22.2.10

Gregorerías

De cómo nuestro máximo ensayista no da pie con bola

De los muchos problemas que ejercitaron mi temeraria perspicacia en años recientes, ninguno tan atorrante --tan rigurosamente atorrante, diré-- como la periódica reaparición de absurdos garabatos gramaticales pergeñados por la desplumada pluma del plúmbeo plumífero Gregorio Martínez.

Hace unos días, un lector de este blog que suele enviar mensajes con la singular firma de Pirulo (una raya más al tigre de nuestro absurdo diario), nos hizo notar que Gregorio Martínez había publicado en un blog un texto (uno de esos "ensayos" que en el Perú merecen premios al intelecto) titulado El diccionario no tiene pichula.

(Para los lectores extranjeros: "pichula" es uno dentro de la miríada de términos que los diversos dialectos del español han acuñado para referirse al órgano sexual masculino, términos sobre los cuales escribiera con más maravilla que Martínez y más cátedra que Gregorio el gran Guillermo Cabrera Infante varias décadas atrás).

El ensayo de chascarrillo de Martínez se reducía a lo siguiente: denunciar que, presumiblemente por pacatería, la Real Academia Española (que él mal llama Real Academia de la Lengua) no incluía en "el diccionario oficial de la institución" una entrada explicativa para la palabra "pichula".

El comentarista, Pirulo, por supuesto, faltaba más, hacía notar de inmediato que tal entrada sí existe, pero el comentario original con dicha observación, enviado al blog donde apareció el galimatías de Martínez, fue vetado (práctica extensa entre quienes dicen la piedra y esconden la epiglotis).

Ahora, dado que la observación se ha hecho pública por otros medios (entre ellos, claro, el comentario enviado a mi blog), Martínez la responde. Pero --y aquí viene la atorrante alucinación-- ¡la responde como si el autor de la crítica fuera yo!

No me interesa, obviamente, contestar tamaña tontería, tremenda paranoia, tan indominado delirio de persecución, pero sí me interesa hacer notar que cualquiera con dos dedos de frente, antes de escribir el ensayo (de chiste) que escribió Martínez, podría darse el trabajo de ir al sitio de la RAE, y comprobar, con sólo introducir la palabreja en cuestión en el buscador del diccionario (esquina superior derecha), que la misma sí está incluida, con la siguiente definición: "f. vulgar. Chile y Perú. pene".

Parece que la Academia no se hace tantos problemas con las palabras como nuestro primer ensayista.

20 comentarios:

Isaías Garde dijo...

Habrá sentido escrúpulos de introducir la pichula en un buscador, por académico que este fuese.

Anónimo dijo...

Que yo sepa, ese “gregorerías” no aparece en ningún diccionario de ninguna lengua, y aunque me parece rastrearle una cierta etimología ramoniana, quisiera objetarla de todos modos,…, pero que pase nomás, qué carajo, estoy de buen humor.
SACAPUNTAS NEBRIJA (Correctómano)

C. H. dijo...

Ay, Sacapuntas: 'gregorerías' es 'greguerías' más 'gregorio'. Hasta me da vergüenza señalarlo.

Anónimo dijo...

¡¡¡No seas tonto, C. H.!!!
(¿a qué crees que se debe "ramoniano"?)
S. N.

Anónimo dijo...

Martínez toda la vida se la hadado de "transgresor" con el lenguaje pero la verdad está desfasado y esta que tú sacas es solo una perla de su falta de conocimiento de la lengua viva. Y no se eche la culpa a su lejanía con el Perú, que hay académicos como tú que viven lejos pero que se esfuerzan por seguir los proceso con alguna rigurosidad. Otra vergüenza apra el "ensayista" de transgresor.

Me pregunto qué institución estatal irá a premiar esta "joyita" nueva del pobre Goyo... ¿La flamante y apristona Casa de la Literatura Peruana tal vez?

Fidel K.

Café Sideral dijo...

Es tan común encontrar pirulos que sólo hablan dislates. Nisiquiera son capaces de investigar un poquito. Hacer clic no hace mucho esfuerzo que yo sepa.

Anónimo dijo...

