencio, tan sospechosamente cercanas a
las dictadas por San Pablo en su tiempo ("La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio". Epístola a Timoteo 2, 11-15).

Sin duda, los escritores y críticos que se arrogan la identidad de Robinson Crusoe entran en estado de
ofuscación cuando las escritoras no cumplen con el secundario papel de Viernes. Se trata, en fin, de una
crítica que por razones personales y prejuicios de naturaleza extraliteraria, no logra acusar recibo de una poesía que fue más allá de lo que se esperaba de
la escritura de las mujeres.

Esta actitud, que podría caracterizarse como una
especie de "racismo de género", es lo que la presente carta quiere denunciar, por cuanto implica, de un modo ofensivo, que la entrada de las mujeres en la literatura peruana resta en lugar de sumar. Empeñarse en restar, apuntalando y promoviendo prejuicios y actitudes maledicentes y segregacionistas, no es la clase de polémica entre escritores que necesita nuestro país, tan atrozmente golpeado por la guerra y por sus irresponsables clases políticas. Por todo lo
expuesto, las escritoras abajo firmantes decimos: ya basta. Basta de esa lógica cultural que con su
tendencia a segregar, su pasmosa mediocridad y mezquindad, se afana por mantener bajo su control las
expresiones más limpias y enteras de la productividad verbal: la creación, la literatura, la poesía.

Rossella Di Paolo DNI 08260130
Carmen Ollé DNI 07584661
Giovanna Pollarolo DNI 06635782
Rocío Silva Santisteban DNI 07822730
Blanca Varela DNI 06627215
Susana Reisz DNI 08235164
Francesca Denegri DNI 06521737
Patricia Alba DNI 08201922
Magdalena Chocano DNI 06451381
Doris Moromisato DNI 06575767
Cecilia Bustamante Pasaporte 015468
Rosina Valcárcel DNI 07330070
Ana María Gazzolo: DNI 0614162
Inés Cook DNI 07274132
Pilar Dughi DNI 07792496
Mariela Dreyfus DNI 07605386
Tatiana Berger DNI 07731870
Victoria Guerrero DNI 09645644
Ericka Ghersi DNI 25714787
Roxana Crisólogo DNI 09133929
Patricia De Souza Pasaporte 0978836
Marcela Robles: DNI 07001861
Carolina O. Fernández DNI 08097946
Gloria Mendoza Borda DNI 29300755
Esther Castañeda DNI 07431034
Yolanda Westphalen R. DNI 07944939
Grecia Cáceres Pasaporte 0398696
Gaby Cevasco DNI 07225446
Rocío Castro Morgano DNI 07993807
Violeta Barrientos DNI 09816811
Doris Bayly DNI 10278456
siguen firmas...

Anónimo dijo...

si dejamos a un lado la imprecisión de los criterios de los editores, Roxana Crisólogo y Miguel Ildefonso, además de cierta manuipulación, tenemos que Paolo de Lima ha caído en una respuesta destructiva, signada por la envidia antes que por la razón. Si es verdad que dos textos no pueden empañar toda una antología, Paolo insiste en que todo el libro carece de sentido y dice que hay otros poemas del libro que no se sostienen. ¡Por qué no los señala y demuestra que es así? Discúlpame Gustavo pero no creo que pueda. Lo hace solo para terminar de desprestigiar la antología.

Anónimo dijo...

Muchas veces las mismas escritoras se autoorganizaron en grupos que con los años convirtieron en su bastión, por ejemplo la "poesía erótica" sirvió para que más de una hiciera una carrera, reconociendo su calidad por supuesto; aunque, en años recientes el primer concurso de poesía erótica del Centro Cultural España, Carlos Oquendo de Amat, fué ganado por un poeta "pirañita"(con cariño) de los 80s...

Anónimo dijo...

Rossella Di Paolo tiene toda la culpa en esto. Dejemos ya de tratarla como a la niña de la lámpara azul, por favor, es una mujer madura que sabe lo que hace o por lo menos debería saber lo que hace. No puede ser que intente convencernos de que la sorprendieron dos poetas de talento inferior y con menos experiencia que ella. Ella quiso desde el principio participar en esa antología y fue su error si no preguntó bien antes de entregar sus poemas. Que le sirva de lección.

castillon dijo...

