De casualidad, y sin que medie ningún motivo común, aparecieron casi al mismo tiempo, hace unos diez días, dos entrevistas que me fueron hechas recientemente. Dejo aquí un fragmento de cada una y los enlaces a ambas.
En Otro Lunes: Revista Hispanoamericana de Cultura (la entrevista la hace Laura García):
LG: En tu opinión de crítico, ¿cuáles deben ser las cualidades de una obra narrativa para que sea impresionante?En la Revista Nudo, de la Universidad Católica del Perú (la entrevista es de Adrián Lerner):
GFP: ¿Impresionante?
LG: Sí, para que deje marca en ti, para que sea capaz de superar el tiempo, de ser vigente, de no quedarse en lo superficial.
GFP: Primero, una obra narrativa no tiene que ser impresionante. Sospecho que muchas obras notables no dejan una huella en mí. Así como quizá nunca me enamore de la mujer ideal, es probable que jamás llegue a comprender o disfrutar vivamente de cierta novela extraordinaria. A mí, en lo personal, me suelen impresionar las narraciones complejas, que son agudas y reflexivas (lo que no quiere decir necesariamente densas o de un intelectualismo evidente), y encuentro que las narraciones imperfectas, las involuntariamente imperfectas, me atraen cada vez más: esos libros que son campos de batalla, donde uno nota que no sólo el autor quiere descubrirnos una verdad, una idea, o sensibilizarnos frente a un hecho, sino que él mismo, o ella misma está corriendo el camino junto al lector, caminando en pasillos oscuros, descubriendo al avanzar. Las novelas contradictorias, las novelas difíciles, las que colocan al lector en una encrucijada moral. Levi, Auster, Mulisch, Sebald, Piglia, Bolaño, Kafka, Melville, Vargas Llosa, Rulfo, Kis, Shalamov, Borowski... Hay una cierta forma en que un libro te puede hacer sentir realmente mal y que a la larga te lleva a sentirte profundamente mejor. Eso sólo ocurre cuando el libro te precipita a un vacío real, moral, a una zona gris, donde se te hace inevitable preguntarte quién eres y cómo eres en el fondo. Bolaño tiene eso; no sé si sus lectores más entusiastas siempre lo perciben. Ese, por cierto, es el mismo camino de la poesía de Platt, de Pizarnik, de Rimbaud: los descalabros del mal, a walk on the dark side.
AL: Los blogs han abierto un espacio nuevo para la crítica literaria. No es necesario tener antecedentes profesionales para ganar prestigio como en Internet, donde nadie te pide un bachillerato para publicar. ¿Cómo vez esa suerte de democratización del espacio para ejercer la crítica?
GFP: La verdadera democratización no radica en dar la posibilidad de que todo el mundo hable (lo que está bien en sí mismo), sino en darle la oportunidad a todo el mundo para educarse en una o más áreas y opinar en ellas con conocimiento. El acceso a los medios de expresión en una parte de la democracia, pero el acceso a la educación y a la información, a la cultura, al estudio de la cultura, son, más que complementos, la base misma sobre la cual cualquier democracia debe asentarse.
AL: ¿Cómo ves la forma en que se ha aprovechado la Internet por quienes están relacionados con los distintos campos de las humanidades en el Perú? ¿Qué logros específicos han sido conseguidos? ¿Cuáles son los problemas más importantes y las posibilidades que aún no han sido aprovechadas? ¿Hay algo así como un camino a seguir marcado por experiencias en otros países o en otras áreas del conocimiento?
GFP: Dudo que hayamos explorado siquiera un 1% del territorio disponible para crecer. Es un poco como si hace diez años Gutenberg hubiera construido la primera imprenta mecánica y ahora nos preguntáramos qué más podemos hacer con ella: podemos hacer de todo, cosas insospechadas, o podemos dormirnos y no hacer nada. El logro tangible está en haber inaugurado un sitio de discusión amplio y accesible; el problema más visible es que, por decirlo así, construir un estadio no nos convierte en grandes futbolistas: hay que aprender a jugar, y eso implica una serie de operaciones intelectuales que no empiezan en Internet, sino en la escuela, en la prensa, en la universidad, en las otras habitaciones de la esfera pública.