Hola Gustavo, comunicándote primero que me fastidia mucho (al igual que a ti sin duda) eso de “Pirulo Faverón”, te envío esta respuesta al picón y divagador RY, la cual, salga o no en el blog de éste, de todas maneras, me parece, concierne a tu post. Lamentaría bastante que se pensara que siento envidia o animadversión ante GM y sin temor a equivocarme te digo que la prueba de que no es así, es que hace tiempo ya que podría haber dicho por completo lo que parcialmente sigue y que va como escueta respuesta a RY quien presume de matemático con energías dignas de mejor encaminamiento. Por supuesto que si no quieres no lo publicas.
PIRULO
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El solo hecho de que creas que me refiero a la suma 32 + 42 = 52, obvio error de imprenta con los exponentes (que debió preverse por lo demás, aunque esto es otro cantar), pone en evidencia el nivel primitivo en que te mueves con tu supuesta “solvencia” en matemáticas (lo dicho: el taradito que sabiendo poner inyecciones se alucina neurocirujano) y en este aspecto puntual, la imbecilidad de Gregorio (¿tuya?) consistió en escribir “…aunque nunca explicaron, con claridad, que si el exponente n es 2, hay solución, por ejemplo,...”, otra primitivez, como la tuya con los exponentes (acuérdate de mi “relancina” que no está en el diccionario; “primitivez” tampoco así que puedes contraatacar por este flanco). Pero esto es “puntual”, como lo dije, y hay varios “puntos” mucho más –intelectualmente, y sin wikipedia en donde campean las barbaridades- objetables que prefiero omitir.
Hay algo muy divertido con tu famoso problema “délico”, del que me pides infantilmente “encontrar la fórmula” (sic) y consiste en que la situación planteada por ustedes (RY y GM) con el diccionario despichulado y tu problema délico, vienen a ser en cierto aspecto análogos; ¿en qué?: en que hace un montón de años que ha sido ya resuelto, ¡HUEVÓN!, o mejor dicho, ¡HUEVONES!.
PIRULO
P.D.- A ese diccionario de dos tomos le deben faltar muchas palabras además de pichula. Buena cosecha para las inolvidables “trouvailles” de Gregorio.

Anónimo dijo...

"De los muchos problemas que ejercitaron mi temeraria perspicacia en años recientes, ninguno tan atorrante --tan rigurosamente atorrante, diré-- como la periódica reaparición de absurdos garabatos gramaticales pergeñados por la desplumada pluma del plúmbeo plumífero Gregorio Martínez."

Mr. Faverón, si pretende dar lecciones de academicismo y de buen decir, le aconsejo mejorar primero su redacción. Escribir "absurdos garabatos" es como decir "ruidos bullangueros", ¿o usted cree, maestro, que existen garabatos lógicos? Asimismo, no se puede "pergeñar" "garabatos gramaticales", porque pergeñar significa ejecutar algo con habilidad, y un garabato por definición es un trazo mal hecho.
No continuo desmenuzando sus parrafadas, porque provocan vergúenza ajena.
Pero sí le recomiendo que utilice bien el español, Mr. Faverón, antes de comportarse como un atorrante en su intento de difamar a un buen escritor que no le debe nada de su fama a petulantes mediocres como usted.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

"Absurdo" no es el antónimo de "lógico". Y "garabato absurdo" es una cita textual de un poema de Roberto Fernández Retamar (me pareció divertido incrustar una cita de RFR dentro de una cita de Borges: obviamente, no era para que lo entiendieras tú).

"Pergeñar" NO significa ejecutar algo con habilidad, sino con "mayor o menor habilidad". La de Gregorio Martínez, evidentemente, es menor.

Eso, claro, siempre que quieras asumir que lo que dice el DRAE es palabra divina. A mí me tiene un poco sin cuidado.

¿Alguna otra tontería?

Anónimo dijo...

¿UNA NUEVA GREGORERÍA?
R.Y., divagador en matemáticas y tenaz aficionado al juego del gana pierde, publica hoy “una sabrosa reflexión” de G.M. sobre la chimenea de Vargas Llosa en Barranco.
“Era de metal, aérea y cilíndrica y Cartucho la había diseñado él mismo, como una escultura”, escribe Vargas Llosa. ¿Habrá tenido Cartucho, hombre refinado, el mal gusto de ponerle a la chimenea una antiestética tapa de cacerola tamalera? ¿Es acaso imposible que una buena ráfaga de viento penetrase por la boca de la chimenea e impulsase el humo hacia dentro de la casa? ¿Estamos ante otro caso de autoempichulamiento ladilloso por querer burlarse de errores inexistentes? En todo caso Lima no es Chincha y lo que resulta harto “chinchoso” es afirmar sin vaselina responsable que por estos lares limeños se da “una primavera eterna”, ¡cómo me gustaría sentarme en un sillón ante una chimenea caliente en una noche de junio limeño!
Gregorio Martínez, parecería que va camino de imitar al finado Pablo de Rocka en su odio y envidia vitalicios a Pablo Neruda, muerto también. Y si Neruda se cargó el Nobel, de todas mangas Vargas Llosa postula y de repente la pega, lo cual es más bien improbable en quien para nada creería en la veracidad de U. Eco cuando escribe “Nada es más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración”. Sobre todo cuando ésta es de estirpe populachera, agreguemos.
PIRULO

Anónimo dijo...