Aunque no estoy totalmente de acuerdo con el articulo de Christian Gomez lo que dice de la antologia es lo mas interesante que he leido hasta ahora: Tomado de http://www.letras.s5.com/pdl220907.htm

¿PAOLO DE LIMA: POESÍA V/S POLÍTICA?
(Ponencia leída en la Conferencia de Latin American Studies
Association, Montreal, Canadá, 2007)
(fragmento)
"2) No inhabilita lo hasta aquí sostenido, sino que más bien lo ratifica, la reciente publicación de una antología con mirada retrospectiva como Memorias in santas (Roxana Crisólogo, Miguel Ildefonso compiladores, Programa Democracia y Transformación Global/Centro de la mujer peruana Flora Tristán, Lima, 2007), la cual reúne, según versa el subtítulo que aparece en la portada, "poesía escrita por mujeres sobre la violencia política". Habría que partir diciendo que algunos de los poemas que allí aparecen, como los de Rossella Di Paolo, es difícil, por lo menos en una primera lectura, asociarlos con el tema de la violencia política. Pero tampoco es algo que podamos descartar de buenas a primeras. Como bien dice Carmen Ollé, en el prólogo que acompaña a esta selección, la representación en la poesía (y, podríamos decir, en toda la literatura) hace mucho que dejó atrás cualquier teoría del reflejo, y el sólo hecho de clamar por una literatura de la violencia, como al parecer lo hacen algunos críticos de acuerdo a lo señalado por ella, revela no sólo mal gusto sino escasa visión para comprender, con todos los matices que el caso amerita, la relación entre literatura y sociedad no como un constructo ya hecho, terminado y estático, sino en permanente evolución y mutua influencia. Si, por una parte, la producción literaria obedece en cierta medida a su contexto (lo que es muy distinto a decir que la determina), no es menos cierto que la representación de tal realidad se hace a través, entre otras mediaciones, de la ideología a la que responda el autor, de la carga también ideológica que utilice el lenguaje que él o ella emplee y de la que tal vez ni siquiera sea consciente, etc. En un pasaje que no está demás citar aquí, Fredric Jameson (Documentos de cultura, documentos de barbarie, Visor, Madrid, España, 1989) señala, refiriéndose a las vanguardias de principios del siglo XX en su versión anglosajona, que "incluso si nuestra meta, como analistas literarios, es más bien demostrar las maneras en que el modernismo -lejos de ser un mero reflejo de la cosificación de la vida social a fines del siglo XIX- es también una rebeldía contra esa cosificación y un acto simbólico que implica toda una compensación utópica de la creciente deshumanización en el nivel de la vida cotidiana, nos vemos obligados primero a establecer una continuidad entre esas zonas o sectores regionales -la práctica del lenguaje en la obra literaria, y la experiencia de la anomia, la estandarización, la desacralización racionalizante en el Umwelt o mundo de la vida cotidiana- de tal manera que la última pueda verse como aquella situación, dilema, contradicción o subtexto determinados respecto de los cuales la primera viene a ser una resolución o solución simbólica". Ahora bien, este subtexto (que no debe identificarse, de acuerdo a la perspectiva de Jameson, con vaguedades del tipo de un trasfondo histórico) es lo que Althusser identifica como la causa ausente, que no es otra que la Historia. Jameson agrega entonces que nuestro acceso a ella, vedado a cualquier forma de inmediatez, pero tampoco vinculado necesariamente a la tendencia post-estructuralista que, al leerla meramente como un texto, intenta hacer desaparecer el referente, pasa necesariamente por su textualización. Ésta, sin embargo, no puede ocultar su inconsciente político, i.e., la parte no dicha, intencionadamente o no silenciada o administrada hasta donde el texto es capaz de hacerlo, aun cuando sus trazos queden impresos en él. Estas textualizaciones, decíamos, funcionan como estrategias de contención, que sólo es posible de ser desenmascaradas si las confrontamos "con el ideal de totalidad que implican y a la vez reprimen" (F. Jameson. Op.cit., p. 45); ideal de totalidad que es otra forma de referirse a la Historia. Para volver ahora a los poemas de la antología, podríamos señalar entonces que muchos de estos textos pueden leerse como una respuesta simbólica y/o formal ante la irresolución política de la época: entrampadas entre la representación del senderismo y las distintas formas de la debacle democrática o autoritaria (ya sea en la ineficiencia aprista, ya en la corrupción desatada del fujimorismo), las poetas incluidas en Memorias in santas atraviesan el campo de fuego sin salir indemnes de él. Por el contrario: si el recurso a un lenguaje hermético (Rossella di Paolo, Grecia Cáceres) encuentra su fiel de la balanza en la afirmación más evidente de Montse Álvarez o Rosina Valcárcel, tanto la una como la otra suponen un contexto de producción muy específico, aun cuando hagan referencias a éste veladas por las mutuas condicionantes ideológicas que mediatizan ambos tipos de aproximación, sea este más bien explícito (Álvarez-Valcarcel) o no tan inmediato (Cáceres, Di Paolo), ninguna, sin embargo, se salva, por así decirlo, de estar inmersas e inmersos en una situación de violencia física, de violencia política y, por cierto, ideológica.