15 comentarios:
A primera vista, da la impresiòn de que el pensador te està dando the finger.
Jaja, cierto!
Todas las de tu ex jefe Ampuero, el verdadero editor de Somos
Cómo te pareces a Hildebrandt!
ESTO NO PUBLICAS???? ENVIDIOSO
El escritor peruano Alexis Iparraguirre presentó el pasado 8 de octubre en Madrid el libro Poesía y Narrativa Hispanoamericana del Siglo XXI en el que ha compilado poesía y narrativa de 46 autores de América y España.
El evento contó con la presencia de algunos de los autores venidos expresamente de México y Colombia, como Leopoldo G. Quintana, Carlos Monteagudo y Bella Clara Ventura.Se trata de la segunda obra sobre las nuevas generaciones literarias compilada por el poeta peruano Leo Zelada en el último año. Zelada, que reside en Madrid, señaló en la presentación que “muchos de los autores compilados en esta antología poseen un amplio reconocimiento literario en sus respectivos países de origen y varios han logrado abrirse paso a través de las fronteras, otros son sólo solitarios guerreros de la palabra”.Afirmó también que todas estas “nuevas” voces expresan cabalmente el mosaico actual en el cual se desenvuelven los “derroteros de la literatura, poesía y narrativa, escrita en nuestro idioma para el siglo XXI”.
Y para qué leer
periodico de ayer....
qué frentón!
tienes que leer la entrevista a Tulio Mora en Caretas esta semana. Está llena de incongruencias y malentendidos sobre la poesía. Sería interesante analizarla. Saludos.
D.
Esta pregunta, de una extensa entrevista en El Dominical de hoy, a Tulio Mora, es graciosa. Se le pregunta por B al poeta y este responde una sarta de sandeces XYZ::
¿Hay nuevas utopías?
Los poetas, hoy, han pasado de ese academicismo estéril, remunerado, que caracterizó las décadas de los 80 hasta el 2000, a la actitud reflexiva y crítica, como lo habían hecho los beats, los hijos de mayo del 68 y los latinoamericanos de nuestra época y antes, en los años 30. Y eso al margen de las ideologías. Es que el planeta mismo le ha puesto un límite a la industrialización. ¿Qué pasaría si en este momento todo el dinero que se usa en las guerras se cediera al bienestar de la humanidad entera? ¿Habría 6 mil millones de autos, igual número de televisores, refrigeradoras, etc.? Todo el mundo sabe que no hay energía capaz de sostener ese consumo. Y los seres humanos no somos suicidas; encontraremos una solución para reemplazar el sistema actual. Esa es la utopía de este momento.
???????????
¿La nueva utopía es no quedarnos sin un planeta? Si eso es utópico, estamos fritos.
pucha, estos horazerianos pasaron de la revolución total, a la lucha por el cargo burocrático, y ahora ya están en la preservación del planeta, muy pronto llegarán al cuidado de los animales, eso se llama INVOLUCIÓN DIALÉCTICA.
alguien decía por ahí del estilo afectado y aparentemente "natural", como el de Hnry James, que era como vestirse con ropas bonitas aunque extravagantes: muy pocos elegidos saben llevarlas con dignidad. Lo siento.
A mí lo que me parece impresionante es tu modo de responder a ciertas preguntas de Laura García, así como impresiona, también, tu modo de abordar determinados temas o tópicos en dicha entrevista.
A mi lo que me impresiona es lo fácil que unos tiran piedras y enconden la mano y lo facíl que otros caen de rodillas. Tengan un poco de autoestima, por favor.
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