¿"el gran Guillermo Cabrera Infante"?

¿"me pareció divertido incrustar una cita de RFR dentro de una cita de Borges: obviamente, no era para que lo entiendieras tú"?

QUE PATETICO.

Anónimo dijo...

Anónimo dijo...
"la gratuita agresividad de Alvarado, su constante afición por el lenguaje discriminatorio, su facilidad para la descalificación hiperbólica y su calculada proclividad a elegir las palabras más ofensivas e inatingentes para humillar a sus críticos"
PAreceia que estabas discribiendo tu blog...

2/21/2010


Gustavo Faverón Patriau dijo...
Ok, te pido que presentes una sola cita extraída de Puente Aéreo en la que yo me dirija a alguien con lenguaje discriminatorio.

2/21/2010

"De los muchos problemas que ejercitaron mi temeraria perspicacia en años recientes, ninguno tan atorrante --tan rigurosamente atorrante, diré-- como la periódica reaparición de absurdos garabatos gramaticales pergeñados por la desplumada pluma del plúmbeo plumífero Gregorio Martínez."

Apesar de los adornos lo peyorativo siempre es lo mismo. Una lastima en cualquier persona, peor aún en un académico.

Jonathan Eduardo Alvarado Ramos

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Dije dis-cri-mi-na-to-rio. Y sigo esperando.

Anónimo dijo...

Hola, yo soy otro anónimo. El ejemplo o cita que pondré, quizás no te convenza (me tiene sin cuidado), pero sí demuestra una discriminación ante otro blogger o comunicador al hacer una distinción burlona, ofensiva e innecesaria en un debate que debería tener más de ideas que de golpes bajos, ironías o presunciones fuera de lugar. Tú no escapas a esas cosas criticables. El ejemplo se refiere a cuando Víctor Coral realizó un texto donde explicaba el concepto de kitsch; yo no discuto ni digo que Faverón no tenga el derecho de expresar sus discrepancias o los errores que pueda hallar en lo escrito por otro; pero cuando él manifiesta: "Y además, Coral no dice nada en absoluto sobre el kitsch (más allá de las notas que pueda haber tomado en su blog Loro veinte años atrás, y que ahora, al parecer, le cuesta descifrar)". Francamente, la alusión al cuaderno Loro donde Coral tomaba apuntes está de más. Se nota sus ganas de ridiculizar a la persona; días atrás del post de Faverón (el 10 de enero de 2008) Coral había expresado en su blog la nostalgia y la predilección por un tipo de block con la siguiente frase-leyenda colocoda en referencia a una portada escaneada: "Modesto aporte: nostálgico diseño de tradicional cuaderno Loro, fines de los 60-principios de los 70". Coral tilda de modesto su apunte; pero no resulta atinado que alguien que desea sentar su posición contraria a lo manifestado por otro, se agarre de cualquier dato (ese dato, en particular) para subestimarlo o hacerlo menos.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Si sirve de excusa, diré que yo he sido siempre un pundonoroso defensor de los cuadernos Loro, en los que escribí las peores partes de mi obra.

Anónimo dijo...

ja ja jajajaja

Anónimo dijo...

Un excelente blog:
http://ellectordehistorietas.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Estimado señor Faverón: Acabo de culminar la lectura de su blog. Me parece la mar de interesante, principalmente, por esa férrea defensa desde la crítica literaria de (casi) todo lo que cunde alrededor.
Le agradezco por algunos consejos al momento de afrontar lecturas y goces, y sobre todo por los variados capítulos de "Los Raros" suramericanos.
Como le escribo desde Bogotá, me sorprendió el toparme con Andrés Caicedo en ese top marginal.
Existe un par de autores colombianos que bien podrían formar parte de ese selcto club: Miguel de Francisco, que murió abandonado en París en enero de 2006, y el Brujo de Otraparte, el mejor conocido como Fernando González, adelantado por dónde se le mire.
Vale.
Un saludo especial desde este incómodo rincón del mundo.
Hoy llueve, por fin.
Digna señal de cambio para esta nación prepúber.

Anónimo dijo...

¿cuál obra?

Anónimo dijo...

Gustavo Faverón, te lo pregunto de otra manera, porque mi pregunta anterior simplemente la censuraste. Dices que los escritores peruanos carecen de ideas, pero no has leído la novela de Víctor Coral, Migraciones, que está llena de ideas sobre la poesía, el Perú, el proceso literario peruano y otros.

¿Por qué te apresuras a dar semejante juicio si no has leído lo pertinente?