Por último: respecto de la tesis del desencanto como uno de los referentes de la generación del noventa y su "renuencia" a tematizar la violencia política de aquellos (por lo menos a tematizar de una manera obvia e inmediata), la reunión de estos poemas no la desdice, primero porque poetas como Cecilia Podestá y Rosina Valcarcel, entre otras, forman parte de otros grupos generacionales, para empezar. Y, segundo, aquelaas autoras que sí integrarían los noventas desde el punto de vista etáreo, no presentan un corpus suficientemente amplio referido al tema. Victoria Guerrero, por ejemplo, publica Ya nadie incendia el mundo en el año 2005, ofreciendo una mirada retrospectiva del tema. Su libro de 1996, en cambio, titulado Cisnes estrangulados, es considerado por el poeta y crítico Luis Fernando Chueca como parte de una corriente que se vale del coloquialismo y del discurso de la cotidianidad, y que "no se asocia a un proyecto de representación de los sectores subalternos de la sociedad (claro en el "espacio" anterior), sino que apela a una comunicación aparentemente directa de experiencias cotidianas por parte de sujetos claramente identificables con la clase media". Véase tb. la nota número 7 para mayores antecedentes respecto de estos poetas, entre los cuales Chueca también incluye a Paolo de Lima.

Anónimo dijo...

ese señor Gómez que tú publicas aquí dice esto del pensamiento Gonzalo:

"Bastaría con revisar algún poema de El chico que se declaraba con la mirada (1988), algún otro de Eucaristía (2004), para reseñar el agua que ha pasado por debajo de los puentes en esos dieciséis años que separan ambas publicaciones. Si en el primero de estos libros, el Perú estaba bajo el apogeo del pensamiento Gonzalo y los apagones que ya afectaban a Lima y los auto-bombas que eran pan de cada día, en el segundo asistimos a la retirada neoliberal de las pasiones y una especie de globalización que se asume textualmente a través de una serie de estrategias que la convierten menos en un tema que en un mecanismo de producción del texto."

el Perú bajo el apogeo del pensamiento Gonzalo? En qué país ha vivido Gómez? ¿Será pariente de Paolo Gómez? Más cuidado para pegar los comentarios, Gustavo.

Anónimo dijo...

ah, entonces tal vez Gustavo puede decirnos lo que sí se puede decir de los poemas de Rossella, ya que nos ha dicho lo que NO podemos decir, es decir...

Daniel Salas dijo...

La crítica no puede ser el arte de hablar sinsentidos, sino el arte de comprender el sentido. ¿Hasta qué punto de vacuidad y tedio nos puede llevar la cháchara citada en los últimos comentarios?

Anónimo dijo...

CGO tiene razón, y uso sus palabras, cuando afirma que ninguna de las poetas incluidas en Memorias in santas se salva, por así decirlo, de estar inmersas en una situación de violencia física, de violencia política y, por cierto, ideológica.
Sin embargo, la pregunta es cómo se da la mediación en la representación del tema de la violencia política en cuanto a la ideología a la que responde la autora, cuál es la carga ideológica -consciente o inconsciente- que conlleva el lenguaje empleado en sus poemas
Cuál es la causa ausente, la Historia que habita en la textualización de los poemas de Rossella Di Paolo.
Y, si "el ideal de totalidad que implican y a la vez reprimen" es la violencia política, tema de la antología, no lo olvidemos, ¿cómo hallar sus trazos impresos en esos poemas de lenguaje hermético o no tan inmediato? CGO está obligado, con o sin Althusser y Jameson, a ofrecer esas respuestas.